Las tres habilidades que toda empresaria debe tener para liderar un equipo

Marta Cereceda, 'coach' especializada en mujeres empresarias, nos descubre las capacidades que cualquier mujer necesita para liderar en su profesión.

Marta Cereceda, 'coach' de empresarias y directivas.

Marta Cereceda, 'coach' de empresarias y directivas.

/ D.R.

Según datos del Instituto Europeo para la Igualdad de Género (EIGE), las mujeres españolas cuentan con peores perspectivas de carrera profesional que los hombres. La igualdad laboral aún no ha llegado, según muestran los últimos datos. Una brecha salarial que no se cierra, los cuidados que siguen feminizados... No en sencillo ser mujer, conciliar y convertirte en una líder. De todo eso sabe mucho Marta Cereceda, coach especializada en mujeres empresarias. Con su labor, dota a las jefazas de las habilidades necesarias para serlo.

"No tenemos identificadas ni aprendidas las habilidades necesarias para ser una buena líder en nuestro propio negocio", explica Marta Cereceda. Por eso, anima a conocerlas y trabajar en ellas. "Así, podemos sentar unas buenas bases de cara al equipo de trabajo, clientes o colaboradores", afirma. Además recalca que "trabajarlas nos da mayores beneficios tanto emocionales, como sociales y monetarios".

Para Cereceda, mejorar las condiciones laborales de las mujeres españolas pasa por identificar las barreras que hacen que tengan peores perspectivas de carrera profesional. "De ellas, habrá algunas que se escapen a nuestro control, pero otras no", apunta, "debemos centrarnos en lo que sí podemos hacer por nosotras. Por ejemplo, tomarnos muy en serio, y adquirir las habilidades necesarias para ser auténticas líderes de nuestros negocios y nuestras vidas. Así podremos encontrar y mantener el equilibrio que nos permite vivir y disfrutar de nuestras pasiones. Y favorecer siempre que podamos la igualdad de oportunidades y derechos".

¿Cómo y por qué te convertiste en ‘coach’ especializada en mujeres empresarias?

Todo empezó el día en que me di cuenta de que, literalmente, no le recomendaría mi vida a mis hijos. La situación en la empresa que teníamos mi marido y yo era insostenible y aquello me afectó hasta niveles de estrés muy elevados. Llegué al punto de no reconocerme a mí misma. Entonces decidí hacer lo que me daba más miedo, dedicarme a lo que realmente me apasionaba, el desarrollo personal. Empecé formándome en las mejores escuelas y volviéndome a reconstruir. Lo que pasé, no hubiera sido igual si hubiera sabido lo que sé ahora. Por esa razón, quiero ayudar a las mujeres empresarias que están en el punto en el que me encontraba yo hace unos años. Porque ahora sé que es posible tener equilibrio en tu vida personal y profesional y aprender a gestionar el estrés que generan ciertas situaciones en una empresa, si tienes las herramientas adecuadas y las capacidades de liderazgo necesarias.

¿Cuál consideras que el mayor logro que consigues como mentora de empresarias?

Las mayores transformaciones que consiguen las mujeres con las que trabajo son sentirse libres internamente de ser ellas mismas y poder liderar sus negocios y sus vidas siendo coherentes con quienes son realmente. Y por supuesto, disfrutando de lo que hacen cada día.

Marta Cereceda, 'coach' de empresarias y directivas.

Marta Cereceda, 'coach' de empresarias y directivas.

/ D.R.

¿Qué te suelen pedir las mujeres líderes, cuáles son las necesidades que más se repiten?

Se repite mucho la perdida de motivación, el sentirse un fraude, las emociones incómodas como la tristeza, la sensación de culpa, no saber gestionar el estrés y por supuesto, niveles altos de estrés crónico. Lo que quieren es entender por qué les pasa todo esto, después de haber conseguido tanto con su negocio. Son mujeres que han logrado lo que se propusieron, sin embargo están muriendo de éxito. Quieren tener lo que han perdido. En algunos casos algo que no han tenido nunca: el equilibrio entre su vida profesional y personal, vivir tranquilas, con coherencia, sin sentirse agobiadas y con la sensación de que todo se hace muy cuesta arriba.

¿Por qué crees que suele ocurrir esto con frecuencia a las mujeres con poder?

