Cómo adelgazar si tienes más de 40 años: tenemos los secretos

Con el paso del tiempo perdemos masa corporal y tendemos a acumular más grasa. Te contamos por qué sucede esto y qué podemos hacer para evitarlo

Jennifer Lopez con vestido vaquero de Guess

Jennifer Lopez con vestido vaquero de Guess.

/ D.R.

Aunque nos digan que los 40 son los nuevos 30, esto no es cierto. Al menos no cuando, hablamos del funcionamiento de nuestro cuerpo y organismo, la actitud y juvetud del alma son otra historia.

Si ya cruzaste o estas por cruzar la barrera de los 40 años notarás que por algun motivo tu cuerpo está menos delgado de lo que solía ser y lo peor es que sigues comiendo lo mismo. Entonces, por qué poco a poco ha comenzado a salir esa tripa que antes no estaba ahí y ahora por más que te esfuerzas no se va, al menos no tan rápido como ocurría antes ¿Qué te está pasando? ¿Por qué ya no te es tan fácil adelgazar?

Lo cierto es que cuando pasas la barrera de los 40 tu metabolismo ya no suele ser tan rápido como antes. Tampoco quemas tantas calorías como antes haciendo exactamente lo mismo. En otras palabras, el cuerpo empieza a ralentizarse.

Las principales responsables de que esto pase son las hormonas tiroideas que por decirlo vulgarmente se vuelven más vagas y además, en el caso de las mujeres empezamos a producir menos estrógeno, por lo que acumulamos grasa por doquier.

Entonces ¿qué podemos hacer para mejorar todo esto? Lo primero es cambiar nuestra dieta y añadir aquellos alimentos que nos beneficiaran más.

Lo primero y básico, si es que todavía no tomas al menos 2 litros de agua al día, es tener una buena hidratación diaria. Lo segundo es evitar las bebidas gaseosas y azucaradas, incluidas las versiones light o zero, ya que no harán sino maltratar nuestro microbioma intestinal.

Añade a tu dieta diaria alimentos ricos en antioxidantes y vitaminas como verduras, legumbres y frutas. Aumenta la ingesta de proteínas magras, las grasas saludables que podemos encontrar en alimentos como el aceite de oliva virgen extra, el aguacate, los pescados azules, las semillas de lino o las nueces. Intenta decirle hola a la cúrcuma, ya que es un potente antioxidante y antiinflamatorio. Y por último y aunque parezca obvio, minimiza el consumo de productos ultraprocesados, azúcares simples y aceites de mala calidad.

Una vez tengas en control tu alimentación, es momento de añadir la actividad física, que va más allá de ir al gym. Mantenerte en movimiento durante todo el día es parte del secreto. Intenta llegar o superar los 10.000 pasos diarios, realiza una caminata de una hora y media como minímo todos los días y verás cómo mejora tu salud.

Las clases de zuma vienen de maravilla, pero tienes que añadir pesas a tu rutina diaria. Debido al proceso natural de sarcopenia, todos comenzamos a perder masa muscular a partir de los 30 años, a una velocidad del 1% al año. Este proceso se acelera una vez que alcanzan los 40 años, entonces al tener menos músculos, disminuye el ritmo de tu metabolismo. Las estimaciones indican que una persona quema alrededor de 200 calorías menos por día a los 45 años en comparación con lo que lo hacía a los 25. Así que a subir pesas se ha dicho.

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