Observa jugar a tus hijos para elegir (y acertar con) sus regalos de Reyes

Hablamos con tres expertos en juguetes para aprender a elegir regalos de Navidad que hagan felices a los más pequeños de la casa y valorar, si es necesario, si necesitan que ayuda para reforzar alguna de sus habilidades. Una pista: lo primero es mirarles jugar.

Juguetes LEGO

Imagen juguetes LEGO.

/ D.R.

Cuando llega la Navidad, padres y madres -por no hablar del resto de familiares- se lanzan a la búsqueda de los regalos para sus hijos. Se les pide la carta a los Reyes Magos y/o a Papá Noel y, con ella en la mano, se confía en acertar. Sin embargo, no hay nada como observar a los niños y niñas para saber qué regalos son los mejores para ellos y eso tiene mucho que ver con sus esquemas de juegos, esos patrones repetidos que se observan en el comportamiento de los niños y que se vinculan directamente con el desarrollo y el fortalecimiento de las estructuras cognitivas en el cerebro. Unos esquemas que definió el psicólogo suizo Jean Piaget y que representan cuatro etapas en el desarrollo infantil: La primera es la sensoriomotora, que suele durar hasta los 2 años, el segundo la preoperacional, donde se juega con representaciones simbólicas y que alcanza hasta los 7 años, después vendría la de las operaciones concretas que llega hasta los 12 años y la cuarta sería la de las operaciones formales donde ya se presenta el pensamiento abstracto y que abarca hasta los 15.

En la etapa sensoriomotora, normalmente hasta los 2 años, los niños aprenden a través de sus sentidos, por los que absorben la información. Por eso en esa etapa es importante ofrecerles juguetes que puedan ver, tocar, oler, tocar y hasta saborear. Todo ello será su principal fuente de información que servirá para fortalecer sus estructuras cognitivas y promover su desarrollo. Cuando pasan a la preoperacional hasta los 6 años, es cuando empiezan a usar un objeto para representar una cosa. Por ejemplo, coger una hoja y convertirla en dinero simbólico. De ese modo, comienzan a ejercitar su imaginación y el desarrollo de su comprensión.

Después vendría la etapa de las operaciones concretas, de los 7 a 12 años, que aparece cuando el menor es capaz de usar conocimientos previos que ya tiene para jugar en nuevos escenarios; el cerebro se ha sofisticado y es capaz de aprovechar lo que ha aprendido para hacer su juego más complejo. Los juguetes, por tanto, habrán de ser también más complejos. Por último vendría el pensamiento abstracto, que suele aparecer de 12 a 15 años, cuando ya son capaces de pensar y organizar ideas en su mente sin depender de la manipulación de un objeto.

Estas etapas pueden ayudar a escoger los regalos pero, además, es importante tener en cuenta la necesidad de promover los juegos al aire libre, ya que los expertos recomiendan jugar al menos dos horas diarias en el exterior, algo fundamental para desarrollo físico e intelectual y sociabilizar con otros niños y niñas, que sería lo ideal. Sin embargo, el 82% de los niños y niñas españoles -4 de cada 5-, juega al aire libre menos tiempo del recomendado, según la Guía AIJU 2019-2020 del Instituto Tecnológico de producto infantil y de ocio (AIJU). Los de 10 a 12 años, con una media de 35 minutos, son los que menos lo hacen. Lo más triste es que solo el 10,3% de los peques menciona a sus padres y madres como compañeros de juego habituales. La guía también alerta de un exceso de actividades extraescolares en detrimento del juego y del tiempo libre de los menores, lo que puede convertirlos en pequeños mini nosotros: estresados desde la infancia.

Para entender la importancia del juego y profundizar en qué deben de tener los juguetes para, al mismo tiempo que divierten, ayudar al desarrollo de los menores, hablamos con tres expertos en juegos. Para María Alberola, responsable de Marketing de Productos de Consumo deThe Walt Disney Company España y Portugal, al elegir un juguete hay que pensar en “aprendizaje de los niños”, ya que jugar “no solo les ayuda a incentivar la creatividad, a socializar y a desarrollar habilidades motoras o cognitivas, sino que les enseña a resolver conflictos y a explorar sus intereses”.

Con esto en mente, la experta recomienda “tener en cuenta su fase de desarrollo y lo que le puedan aportar a nuestros hijos para acertar con el juguete que mejor consiga estos objetivos”. Y para ello, nada menor que observar para ver cómo varían sus modos de juego, dándoles espacio para crear y desarrollar su imaginación. “Durante la primera etapa de desarrollo son juegos centrados en el movimiento y conllevan manipular y explorar sensorialmente los juguetes, domina el juego funcional. Pero a medida que van creciendo, va tomando protagonismo el juego simbólico que ayuda al niño a comprender el entorno y los roles sociales, desarrolla el leguaje y favorece la imaginación y la creatividad”, explica Alberola que recomienda buscar juegos que “estimulen la creatividad, que sorprendan a los niños cada vez que los usen, que les ayude a inventarse una historia nueva cada vez que lo utilicen. Me inclino por juegos que fomenten actividad física para evitar el sedentarismo y por juegos colaborativos para desarrollar sus habilidades sociales”.