Nos pasa por diferentes motivos. Porque perdemos de vista la importancia de tener un negocio que sea coherente con quienes somos nosotras. Nuestro negocio es un reflejo nuestro y si no estamos en sintonía, estamos en incongruencia. Como personas, evolucionamos y también lo hacen, por lo tanto, nuestros negocios. Así que el autoconocimiento personal es el primer pilar importante para evitar llegar al limite. Al no tenerlo, no sabemos gestionar el estrés del día a día y se acaba convirtiendo en estrés crónico, por lo que es necesario un profesional que nos ayude a trabajarlo y aprender a manejar las diferentes situaciones que hacen saltar nuestras alarmas internas.

¿Sufrimos todas el síndrome de la impostora?

Todas hemos pasado por el síndrome de la impostora y en cierto modo era algo previsible ya que hemos sido educadas para ser perfectas, no valientes. Nuestros niveles de autoexigencia son tan elevados que nos pueden hacer dudar constantemente de nosotras mismas. Es la autocrítica constante la culpable de esto.

¿Cómo superarlo?

Haz por ser consciente de la cantidad de maravillas que haces día tras día, no empequeñezcas tus logros. Date cuenta de cada obstáculo que superas, sé consciente de tus talentos, de cómo los usas. Esto es una labor de por vida porque, al fin y al cabo, esto va de amor a una misma y te queda mucha vida para quererte.

¿Y cuáles te parecen las mejores cualidades que observas en las empresarias a las que haces coaching?

¡Muchas! Coraje, ganas de superación, determinación, integridad, amor por su pasión, perseverancia…

¿Son los cuidados el gran techo de cristal contra el que chocamos todas en algún momento?

Si te refieres a los autocuidados, te digo que sí. Lo del ‘ya me cuido yo luego’ está extendido desde nuestras antepasadas. Y se empieza con ‘el filete peor hecho para mi’, ‘el huevo que se ha roto me lo como yo’, cosas del día a día que acumuladas nos dicen lo mucho o poco que nos cuidamos a nosotras mismas. Nosotras tenemos que cuidarnos, ya no sólo porque cuando nos cuidamos se beneficia nuestro entorno (hijos, pareja, familia etc), sino simplemente por amor a nosotras mismas. Cuídate porque sí, y punto. Porque te gusta mimarte y pensar en ti.

Sin embargo, parece que vinculamos el hecho de cuidarnos con el egoísmo…

Sí, cuando las mujeres nos cuidamos hay una creencia extendida de que somos egoístas, y la sensación de culpa aparece vestida de gala. Pero cuidarte se llama amor propio y tenemos que tenerlo muy en cuenta, ya que tendría que ser nuestro gran compañero de vida. Haz un contrato contigo misma de los momentos irrenunciables que te vas a conceder para cuidar de ti.

¿Qué consejos darías a las lectoras de WOMAN para mejorar en su profesión y en su vida?

Vivir en coherencia con una misma, para vivir desde el ser, para después hacer y por ultimo tener. Todo lo que consigas desde la autenticidad y la coherencia de ser tu misma es un legado para contigo que nadie te puede quitar.

Las tres habilidades que necesitan las mujeres líderes

Por último, le pedimos a Marta Cereceda, coach especialista en líderes y directivas, que nos explica cuáles son las tres habilidades que toda empresaria debe tener para liderar un equipo. Además, explica cómo desarrollar cada una de ellas.

  • La primera, el autoconocimiento. “No es fácil liderar a un equipo si no te conoces a ti misma y no eres capaz de liderarte tú. Cuando te conoces es más fácil darte cuenta qué les esta pasando a los que te rodean. Pero si no conoces tus propios límites y tus motivaciones, si no sabes qué es lo que te impulsa a avanzar, es imposible que puedas ir en la dirección correcta. El camino del autoconocimiento es un acto de fe. ¿Quieres conocerte a ti misma? Hazte las preguntas adecuadas y sé valiente para responderlas. ¿Qué le preguntarías a una persona que te resulta super interesante y que acabas de conocer? Hazte a ti misma esas preguntas. Puedes empezar por hacerte una lista y dedicarte un tiempo solo para ti y tu introspección. Merece la pena”.

  • La segunda, el respeto. “Esta habilidad nos permite trabajar con todo tipo de personas y enriquece, tanto a nivel personal como a la empresa. Respetar el pasado de cada persona, sus vivencias, su emociones, sus valores, su manera de ver la vida. Da valor a lo que hace que cada miembro del equipo sea distinto, y pregúntate: ¿qué beneficio está aportando esa diferencia?”

  • La tercera, sé un modelo. “Las personas miramos hacia los líderes en busca de un espejo que nos ayude a crecer y esto facilita muchísimo el trabajo y las relaciones en el equipo. Actúa de manera que los demás quieran mirar hacia ti”.

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