6 razones para celebrar Halloween

Seis razones para celebrar Halloween

Cualquier excusa es buena para celebrar esta fiesta importada de los EE.UU.

1-Porque, admitámoslo, octubre necesita una alegría. Entre el bajón del final definitivo del buen tiempo (las lluvias molan en las películas nostálgicas y en los anuncios de infusiones, pero no tanto en la vida real); el cambio de hora que pretende encerrarnos en casa a las seis de la tarde; el estrés navideño (regalos, menús, cuñados, jefes enrollados…) a la vuelta de la esquina… El calendario necesita justo en este punto algo divertido, que nos haga desear que lleguen los rigores del otoño.

2- Porque hemos crecido rodeados de cine fantástico y nos hemos entusiasmado con el renacimiento del cine de terror. Devoramos capítulo tras capítulo de series de zombies, alienígenas, fantasmas, psicópatas sin alma y bicharracos sanguinarios de cualquier tipo y condición. En nuestra biografía cinematográfica nos enamoramos sin remedio de Eduardo Manostijeras, del pelazo del Morticia Adams y del look fúnebreglamuroso de La Novia Cadáver. Ahora, gracias a Halloween podemos rendirnos sin disimulos a estas pasiones y seguir siendo (a la mañana siguiente) una profesional seria, una madre responsable y una chica de lo más formal.

3-Porque los disfraces desinhiben. Lo sabemos, porque aunque somos relativamente nuevos en esto de Halloween, de disfraces y carnavales sabemos un rato y tenemos claro que un baile de máscaras es más fácil entablar nuevas relaciones, hacer amigos… y lo que surja. ¿Quién sabe? A lo mejor vuelves a enamorarte de un Eduardo Manostijeras que tenga su alter ego en la vida real… Eso sí,  una vez roto el hielo, lo mejor sigue siendo un cara a cara sin caretas ni dobles personalidades.

4-Porque hay algo placentero en el terror. Pasar un mal rato, cuando somos plenamente conscientes de que no hay un peligro real y estamos seguros de que todo acabará bien, acelera el corazón, dispara la secreción de adrenalina y genera un estado de euforia que puede llegar a ser adictivo. ¿Por qué creías que enganchan tanto las historias de miedo?

5-Porque es la excusa perfecta para leer en voz alta (o a solas, si te atreves)  historias de miedo y descubrir algunas de las mejores obras de este género, como los aterradores relatos de Edgar Allan Poe (“El gato negro”, por ejemplo), Frankenstein, de Mary Shelly o Drácula, de Bram Stoker. Además, encontrarás versiones infantiles de los grandes clásicos de la literatura de terror, con misterio y sustos en la dosis justa para que los niños lo pasen de miedo y se enganchen a la lectura.

6-Porque conseguirás que tus hijos se despeguen de la tele o de la consola para pasar un buen rato haciendo terroríficas manualidades, decorando calabazas, horneando galletas de miedo o experimentando con el maquillaje para conseguir la textura perfecta para un buen chorretón de sangre. Creatividad y diversión.

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