Hiba Abouk vuelve a la tele tras 5 años: "Ha sido brutal"
Junto a Belén Rueda, protagoniza la tercera temporada de 'Madres. Amor y vida', la serie revelación de Prime Video en 2020. Nos hablan sobre cómo ha cambiado su vida...
Nos reunimos por videoconferencia... y es que son fechas muy malas para coincidir en Madrid; de hecho, Belén ya está en la playa con su chico y pillamos a Hiba cogiendo un avión a Barcelona junto a su hijo, donde rodará un corto con Kike Maíllo (y estrenará en el Festival de Cine de San Sebastián). Esperando a que la nueva madre acabe de acoplar todos los suplementos que solemos llevar cuando viajamos con un bebé, Belén nos confiesa que solo ha coincidido con Hiba en la sala de maquillaje. «Con la covid-19 se han hecho tantos grupos burbuja en los rodajes, que si no tienes secuencias es difícil coincidir... así, si alguno da positivo no se para el rodaje al completo, solo la trama», nos cuenta la protagonista de esta serie de Alea Media, la productora de Aitor Gabilondo (“Patria”, “Vivir sin permiso”). Belén ha protagonizado las tres primeras temporadas de “Madres”, pero en la cuarta cede el testigo a su hija, Belén Écija (“La valla”): «Me llevé una alegría cuando la cogieron... Ya sabes, siempre te alegras más por tus hijos que por ti misma. Ahora se quieren centrar más en los médicos MIR, hay relevo generacional y todo el elenco es mucho más joven (como Enric Masip, Álvaro Rico o Júlia Molins)», explica.
Con todo el contenido audiovisual que tenemos en oferta en las plataformas de streaming, ¿por qué tendríamos que ver “Madres”? ¡Vendédnosla!
Belén Rueda: ¡Vamos Hiba, dale! (risas).
Hiba Abouk: Toca temas universales. Todas tenemos una madre o lo somos y nos podemos sentir identificadas, empatizar, entender al otro, vernos en situaciones que nos han pasado. Esta no es una serie de hospital. Es sobre un grupo de mujeres que cruzaron junto a sus hijos la puerta de entrada y dejaron de ser abogadas, periodistas o cajeras para convertirse en madres. Solo madres. Y, junto al sufrimiento, también hay complicidady humor. Y drama... Es un reflejo de la sociedad muy bien planteado y que te hace pasar un buen rato.
Belén: Como es la tercera temporada, hemos podido ver la reacción del público y lo identificado que se siente ante problemas como los trastornos alimenticios, algo que toca a Marian, mi personaje y a Elsa, mi hija (interpretada por Carla Díaz), que lucha contra la anorexia. Nos escribían a las dos diciéndonos que, gracias a la serie, habían entendido mejor lo mal que se pasa por ambas partes. En “Madres” no hay moraleja, pero nuestra propuesta refleja ambas caras de la moneda y, viéndolo desde fuera, es esclarecedor. A las familias les ayuda. Porque las madres tendemos a ocultar nuestro sufrimiento si son nuestros hijos los que nos producen inquietud y dolor para que no se preocupen y nos les permitimos vivir las cosas como son. Les sobreprotegemos.
Hiba: Es que somos egoístas y no nos damos cuenta de la honda expansiva del daño. Y en ese sentido, la serie te acompaña, te sirve de apoyo psicológico porque esos problemas tan graves son complicados de contar a tus amigas y se quedan en familia y te sientes muy solo. De ahí que existan grupos de ayuda que resultan vitales.
¿Habéis tirado de vuestra realidad como madres para interpretarlas? Belén, ¿tú hubieras abandonado tu trabajo por acompañar a tu hija en el hospital?
Yo soy muy extrema... De hecho, lo he hecho, por desgracia (su hija María falleció de una enfermedad coronaria cuando tenía un año). Cuando entras a un hospital con tu hijo, con una enfermedad larga, te haces una vida paralela y te formas allí una nueva familia. En esta temporada lo contamos a través del personaje de Lucía Jiménez: te quedas enganchada a una forma de vida que no es la “normal” y tienes hasta tus momentos buenos, de risas y compañerismo. Yo tengo una trama con Carlos Bardem, que es un padre de acogida de un chico problemático... En los hospitales hay tiempo para todo, sobre todo para conocerse a sí mismo y a los demás.
¿Y tú, Hiba, hubieras sido madre soltera?
Por supuesto, y más después de la experiencia que he tenido. Después de tener un hijo, ese sentimiento de maternidad es tan fuerte que no hay obstáculos. Obviamente, es mejor hacerlo acompañada, pero si no, es posible y lícito hacerlo sola. Tampoco me gusta pensar en mí misma cuando interpreto a un personaje, pero hay momentos en los que no lo he podido evitar, porque está tan reciente... como cuando grabamos el momento del parto. Aunque procuro que todo salga de mi imaginación.
¿Qué tipo de madre sois vosotras? ¿Os parecéis a vuestros personajes?
Belén: No, Marian es demasiado obsesiva... Yo estoy muy pendiente de ellas, pero como ya son mayores (Belén, con 27, es actriz y Lucía, de 22, estudia Psicología), les dejo hacer. Prefiero ver cómo son capaces de solucionar sus cosas y que me lo cuenten. A mí me gusta tener los pies en la tierra y en eso me ayuda mi familia, con muy buen criterio, me acercan siempre a la realidad.
Hiba: Yo me sorprendo a mí misma como madre. No tenía ni idea de lo que era y de repente me quedé embarazada y tuve a mi hijo y me empecé a empaparme y a leerme un montón de libros sobre nutrición y psicología infantil, hice un curso de primeros auxilios. Y nunca lo hubiera imaginado... soy una madraza, la verdad. Le hago unos menús biológicos brutales todas las semanas y juego a cosas que no sabía ni que existían. Mis amigos dicen que tengo manga ancha porque le dejo experimentar de todo y es demasiado libre, pero me gusta hacerlo así, ya veremos más adelante (risas).
¿Os ha costado recuperaros a vosotras mismas, aparcar el papel de madre de vez en cuando?
Hiba: ¡Qué va! Para nada, yo tengo mis momentos para mí misma, que son fundamentales, para seguir haciendo lo que me gusta sin mi hijo y seguir siendo quien he sido sin él. La maternidad me llena, me aporta y me ha hecho diferente, pero hay que hacerlo también por él: debe averiguar quién es sin su madre, sin la carga protectora 24 horas. Son nuestros hijos, pero no nos pertenecen.
Belén: Sí, es importante despegarse, porque aunque les quieras contar tu propia experiencia, tienen que vivir la suya. Y para eso tienen que ver que tú eres independiente, que entras, sales y haces un trabajo que te apasiona, como el nuestro. Cuando eran pequeñas, yo renunciaba a rodar fuera y me alegro mucho de haberlo hecho. Ahora tengo una segunda vida laboral y viajo a Latinoamérica, a África y ellas disfrutan de mi experiencia.
¿Qué tipo de ficción consumís?
Hiba: Aprovecho los viajes para hacerlo, que ahora me muevo mucho. Y me ha dado por los thrillers... Acabo de rodar una miniserie francesa de seis capítulos, “J’ai tué mon mari”, y me he enganchado. Belén: Yo tengo el teléfono lleno de recomendaciones, para que no se me olviden, y voy saltando de una a otra, sobre todo miniseries. Las largas, que tienen varias temporadas, no me da tiempo a seguirlas.
Hiba: Sí, a mí las que tienen muchas temporadas me dan pereza, también.
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