¿Qué significa que un alimento es 'eco', 'biológico', 'organico' o 'sostenible'? ¿Es lo mismo?
Las diferentes etiquetas para saber qué estamos comiendo.
La preocupación por comer sano ha cambiado nuestra cesta de la compra, nuestra lista de aplicaciones móviles y nuestros gurús digitales. Y no solo nos interesa conocer el valor nutricional de los productos y asegurarnos de que no tienen montañas de azúcar, sodio o grasas saturadas; además, buscamos que su origen sea lo más natural posible y que respete el medio ambiente. Y nos encanta encontrar la palabra 'bío' o 'eco' en las cajas de alimentos. Pero, ¿qué significan realmente estas últimas etiquetas? ¿Son lo mismo?
Para empezar, has de saber que la legislación de la Comunidad Europea considera sinónimos a términos como ecológico, orgánico y bio, y que define la producción de este tipo como un sistema "que combina las mejores prácticas medioambientales, un alto nivel de biodiversidad, la preservación de los recursos naturales, la aplicación de los estándares de bienestar animal y un método de producción (...) que usa sustancias naturales y procesos naturales (...). Por otra parte, distribuye bienes contribuyendo a la protección del entorno tanto natural como animal y el desarrollo rural".
Aunque es cierto que los términos muchas veces se entremezclan entre sí y llegan juntos, hay ciertas diferencias entre ellos atendiendo al aspecto en el que se centran. Son estas:
¿Qué es un alimento ecológico?
Es la definición más amplia de todas. Hace alusión a un alimento cuyo proceso ha estado libre de pesticidas, antibióticos, fertilizantes sintéticos, aditivos o conservantes, y todas sus etapas de crecimiento se han dado como en la naturaleza, sin intervención artificial. Además, no pueden tener más de un 5% de ingredientes procedentes de Organismos Genéticamente Manipulados (OGM), según la legislación vigente.
En el caso de verduras y frutas, implica, entre otras cosas, que la semilla sea ecológica, que los fertilizantes estén hechos con compost o sustancias de origen ecológico, que no hayan participado plaguicidas químicos en su cultivo y que hayan optado por métodos naturales (por ejemplo, mariquitas para acabar con una plaga de pulgones, o determinados hongos y bacterias para eliminar insectos). También admite pesticidas naturales que se elaboran de forma casera a partir de plantas repelentes y ciertos productos fitogramacéuticos.
En el caso de la ganadería ecológica, esta come alimentos ecológicos y no se le administran hormonas de crecimiento ni antibióticos.
Sus ventajas son que, además de que estos productos son, por lo general, más saludables porque no contienen sustancias que no son beneficiosas para nuestro organismo (el producto final está libre de transgénicos, plaguicidas u otros añadidos artificiales), los métodos que se utilizan para sus cuidados son más respetuosos con la flora y la fauna, controlan la emisión de gases y favorecen la biodiversidad, Por otra parte, su producción es más cara y que los métodos de cultivo o de cuidado de los animales son más lentros y menos eficaces.
Existen diferentes sellos que garantizan que un producto es ecológico. Por ejemplo, en España cada Comunidad Autónoma tiene su propio sello que identifica un producto de agricultura ecológica. También existe un sello ecológico de Europa, en color verde y con 12 estrellas blancas dibujadas que forman la silueta de una hoja.
¿Qué es un alimento 'Bio' o biológico?
Significa que ninguno de sus componentes ha sido alterado genéticamente y, por tanto, no es un producto transgénico. Las modificaciones genéticas no son infrecuentes en productos como el maíz, ciertos cereales o frutas con el fin de modificar algunas propiedades, hacerlas más resistentes o modificar aspecto o sabor.
¿Qué es un alimento transgénico?
Son los que poseen en su composición uno o varios genes diferentes. Es decir, han sido alterados genéticamente con el fin de que tengan un determinado tamaño, aspecto o sabor, o para sobrevivir más fácilmente a plagas o crecer más rápidamente. Frente a sus ventajas, son muchos quienes les achacan efectos negativos a largo plazo sobre la salud, o les culpan del desarrollo de alergias, intolerancias y otras enfermedades.
En cuanto a medioambiente, al ser más resistentes que los no modificados, existe el riesgo de que invadan y se apoderen de otros ecosistemas de especies originales, propiciando su final.
¿Qué es un alimento orgánico?
Se trata de un producto que no ha sido sometido a ninguna intervención química y está libre de productos de síntesis química para ser mejorado. Por lo tanto, está compuesto de productos 100% naturales.
¿Qué es un alimento sostenible?
Aunque prácticamente suele ir parejo a los adjetivos anteriores (orgánico, ecológico...), se centra en el respeto al medio ambiente y que contribuyan al crecimiento de la economía local. Dentro del apartado de ls etiquetas que identifican los productos sostenibles, se puede distinguir entre las ecológicas (productos que benefician al medioambiente), ecológicas sociales (tienen en cuenta aspectos sociales y ecológicos) y energéticas (contribuyen al ahorro de energía).
La dimensión sostenible de un alimento, sin embargo, no tiene que ver con que sea más saludable, según nos advertía hace unos meses la experta en Nutrición Boticaria García: "Los alimentos ecológicos pueden ser más sostenibles pero no tienen por qué ser más saludables. Unas galletas ecológicas siguen siendo unas galletas, un producto poco saludable", explicaba en relación a las nuevas aplicaciones nutricionales que habían aparecido en el último año.
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