Jordi Cruz: cuando al juez más duro de MasterChef casi se le saltan las lágrimas

Desde que comenzó 'Masterchef', Jordi Cruz ha tomado el rol del miembro del jurado más severo y exigente del programa. Algo así como el 'Risto Mejide de las cocinas' en una versión más relajada, sin llegar a la demolición a la que sí hemos visto llegar a Risto.

Tal vez por eso, al sentarse en el programa 'Chéster' con el propio Risto, el segundo se empeñó en rebuscar la cara más sensible del cocinero estrella Michelín con las estrategias más variopintas.

Para ello, el presentador trajo a colación a la figura del padre de Jordi Cruz, fallecido tiempo atrás y con el que Jordi había mantenido una relación distante.

Incluso, llevó a la hermana mayor del chef cargada con un álbum del padre en el que este había guardado los recortes de prensa de su hijo, una prueba de que el progenitor de Jordi estaba "orgullosísimo" de su hijo y que si no le decía "te quiero" no era porque no lo adorara, sino por un carácter reservado que le impedía expresar sus sentimientos (Jordi, además, aseguró que no conocía la existencia de ese álbum,a algo que contribuyó a que se sintieran nudos en la garganta en todo el plató).

Los ojos del jurado más duro del talent show culinario ya estaban brillantes cuando su hermana elogió el "tesón" que le había hecho avanzar en su carrera, incluso perdiéndose "muchas cenas familiares", algo que casi arranca una lágrima al catalán, que ya se había referido ampliamente a ese padre frío al que reconocía que se parecía más de lo que deseaba.

"Mi padre era de silicona. Yo tengo la misma enfermedad que tenía mi padre, que es a veces no saber sentir", explicó, antes de recordar el amor que sí sentía por su progenitor pese a todo.

"De niño me sentía muy chiquitito. Buscaba cariño desesperadamente, buscaba tener amigos, sentirme más integrado. Era malo en los estudios, era malo en casi todo", confesó."Me he emocionado y no me había pasado nunca en la televisión" (también, en un arranque de chulería, rechazó que él fuera un jurado duro. "Los que me acompañan son muy flojos", alegó).

Además de mostrarse más sofocado de lo habitual, y tímido y temeroso porque no sabía hasta donde podía escarbar Risto para lograr arrancar sentimientos a flor de piel, el chef pasó después a aclarar algunos de los puntos más polémicos de su carrera, y otros aspectos.

¿Becarios sin cobrar?

Por ejemplo, las declaraciones en las que, supuestamente, había defendido las prácticas y becas sin cobrar que le valieron una inspección de trabajo. "Me molesta que se hable del trabajo del stagier como algo negativo, como si fuera un abuso o una mala práctica", fueron las palabras recogidas por un reportaje de 'El Confidencial' que vio la luz el Día del Trabajador.

"Es una cerda mentira", aseguró a Risto, tras explicar la composición de las plantillas de sus restaurantes, formadas en su mayoría por profesionales. Sí admitió, sin embargo, que existe la figura del estudiante que necesita prácticas obligatorias para recibir su título, y que son quienes solicitan estar en las cocinas para aprender, como complemento a su formación. "Como si yo hubiera creado a los chicos en prácticas", se quejó antes de tener que admitir que, efectivamente, esos jóvenes no cobraban.

"Hemos puesto una residencia de estudiantes porque tenemos muchos chicos fuera para que tengan alojamiento y todas las dietas cubiertas", comentó.

También se refirió a la noticia de la compra de un palacete de 3 millones de medios que le atribuyó un medio, justo cuando medio país le recriminaba por su trato a los becarios. "¿Sabes quién vive en mi palacete? Mis becarios", respondió, "con dos pelotas".

La entrevista fue muy seguida en las redes, donde algunos mostraron su apoyo al chef Michelín en lo concerniente a su padre y otros aseguraron que el hecho de que el chef no pagara a sus becarios no era distinto a lo que hacen la mayor parte de las empresas. "Yo hago mis prácticas obligatorias en un colegio público GRATIS y no veo que nadie venga a quejarse", aseguraba una tuitera.