Gal Gadot quiere ser Cleopatra... y se ha liado. ¿Está Hollywood haciendo 'whitewashing' de nuevo?

No están los ánimos raciales como para que una actriz israelí anuncie que quiere ser la nueva Cleopatra. ¿Nos encontramos ante el enésimo caso de “blanqueamiento” racial hollywoodiense o en este caso no deberíamos fijarnos en la raza del personaje? El debate está servido.

Gal Gadot en la gala MET

Gal Gadot en la gala MET.

/ D.R.

Hubo un tiempo en el que en las pantallas de cine un señor tan british como Alec Guinness podía hacerse pasar por el príncipe Faisal de Arabia con soltura solo por dejarse una barbita puntiaguda y ponerse un turbante porque ni nos inmutábamos. Pero esta costumbre de fichar a un actor blanco y tunearlo para que parezca de otra raza tiene un nombre, 'whitewashing', y por si te lo preguntas, sí, es racismo. El 'whitewashing' no solo nos hace creer a todos que el mundo es blanco, es que supone robarle la oportunidad a una actriz o un actor de una minoría étnica de dar el salto para convertirse en un referente cultural para su comunidad y el resto del planeta. Y de eso mismo acaban de acusar a nuestra querida Wonder Woman, Gal Gadot, tras anunciar que tiene intención de encarnar a la mismísima Cleopatra.

Es de suponer que cuando Gal Gadot dio a conocer su intención de volver a colaborar con la directora Patty Jenkins para encarnar a la reina de Egipto no se esperaba la reacción de las redes sociales. No fue buena. De repente, lo que parecía la buena noticia inclusiva del día (una película protagonizada por una mujer, dirigida por una mujer y escrita por una mujer iba a recibir una inversión millonaria para ponerse en marcha) se convirtió vía Twitter en la enésima acusación de que Hollywood es incapaz de escoger protagonistas femeninas racialmente ajustadas al personaje que interpretan (o como explicaron gráficamente en un tweet “más marrones que una bolsa de papel”).

Angelina Jolie en 'Un corazón invencible'.
Angelina Jolie en 'Un corazón invencible'. / D.R.

El whitewashing, una tradición hollywoodiense

Gal Gadot no ha sido ni la primera ni la última actriz acusada de practicar el 'whitewashing' en su beneficio. La mismísima Angelina Jolie, que desde hace años ha sido la candidata para convertirse en la nueva Cleopatra, le puede dar a la isarealí un par de consejos sobre el tema. No en vano ya en 2007 le cayó una buena por su interpretación con peluca de rizos y autobronceador de Mariane Pearl (la protagonista de 'Un corazón invencible') que, en la vida real, es una mujer de ascendencia afrochino-cubana.

Jolie se defendió diciendo que la misma Mariane Pearl le había dado permiso (claro, porque si te pide hacer de tiAngelina Jolie te pide hacer de ti, tú dices que no) y repitió la experiencia un año más tarde en 'Wanted', en la que interpretó a un personaje que en la obra original era asiático. Esta segunda vez nos ahorró a todos la peluca. La misma vía que siguieron Jennifer Connelly en 'Una mente maravillosa' y Scarlett Johansson en 'Ghost in the Shell' en las que directamente pasaron de prótesis y obviaron el hecho de que interpretaban a una mujer salvadoreña la primera y a un personaje japonés la segunda.

Zoe Saldana como Nina Simone

Zoe Saldana como Nina Simone.

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¿Hacia una imagen más realista de la diversidad?

Que tu piel no sea blanca tampoco asegura no recibir críticas de “blanqueo”: cuando en 2016 la actrizZoe Saldaña decidió encarnar a la inigualable cantante de jazz Nina Simone en su biopic, la noticia tampoco se acogió con agrado. Saldaña no es una actriz blanca, pero tampoco es tan negra como sí lo era Simone (de hecho, se tuvo que poner una prótesis en la nariz y oscurecerse la piel para rodar la película).

Medios explicaron que la elección de Saldaña era un juego más de Hollywood, ese lugar “donde las mujeres negras ni siquiera son consideradas para interpretar a mujeres negras”. Y la propia Saldaña, con la perspectiva de los años, también se ha alineado con las fuerzas “antiblanqueo”. En una entrevista realizada este año en la cuenta de Instagram BESE ha afirmado que en aquel momento debería haberse dado cuenta de que la opción correcta era usar su influencia en la industria para que escogieran a una actriz tan negra como Nina Simone.

Elizabeth Taylor en 'Cleopatra'

Elizabeth Taylor en 'Cleopatra'.

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¿Somos tan sensibles como Saldaña a cómo ha evolucionado el tema del whitewashing hollywoodiense? Seguramente ya no pagaríamos una entrada de cine por ver a un señor de Iowa como John Wayne haciendo de Gengis Khan, ¿pero nos chirriaría ver a otra Cleopatra blanca en la gran pantalla? Al fin y al cabo la que todos tenemos grabada a fuego en nuestras mentes es la de la blanquísima Elizabeth Taylor. Los defensores del casting de Gal Gadot dan otro argumento a su favor: Cleopatra era de ascendencia griega, no egipcia… y realmente nadie tiene ni idea de cuál era su aspecto. Una cosa está clara, su nuevo aspecto va a ser moreno, delgado y blanco.

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