El lado oscuro de correr con música

Sí, no es todo bueno. He aquí la explicación.

Correr con cascos

Correr con cascos

Si eres de las que no entrenas sin escuchar tus 'playlist', tus 'podcasts' o incluso sin encender la tele para ver tu serie favorita debes saber que investigaciones recientes relacionan las distracciones visuales y auditivas durante el entrenamiento con una subida de las lesiones en las piernas.

Mientras más cosas tenemos en la cabeza mientras hacemos deporte menos atención y cuidado ponemos en la manera de entrenas, la postura, los aspectos biomecánicas, los obstáculos del camino, o incluso la fuerza y la intensidad a la que entrenamos.

Esta es la primera vez que se compara a corredores distraídos con aquellos que corren sin nada que distraiga su atención del entrenamiento. Los investigadores del Departamento de Ortopedia y Rehabilitación de la Universidad de la Florida comprobaron que cuando los corredores iban distraídos ponían más fuerza en sus piernas y corrían a una velocidad mayor que la que se podían permitir, si se les comparaba con los que corrían sin distracciones. Además, los distraídos tendían a respirar con más esfuerzo y presentaban una frecuencia cardiaca más elevada. En general pisaban más fuerte sobre el terreno, lo cual suponía en caso de caída, lesiones de mayor importancia.

Los investigadores, dirigidos por el profesor Daniel Herman, creen que las personas que corren escuchando música son especialmente vulnerables a las lesiones. Herman reconoce que algunos 'playlist' ayudan a rendir mejor pero recomienda que no se escuche música nuevo o 'podcast' a los que haya que prestar atención mientras se entrena. 'Por ejemplo, si vas a correr o a ir en bici por una ruta nueva no conviene escuchar algo que atrape tu atención, como una playlist nueva, una serie o un podcast', dice Herman.

Esta no es la primera investigación que cuestiona el hábito de correr o entrenar mientras hacemos otra cosa. Dos estudios recientes demostraron que whastappear o hablar por teléfono impactaban negativamente tanto sobre el equilibrio como sobre la intensidad del entrenamiento. Sin embargo, ninguno de estos dos estudios encontró que la música no era conveniente para entrenar.

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