Multiplica los beneficios del running practicando Yoga
Si te has enganchado al running, el segundo paso es empezar a preocuparte por tu rendimiento. ¿Sabías que puede mejorar con la práctica regular de Yoga? No importa si lo empleas como calentamiento o al final de tu carrera, ahora puedes fortalecer tu running con algunas posturas, conocidas en Yoga como asanas.
Los beneficios del yoga van más allá de lo obvio. ¿Sabías que practicar esta disciplina oriental puede disminuir el riesgo de lesiones al correr? Esto es debido a que trabaja los músculos principales que todo runner ejercita: piernas, caderas y core. Además, no necesitas ser maratonista o corredora profesional para utilizar el yoga como parte de tu rutina fuera de las sesiones de running.
Ya sea si te gusta correr en el parque por las mañanas o hacer sprints con tu mejor amiga, si realizas dos sesiones de yoga a la semana puedes mejorar considerablemente tu rendimiento en la pista. La mayoría de las lesiones ocurridas en el running se deben a la falta de fuerza en el core, la parte central de nuestro cuerpo que abarca los músculos de los abdominales, espalda baja y parte de los glúteos y caderas.
El yoga tonifica y desarrolla nuestro núcleo. Las asanas aparte de desarrollar una buena postura al correr, ayudan a crear movimientos coordinados e integrados desde el core. Esto hace que podamos correr más tiempo y sin cansarnos. Practicar yoga proporciona múltiples ventajas para los runners. Físicamente hace que toda ltu cuerpo mejore a nivel de flexibilidad, tono y amplitud de movimientos. Y esto proporciona un menor riesgo de lesiones así como una mejor posición al correr, mucho más estable ya que toda la musculatura estabilizadora está mucho más trabajada.
De esta forma podemos aguantar más y mejores horas en carrera a pie sin empeorar la técnica y evitando problemas lumbares. Pero además, hay un componente psicológico añadido: trabajar la concentración, la meditación y la visualización proporciona una nueva puerta a la mejora del rendimiento, ya que ayuda a tener una visión mucho más holística de nuestro cuerpo, de nuestras sensaciones en cada momento.
Tenemos mayor capacidad de relajación en momentos de dureza máxima, de saber escuchar mejor a nuestro cuerpo los mensajes que nos envía y que muchas veces no sabemos leer, de poder visualizar las carreras antes de que se corran. Muchas veces nuestro cuerpo envía señales que no leemos correctamente. El yoga conecta directamente con esas sensaciones, ayuda a entender cómo estamos colocados, cómo estamos respirando, cómo estamos latiendo y a partir de esa lectura se puede ser mucho más eficientes en nuestra práctica deportiva. Así pues, el trabajo de yoga no es una ayuda puramente física, sino que a nivel mental, emocional, también aporta en nuestra faceta atlética.
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