Romance en el campo para San Valentín

Con la excusa del 14 de febrero o simplemente por escapar de la rutina urbana La Caminera es el plan perfecto buscar paz y descanso. Hasta el 18 de febrero tienen packs especiales de San Valentín que incluyen alojamiento en junior suite, botellas de cava, acceso a su spa, baño con pétalos y aceites esenciales además de cenas especiales.

La cocina es uno de los fuertes de este hotel. En su restaurante Prado platos informales con tapeo, arroces, guiños a la tierra (sopa castellana, platos de caza…), carnes a la parrilla y pescados frescos, todo perfectamente ejecutado. Otro plus foodie de La Caminera son los almuerzos campestres que organizan entre encinas centenarias con productos Km.0 y vinos de la comarca. Además de visitas a las cercanas bodegas de Valdepeñas (a 20 min en coche) o la quesería de Finca Las Terceras para descubrir todos los secretos del archiconocido queso manchego.

Por otra parte en su restaurante gastronómico Retama (una estrella Michelin, un sol Repsol y premio Raíz Culinaria por su carta de vinos) el chef Miguel Ángel Expósito propone una experiencia gastronómica que gira en torno al producto de cercanía y a una novedosa interpretación de la cocina manchega.

Su cocina homenajea a la tradición regional y los productos locales, reinterpretándolos en clave de vanguardia. Una declaración de intenciones es su comienzo, con snacks como la esfera de aceituna y berenjena de Almagro o la magdalena de pisto manchego. Otro buen ejemplo es el pan artesano de Valdepeñas (de cebada y de masa madre de la de verdad), la sal de Saelices o el aceite de Maar de Cervera (exprimido en molino de piedra). No falta el pollo en pepitoria (esta vez en ensalada), las gachas (en tartaleta) que se sirven con azafrán de la comarca o el cordero Manchego (con queso con D.O. local, evidentemente). Incluso los famosos y fotografiados campos de lavanda de Briuega tienen su presencia en una crema que se sirve con bizcocho de aromáticas y velo de miel de romero.

El hotel cuenta con spa y campo de golf. También organiza actividades en su entorno como avistamiento de águila imperial, paseo en enganche de caballos, rutas guiadas para descubrir la cultura del aceite entre los olivos de la finca, catas de vino, sesiones de yoga al aire libre…

Sus habitaciones son amplias, con vistas que se pierden en el infinito, llenas de luz natural y con todas las comodidades para descansar y recargar pilas. Cuentan con zonas de estar y amplios baños, muchas de ellos con bañera de hidromasaje. La Suite La Caminera, la más lujosa, tiene más de 80 m2. Para llegar al hotel se puede ir en tren de alta velocidad a Ciudad Real o bien en trenes regionales a Valdepeñas. ¿Más elegantemente? En jet privado, es el único hotel de Europa que cuenta con aeropuerto propio.

Las excursiones por la región son infinitas: las lagunas conectadas por cascadas y torrentes en el Campos de Montiel, las Tablas de Daimiel (esperando preciadas lluvias), el Parque Nacional de Cabañeros, los volcanes del Campo de Calatrava, los molinos del Campo de Criptana, las bodegas de Valdepeñas, la quesería de Finca Las Terceras o el patrimonio cultural de poblaciones como Almagro con su conocido corral de comedias, la plaza de toros o su Plaza Mayor.