Además, para ella lo que siempre hay que tener en cuenta es que los juguetes ayuden a reforzar la “imaginación, creatividad, aprendizaje, relaciones sociales… En Disney tenemos la suerte de que partimos de un ‘storytelling’ icónico por lo que, cuando desarrollamos juguetes de la mano de licenciatarios, les invitamos a que continúen la historia o que la personalicen a su manera inspirándose en sus personajes e historias favoritos”.

En siete ocasiones, la firma española Wodibow de juguetes 100% ecológicos y 0% plástico ha ganado los premios de diseño más importantes del mundo, los 'Red Dot' y los A’ Design Award, considerados los Oscar de los juguetes. Pablo Saracho, el creador de esta marca, es un apasionado de los juguetes y la ecología y ha sabido integrar ambas en unos juguetes que promueven la conciencia social, sin olvidar la diversión, muy en línea con el movimiento 'slow toy'.

“Fomentar la creatividad desde edades tempranas es tan importante como concienciar sobre la importancia de cuidar y respetar el medioambiente, por ello, en Wodibow hemos querido unir ambos conceptos para hacer que los niños vivan verdaderas aventuras a través de juguetes ecológicos con los que poder divertirse a la vez que desarrollan toda su creatividad”, explica Saracho, para quien “el juego es una herramienta de práctica y previsión para la vida, pero a la vez es un escape, un ejercicio lúdico y de relación”. Para saber si todo va bien y comprobar si tus hijos e hijas están adquiriendo las habilidades necesarias a través de sus juegos, recomienda, simplemente, observar y tomar nota.

“Cuando los juegos se practican en grupo, se pueden observar desajustes de relación y el contraste que hay o no con respecto al resto de niños y niñas. Observar el juego proporciona una pista muy clara de los temas que merodean la mente de tu peque y con esa información es más fácil encontrar qué hay que reforzar o aclarar”, sugiere, “según la edad es relativamente fácil identificar si su evolución es adecuada o si hay algún desfase demasiado recurrente. La observación del grupo ayuda”.

Del posterior análisis, explica el experto, nos vendrán las mejores ideas de regalos infantiles, tanto de sus preferencias como si existe alguna faceta que necesite reforzar. “Cada juego o juguete es una semilla que va a marcar el futuro de cualquier niña o niño. Por eso es muy importante detectar que los juguetes o juegos no estén sesgados y ayuden a desarrollar el pensamiento, las relaciones y el desarrollo físico de una forma libre. Si observamos, vamos a recibir pistas suficientes de las carencias o necesidades. Por ejemplo si detectamos dificultad con las mates, buscar un juego que le ayuden a entenderlas de una forma más lúdica, más visual, puede romper una barrera para el resto de su vida”.

El juego tiene una importancia vital en el desarrollo del ser humano. Tanta que, como señala Isabel Pérez, responsable de Comunicación y Eventos de LEGO Iberia, a través de él “desarrollan habilidades motoras, sociales y emocionales que le serán de utilidad en todas sus fases de crecimiento hasta la edad adulta”. Pérez resalta que “la aparición de los tipos de juego es invariable, y en todos los niños sigue el mismo orden, pero varía la edad de inicio, por lo que no podría ser un indicativo del momento evolutivo o madurez en el que se encuentra”.

La famosa compañía LEGO tiene muy en cuenta la evolución del juego en los menores, según sus edades y desarrollo. Por ello, “en las edades más tempranas estimulamos habilidades importantes, como aquellas en las que se dibuja el tipo de adulto en el que se convertirán en el futuro. Cuando van creciendo, ya van experimentando con juegos de roles que imitan la vida real y el entorno que les rodea, aplicando unos protocolos sociales que han aprendido, y con él siguen imaginando y desarrollando la resolución de problemas de un modo creativo, al tiempo que evolucionan sus propios gustos en cuanto a temáticas o personajes favoritos se refiere”.

Por eso, elegir adecuadamente los juguetes le parece “vital” a Pérez y recuerda que, según la investigación LEGO Play Well Report, el 44% de los padres y madres españoles consideran casi igual de importante jugar con sus hijos que ayudarles con sus tareas personales para el éxito y el bienestar futuro de los pequeños, por encima de otras actividades. En 2020 además jugar, y mejor aún en familia, ha sido uno de los mayores aliados en la pandemia y así lo reconocer los progenitores españoles: un 91% de ellos señala que el juego destaca como un elemento importante para ayudar a toda la familia a mantenerse entretenida (91%) y emocionalmente sana (88%).

Asimismo, la experta señala que uno de los focos de LEGO es estimular al máximo posible el interés y las habilidades por las disciplinas STEM (Ciencias, Tecnología, Ingenierías, Matemáticas). “Un 83% de los padres y madres españoles, según el estudio LEGO Play Well Report 2020, creen que las habilidades tecnológicas como la codificación o la robótica estarán entre las principales habilidades que requerirá el ámbito laboral en el futuro. Para ello nos esforzamos en lanzar productos que implementen las nuevas tecnologías de una manera lúdica”. Todo ello sin olvidar, recalca, que un buen juguete es el que sea “capaz de impulsar el pensamiento crítico, el lenguaje, la resolución de problemas con enfoques creativos, la confianza creativa, comunicación, trabajo en equipo o el desarrollo socio-emocional y físico. Estas son habilidades que necesitarán los adultos del siglo XXI”.

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