Ir al gimnasio con resaca es malísima idea, lo dice la ciencia

Muchos gimnasios ponen sus clases más cañeras los sábados y los domingos por la mañana porque está de moda 'sudar el alcohol' de la noche anterior. Estos entrenamientos pos-resaca son la extensión de la vida social que supone una noche de fiesta y es un modo de purgar los excesos de la noche anterior.

Sin embargo, los expertos advierten que entrenar con resaca no es buena idea. En primer lugar, no cura la resaca, no hay ningún entrenamiento capaz de deshacer el daño que supone para el cuerpo y el cerebro una noche de mucho alcohol.

No es posible sudar el alcohol. Cuando bebemos alcohol el cuerpo lo identifica como una toxina y pone al hígado a trabajar para limpiar y eliminar. El problema es que el hígado solo tiene capacidad de metaforizar cierta cantidad de alcohol en una hora -un chupito de vodka, dos copas de vino o un mini de cerveza-.

Si tomas más de esa cantidad de alcohol en ese tiempo, el hígado no va a ser capaz de eliminar todo y acabarás con resaca. El organismos eliminará las toxinas por la orina y el sudor. Por eso quizás alguna gente puede oler al día siguiente en el gym a algo similar al quitaesmalte o al vinagre.

Pero, ¿por qué el ejercicio no te curará la resaca?

Se necesita tiempo para que el alcohol se elimine del organismo y no hay atajos. Machacarte en el gym no te va a ayudar, incluso intentar “sudar el alcohol” puede empeorar tu resaca. Recuerda que cuando tienes resaca probablemente estés deshidratada, y eso sucede porque el alcohol inhibe la liberación de la vasopresina que es una hormona que ayuda al cuerpo a equilibrar sus líquidos.

Si entrenas cuando ya estás deshidratada puedes exacerbar los síntomas de la resaca, entre ellos el dolor de cabeza, la fatiga, la “empanada mental” y la tristeza.

Si a pesar de todo decides entrenar, escoge un entrenamiento cardio que sea suave y no olvides hidratarte mientras practicas ejercicio.

Para combatir la resaca lo mejor que puedes hacer es rehidratarte para reponer los electrolitos perdidos y comer carbohidratos. Si escuchas al cuerpo verás que te lo estará pidiendo a gritos. Y seguramente no te mande tantas señales positivas cuando se te pase por la cabeza irte al gimnasio.