¿Por qué nos pican los mosquitos? Te contamos qué es lo que les atrae y cómo aliviar la piel si te pican
No es la luz, sino el calor y el olor de tu piel lo que atrae a los mosquitos. Si estás en una zona cálida y húmeda o te gusta especialmente disfrutar de las noches de verano o hacer ejercicio al aire libre eres un blanco fácil. Te decimos cómo puedes calmar el picor y bajar la inflamación. Importante: si te pican no te rasques.

Son esos molestos invitados de cada verano. En cuanto empieza a subir la temperatura los mosquitos comienzan a chuparnos la sangre. La piel se inflama y nos pica. Para ellos es una cuestión de conservación de la especie; para nosotros, un engorro. Pero no pican todos, solo lo hacen las hembras porque necesitan las proteínas la sangre para el desarrollo de sus huevos y asegurar su reproducción. “El problema es que cuando un mosquito nos pica inyecta saliva en la piel provocando una reacción tipo roncha o bulto rojo y picor. Algunas personas solo reaccionan levemente, mientras que otras reaccionan de una manera más exagerada, con una o varias lesiones, inflamación, y dolor”, explica la doctora Aniza Giacaman, dermatóloga del Hospital Universitario Son Espases y en la clínica Rotger de Palma de Mallorca.
Dicho esto, no todos tenemos las mismas papeletas a la hora de que nos piquen. Los mosquitos parecen tener ciertas preferencias. “Se dice que sienten una especial atracción por el dióxido de carbono (CO2), por lo que las personas que suelen exhalar más CO2 al respirar, haciendo ejercicio físico por ejemplo, podrían atraerlos más; sin embargo, no hay estudios que lo comprueben”, comenta Marta Rojo Flores, Product Manager de Arkopharma, quien menciona otros factores como el calor y ciertos compuestos químicos que liberamos a través de la piel y el sudor, como el ácido láctico y el ácido úrico, que resultan atractivos para los mosquitos.
También refiere un estudio publicado en National Geographic asegurando que las personas con sangre tipo 0 pueden ser más propensas a ser picadas; “de hecho, el 85% de la probabilidad de ser picado por un mosquito se debe en gran medida a este factor”. A todas estas causas, la doctora Giacaman añade el olor corporal y la microbiota de la piel. En este sentido, investigadores de la Universidad de Rockefeller (Nueva York), observaron que las picaduras parecen ser básicamente una cuestión de olfato, de forma que las personas que producen más cantidad de ciertas sustancias químicas en la piel ejercen como un imán para los mosquitos.
Sin embargo, en contra de la creencia popular lo que no parece guiarles es la luz, una diferencia con respecto a otros insectos como las polillas o las abejas.
¿Podemos evitar que nos piquen los mosquitos?
Puesto que el olor de nuestra piel ejerce esa atracción fatal sobre estos insectos, no va a resultar fácil librarnos de las consecuencias de su compañía, ya que dicho olor es el resultado de múltiples factores: desde la genética o la edad -algo que no podemos cambiar- hasta la higiene, la cosmética que usamos, el estrés o la alimentación. Con tantas variables en juego, la prevención de las picaduras se articula en dos frentes: los insecticidas para el ambiente y los repelentes de uso tópico. Los primeros ayudan a disuadir la presencia de mosquitos en la casa y los segundos a reducir las posibilidades de picadura, pero ni unos ni otros son infalibles.
Los repelentes de mosquitos se aplican sobre la piel y establecen una suerte de película que inhibe los receptores de los mosquitos, sin dañarlos. Su fórmula debe ser inocua y no producir irritaciones cutáneas y tener al menos 6 horas de eficacia desde su aplicación. Los insecticidas liberan en el ambiente un activo que daña el sistema nervioso de los mosquitos y los mata. Además, existen otros métodos disuasorios como las pulseras y dispositivos eléctricos que emiten ultrasonidos cuya efectividad se pone más en entredicho.
Aunque su zumbido, y sobre todo su picadura, son muy molestos, las consecuencias de los mosquitos que pululan por nuestras latitudes no suelen provocar mayores problemas que picor, inflamación y rojez. Pero el cambio climático está trayendo otras especies mucho más peligrosas, como el mosquito tigre o el del dengue, que pueden propagar enfermedades graves como la fiebre del Nilo, el chikungunya, el dengue o el paludismo, entre otras. En estos casos, la OMS considera que los ingredientes más efectivos son el DEET o la icaridina.
Por otro lado, se dice que lo mismo que les atraen ciertos olores, hay aromas, como la citronela, la lavanda, el romero, el limón o la menta, que parece que los repelen.
Cómo aliviar las picaduras
Si no hemos conseguido esquivar la picadura, toca buscar alivio a la misma. Cierto que no todos reaccionamos igual y que no todas las picaduras que podemos sufrir son de mosquito. Estas provocan enrojecimiento circular y en ocasiones la aparición de un habón, produciendo picazón durante varios días. Lo que sí debemos evitar es el impulso de rascarnos, porque cuando lo hacemos liberamos histamina, una sustancia que provoca aún más picor e hinchazón. Por otro lado, el rascado puede causar una ruptura en la piel, lo que puede llevar, en última instancia, a una infección bacteriana.
“Cuando un mosquito te pica libera una secreción que tiene un efecto anestésico e inhibe la coagulación de la sangre, en este punto las células inmunitarias se activan al detectar su saliva y como respuesta en defensa propia liberan histamina, lo que provoca esa inflamación en la piel y picor en la zona. También se pueden presentar otras molestias como el enrojecimiento de la piel ya que los vasos se dilatan y la piel recibe más riego sanguíneo, o la hinchazón producida por la acumulación de líquido en el tejido, que vemos en forma de ronchas, vesículas y/o pápulas”, explica Marta Rojo.
Desde remedios caseros hasta soluciones tecnológicas, pasando por fórmulas farmacéuticas existen diversos métodos para tratar las picaduras. “En caso de que sea una picadura simple, el uso de un corticoide tópico durante algunos días ayudará a aliviar las molestias. Si se trata de picaduras más extensas el frío local y los antihistamínicos orales nos ayudarán a controlar el picor. Si existen síntomas inflamatorios intensos es importante consultar con un médico, ya que una picadura puede ser la puerta de entrada para una infección, y en ese caso podría ser necesario el uso de antibióticos”, comenta la doctora Giacaman, quien nos pone en guardia ante algunos remedios caseros. “Es cierto que si buscamos en internet podemos encontrar muchas alternativas para tratar las picaduras, sin embargo no siempre lo más natural es lo mejor en estos casos, y el uso de algunas plantas o el zumo de limón, pueden dar reacciones de fotosensibilidad (respuestas inflamatorias intensas en la piel tras la exposición solar)”.
Otra alternativa es la aplicación de calor concentrado (hipertermia local) como la que proporciona el bolígrafo térmico desarrollado por Arkopharma que trata la inflamación de la piel a través de la aplicación breve y concentrada de calor en la zona afectada. “Esta aplicación de calor localizado es suficiente para desencadenar una respuesta del cuerpo que reduce el picor y el dolor y, posteriormente, hace que se reduzca cualquier inflamación, logrando aplicar un efecto terapéutico y relajante”, explica Marta Rojo
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