Cómo reconocer un alimento milagro

No pueden faltar en tu dieta, pero hay que saber reconocerlos.

Alimentos estrella

Cómo reconocer un alimento estrella. 

En temas de nutrición cada vez es más común que te quieran vender la moto. Literalmente.  Por eso hay que desarrollar un olfato capaz de detectar cuando un alimento está a punto de escalar al podio divino y convertirse en una especie de pócima que lo cura todo a la vez que sirve para perder y deja la piel resplandeciente. Hemos hablado con algunos nutricionistas que nos dan algunas pistas para reconocer cuando un alimento nos lo están vendiendo como demasiado bueno.

Exotismo

Ha de ser un ingrediente raro y escaso, y cultivado en cantidades muy pequeñas y en zonas de difícil acceso, Por ejemplo, los “Si es un alga debe crecer a 5000 metros de profundidad en las fosas Marianas, si es una baya no deberá encontrarse en ningún lugar más accesible que la cordillera del Himalaya”, señala el nutricionista Juan Revenga., que señala que debe tratarse de “un producto glamoroso del que no se haya oído hablar mucho”.

Secreto

Es un ingrediente cuyos beneficios se han mantenido en secreto hasta el momento de la revelación que lo convierte en epifanía. Su modo de uso se ha guardado bajo siete  llaves y ha sido transmitido de generación en generación por alguna civilización milenaria, de recóndita ubicación, cuyas tasas de longevidad reten los límites de la biología. Un caso muy conocido es el de la tribu hunza, “el pueblo de la eterna juventud”, un pueblo que vive a 2.400 metros de altura en el valle del Río Hunza al norte de Pakistán. A su dieta rica en vegetales y proteínas se le atribuye la longevidad de sus miembros que se dice que pueden vivir 120 años. Luego se ha descubierto que cuentan el tiempo de su vida según la sabiduría de las personas y no según el tiempo transcurrido a partir de su fecha de nacimiento.

Estacionalidad

Como los buenos milagros renacen de sus cenizas a buen ritmo en mitad de la primavera, y van tomando cuerpo a medida que los días se alargan y las primeras subidas de la temperatura recuerdan que hay que irse sacando ropa de encima con el consiguiente descubrimiento de la grasa que se ha acumulado durante el invierno. Con el verano ya instalado en nuestras vidas, el producto milagro de turno vive su momento de gloria y esplendor. Se consume como en ninguna época del año y todas las esperanzas, casi siempre relacionadas con adelgazar o parecer más joven y fresco, están puestas en sus pretendidos beneficios.

Origen natural

Su composición debe ser 100% natural, no debe estar contaminado por ningún elemento químico ni debe haber tenido ninguna relación con cultivos transgénicos. “Es la clásica mala interpretación que suele hacerse de lo natural como lo bueno, y de otorgársele una maldad intrínseca a la química, cuando por ejemplo, un cultivo que no haya estado expuesto a determinados pesticidas puede ser peligroso”, explica el autor del libro Adelgázame, Miénteme (Ediciones B. 2015)

Exclusividad

Para beneficiarse del producto milagro hay que tomarlo en exclusiva. No tolera compartir su estrellato con ningún otro nutriente que, según los postulados del ingrediente milagroso de turno, invalidaría o neutralizaría sus efectos. “Hacen responsables a un solo nutriente de toda la batería de beneficios: la pérdida de peso, la recuperación del tono muscular, la tersura de la piel … cuando lo importante es el conjunto de la alimentación y el estilo de vida”, explica Revenga.  Además, la publicitada escasez y lejanía del ingrediente justifica sus altos precios.

Llevan purga incorporada

Casi todos llevan pecado y purga incorporada por los excesos cometidos a lo largo del año que obligan a autoflagelarse y a poner un producto talismán en el centro de la dieta para “purificar”, “regenerar”, “desintoxicar”. “Una función que hacen el riñón, los pulmones y otros órnanos de las personas sanas sin necesidad de acudir a un producto milagro”, señala el profesor Bioquímica de la Universidad de Valencia J. M. Mulet.

 

Promesa Express

Dicen exactamente lo que quieres oír. A saber que en un tiempo récord conseguirás los resultados de un año buena alimentación y práctica de actividad física. Prometen el atajo rápido, fácil de seguir, al alcance de todos. Siempre que, por supuesto, se consuma el producto en la cantidad y del modo que está previsto en las instrucciones de uso.  Unas promesas que pueden traer grandes cuotas de frustración porque la verdad, según cuenta el nutricionista Revenga, es que “adelgazar no es fácil”. Y mantener el peso perdido, mucho más difícil.

Se basan en un solo estudio científico

Estos productos suelen vincularse a nombres de médicos de famosos, algunos poco conocidos. Y sus beneficios dicen estar respaldados por estudios, casi siempre uno solo, hechos con diseños de dudosa eficacia o en poblaciones muy pequeñas. Casi nunca vienen acompañados de una batería de ensayos potentes, variados y realizados en poblaciones diversas, que apuntalen la evidencia científica de sus beneficios casi siempre contados con lenguaje grandilocuente.

Inundan el mercado en tiempo récord

A pesar de su exotismo, la dificultad para acceder a ellos o su pretendida rareza los productos milagros empiezan a aparecer por todas partes como si de repente una planta de producción se hubiera trasladado al Himalaya o hubiera bajado a las profundidades de las fosas Marianas. Algo que es escaso no puede aparecer por arte de magia en todos los herbolarios de la ciudad.

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