La historia detrás del 'Ikea vasco': de la ruina absoluta, al éxito por un buen titular

Descubrimos la curiosa historia de LUFE, el apodado 'Ikea vasco' que pasó de ser un pequeño negocio de pareja, a facturar millones de euros.

Nueva campaña de 'muebles deliberadamente feos' de LUFE, el Ikea vasco
Nueva campaña de 'muebles deliberadamente feos' de LUFE, el Ikea vasco / Rosalía del Río

Se llama LUFE (siglas de Local, Universal, Funcional y Ecológico) pero son muchos quienes lo conocen como el 'Ikea vasco', apodo por el que se dio a conocer en 2017 y que dio a un vuelco a esta marca de muebles de madera ecológica, diseño sencillo-friendly y precios bajos que, en ocasiones, ha copado titulares con sus campañas de muebles a un euro o, actualmente, con la colección 'Deliberadamente feos by LUFE' que ofrece la oportunidad de adquirir hasta el 10 de octubre algunos de sus modelos emblemáticos, construidos con lamas con "más vetas y nudos que nunca", por 0,13 euros.

La influencer Alba Parejo con un mueble de Lufe de la colección 'Deliberadamente feos'

La influencer Alba Parejo con un mueble de Lufe de la colección 'Deliberadamente feos'

/ Lufe

Sin embargo, fue antes, en 2014, cuando todo empezó, nos cuenta su fundador, Enrique Arrillaga, que explica cómo pasó de estar en 2015 en la más "absoluta ruina", a facturar el año pasado 12 millones de euros, cantidad que en 2024 podría aumentar hasta los 16 millones.

En esa carrera, hubo de todo: fracasos, desesperación y una idea que, al final, dio con la tecla adecuada. Sin embargo, no fue hasta un par de años después cuando se produjo el 'boom' por algo inesperado: un apodo que les asignó un periodista y que se hizo viral, elevándoles desde las catacumbas de Internet, hasta lo más alto de los tronos SEO.

"En 2014 lo perdimos todo"

"Yo me arruiné en una empresa familiar. Mi padre tenía una compañía de muebles, Indubrick. Trabajábamos el pino, teníamos aserradero, llegamos a tener 40 personas en plantilla, en Guipúzcoa. Empecé allí en el 92 y en 2014 lo perdimos todo", explica Enrique Arrillaga, cuando se le pregunta por los inicios de LUFE, esa compañía que hoy parece no tener límites.

Muebles de Lufe en el espacio popup abierto en Madrid

Muebles de Lufe en el espacio popup abierto en Madrid

/ Lufe

Fue entonces cuando empezó a tratar de vender productos por internet, pero ninguno llegaba a buen puerto. Primero lo intentaron con puertas de madera; después, con estanterías. Nada funcionaba.

"En 2014 mi mujer y yo estábamos embargados por la Kutxa, por el BBVA y por el Banco Santander", recuerda. Fue entonces cuando llegó la idea de hacer camas, un producto muy competitivo.

En 2014 mi mujer y yo estábamos embargados por la Kutxa, por el BBVA y por el Banco Santander

"Fuimos al taller de un amigo a hacer una página web para vender las camas. Así empezó todo. No podíamos pedir crédito porque no nos lo daban así que tiramos de algunos proveedores de antes que confiaron en nosotros. Les pedíamos que nos dejaran un poco de madera para empezar a funcionar".

Así nació LUFE en 2014, una pequeña firma de camas de madera de pino. Primero fue una empresa de dos, compuesta por él y su mujer. Luego, vinieron dos compañeros de la empresa que había cerrado y ya eran cuatro. Luego fueron seis y, después, ocho. Las camas, con precios muy asequibles y hechas de madera real, comenzaron a venderse a buen ritmo.

"Estábamos superorgullosos", señala el fundador de LUFE. Sin embargo, todavía no podían predecir el éxito que vendría, de golpe, dos años después.

El éxito SEO del 'Ikea vasco'

"En 2017 decidimos hacer una rueda de prensa y vino Mikel Ormazabal, un periodista de El País que nos llamó en su artículo 'el Ikea vasco'. Fue increíble. Aquel artículo se hizo viral. Nosotros lo llamamos el boom porque lo publicó en marzo y estuvimos hasta agosto trabajando a destajo, sábados, domingos y Semana Santa, por la alta demanda. A raíz de aquello, vino la tele alemana, la francesa... Salí en TVE, en un programa de emprendedores; me llamaron para dar charlas, salí en la revista Forbes que contaba cómo había salido de una situación complicada...", recuerda el fundador de LUFE, entre risas, mientras valora aquel impacto que supuso triplicar sus ingresos.

El espacio pop up en Madrid de la firma de muebles Lufe, el 'Ikea vasco'

El espacio pop up en Madrid de la firma de muebles Lufe, el 'Ikea vasco'

/ Lufe

El SEO fue uno de sus grandes aliados: si ponías la palabra Ikea en el buscador, la página de LUFE aparecía en la segunda posición de la lista de resultados. Hoy, la empresa, que sigue fabricando y tiene su centro de operaciones en un pequeño pueblo del País Vasco, Aizarnazabal, cuenta con una nave de 6.000 metros "y máquinas supermodernas". Y sigue utilizando su apodo mágico, si bien reconoce que no tienen tantas cosas en común con el gigante sueco.

Sí comparte con este, por ejemplo, que los clientes tienen que montarse el mueble en casa. Pero solo venden por internet, ya que no hay margen para pagar lo que supone abrir una tienda física. El gran volumen de ventas que manejan es la razón de que los números salgan y que los precios al consumidor sean tan atractivos.

Muebles baratos de madera maciza

"Para mí el producto es una maravilla", señala Arrillaga sobre ese negocio que hoy vende, además de camas, estanterías, cómodas, percheros, burros, mesas o sillas, entre otras piezas, y siempre a un precio sorprendentemente barato. "Siempre trabajamos con madera de pino certificada, madera maciza, que es la que es sostenible. Esto es como una lechuga: la plantas y te la comes. Y fabricamos en Aizarnazabal (Guipúzcoa). ".

Actualmente están instaurando el sistema japonés 'lean manufacturing', que minimiza los desperdicios de la fabricación, y distribuyen en Francia, España y Portugal. Italia está a la vista.

Su última campaña es la Colección Deliberadamente Feos by LUFE, una iniciativa que reivindica los muebles de lamas con vetas y nudos, porque así es la madera que hay en la naturaleza. Hasta el día 10 de octubre, además, se puede optar a un sorteo en el que los ganadores podrán adquirir su mueble favorito al precio de 0,13 euros.

Síguele la pista

  • Lo último