Cuatro razones por las que huimos de las pesas en el gimnasio

Las chicas tememos a las pesas. Eso es una verdad establecida. Los músculos nos gustan en teoría … y en los chicos. La verdad es que a nosotras nos horroriza el volumen en los brazos y los gemelos y como no estamos muy seguras de dónde está el punto medio y el peso adecuado preferimos no arriesgar.

Levantar pesas, ¿sí o no?
Levantar pesas, ¿sí o no?

Sin embargo, los ejercicios de fuerza tienen beneficios diferentes de los que se pueden obtener del Pilates o de del yoga, o incluso de los entrenamientos de cardio. Los expertos recomiendan hacer ejercicios de fuerza con pesas al menos dos veces por semana.

Problema # 1 Tener los brazos de Arnold Schwarzenegger

Nadie quiere eso. Muchas mujeres temen ganar mucho músculo y volumen. Sin embargo, los expertos dicen que para hacer crecer la musculatura a esos extremos se necesitan hormonas, calorías extra y un entrenamiento muy enfocado a ganar volumen. Es decir, que por hacer repeticiones con mancuernas de 2,5 kilogramos no te vas a convertir en la versión femenina de Hulk. Sin embargo, para que los músculos se reconstruyan y fortalezcan necesitas fatigarlos con resistencia en forma de peso. Eso quiere decir que no puedes conformarte con los pesos más pequeños sino que debes ir variando  para que el cuerpo se beneficie del entrenamiento.

Problema #2 “¿Qué hacer con las pesas o cuántos kilogramos podrían ser los adecuados?

Al contrario que los chicos, nosotras no solemos estar muy interesadas en los ejercicios con peso. Así que la primera vez que entramos a un gimnasio mirar a otro lado, y nos evitamos, entre otras cosas, pensar y escoger el peso adecuado para empezar una sesión de fuerza, o decidir que grupos musculares se pueden entrenar al mismo tiempo.

Los expertos aconsejan que las principiantes comiencen usando el peso de su propio cuerpo como resistencia, y luego vayan aumentando el peso de 5 en 5 kilogramos.  Cada vez que el peso nos parezca muy fácil de levantar es hora de incrementar cinco kilos más.

Problema #3 Soy la única en la sala y todo el mundo me está mirando

Es cierto que muchas veces la población en la sala de pesas es mayoritariamente masculina, pero está muy concentrada en mirar a través del espejo el estado de su propia musculatura, así que tranquila, no te mira. De hecho no te van a hacer ni caso aunque insistas. 

Problema #4 Las pesas no queman grasas

No hay nada que nos haga sentir más satisfecha que correr una media maratón o media hora en la cinta y sentir como corre el sudor por el cuerpo e imaginar que se están quemando muchas calorías. Sin embargo, convertir la grasa en músculo es uno de los modos más eficaces de quemar calorías, incluso cuando ya hayas terminado el entrenamiento.  De hecho es una vía bastante eficaz de acelerar el metabolismo basal.

Síguele la pista

  • Lo último