Mercedes Marco Polo: el hotel que viaja contigo (y es una chulada)

"Allí donde colgaba su sombrero, era su casa", dice la canción 'Papa was a Rolling Stone'. Con la Marco Polo de Mercedes, estará donde aparques: en la playa, en el campo, en la montaña… nosotros, hasta la hemos utilizado como motor home en un circuito de carreras. Fines de semana de ocio o largos viajes por todo el mundo son posibles a sus mandos.

El interior acoge a cuatro ocupantes para dormir en dos camas dobles, bien amplias. Una superior, que se despliega al aparcar, y otra en la cabina, gracias a los asie

ntos traseros. Y todo ello en un ambiente de lujo, no de 'furgo', con acabados de calidad y un rodar muy silencioso y confortable, elementos en los que supera a su rival tradicional, la Volkswagen California, la de los surferos de toda la vida. La versión Marco Polo Activity, algo más sencilla, resulta más asequible.

Pero el transporte y el cobijo nocturno no son los únicos argumentos de la Marco Polo. Sus extras son amplísimos, e incluyen cocina de gas, nevera, depósito de agua, mesas y sillas, toldo lateral… ¡no le falta de nada!

Y si el tiempo se tuerce, en lugar de una cama puedes montar todo un salón en su cabina para jugar al mus, o a lo que se tercie. Su polivalencia es asombrosa.

Cuenta con motores diésel de 88 CV hasta 190 CV, aunque los primeros son los mínimos para moverse y, a plena carga, no dan para alegrías; por ello te recomendamos un mínimo de 114 CV, correspondientes a la versión 180d.

Su precio básico es de 44.000 euros, una cifra que desde luego no es baja, y que podría dar para muchos aviones y hoteles. Sin embargo, la capacidad de libertad e improvisación que te confiere son inigualables. ¿Dónde te atreverías a ir en una Marco Polo?