Cómo educar a niños felices para evitar que se conviertan en adultos infelices

Terapeuta con más de un millón de seguidores, la doctora Kennedy ha creado el innovador método de educación ‘Buenos por dentro’, para criar a niños y niñas felices y prevenir problemas de salud mental en la edad adulta, que se ha convertido en el favorito de los padres y las madres jóvenes.

 

La psicóloga clínica Becky Kennedy, autora de ‘Educar sin miedo’ (Planeta).

La psicóloga clínica Becky Kennedy, autora de ‘Educar sin miedo’ (Planeta).

/ Melanie Dunea

La revista ‘TIME’ definió a Becky Kennedy, creadora del método de educación ‘Good Inside’ ('Buenos por dentro'), como ’la psicóloga que susurra a los padres millennials’. No en vano, más de 1.2 millones de jóvenes madres y padres siguen a esta doctora en psicología clínica, que parece tener la clave para que niños y niñas se conviertan en adultos fuertes y vacunados contra muchas patologías de salud mental. Acaba de publicar en España el libro‘Educar sin miedo: conviértete en el padre o la madre que quieres ser’ (Planeta), donde revela las pautas que sigue y da consejos muy prácticos.

El artículo que le dedicó ‘TIME’, dejó claro que la doctora Kennedy es una gurú de la crianza. La historia de esta moderna psicóloga clínica se remonta a marzo de 2020, cuando invitó a sus, aproximadamente, 200 seguidores en Twitter, a “educar en la resiliencia y no en el miedo”. Su tuit se hizo viral y ella se convirtió en un fenómeno pedagógico.

El objetivo de su método es deconstruir los modelos tradicionales educativos, con dos objetivos principales: renovar el vínculo entre padres e hijos para fortalecer su relación, y dar a los niños y niñas las herramientas esenciales para ser conseguir el que considera –ella y cualquier persona sensata– un quinteto ganador: ser felices, creer en sí mismos, gestionar sus sentimientos, fomentar la resiliencia y mejorar la empatía.

En ‘Educar sin miedo’, comparte consejos para evitar la culpa muchas veces asociada a educar. Ella libera y explica que uno de los principales labores de padres y madres es conservar la calma, la herramienta que nos ayudará a hablar desde la comprensión de las emociones y la sinceridad, también cuando toque poner los necesarios límites.

Porque, aunque es fundamental contenerles en caso de rabietas y mostrarles que su comportamiento no está bien, hay que hacerlo desde el entendimiento de sus emociones. Así, entienden a disociar comportamiento e identidad y aprender a conectar con ese niño o niña ‘bueno por dentro’.

Cuando te salen gritos y enfado

Pero educar no es fácil y se te puede acabar la calma. En caso de haber recurrido a gritar al peque, Kennedy recomienda a los adultos pedirle perdón, explicarle qué le ha pasado y cómo le gustaría haber reaccionado en realidad, sin culpabilizarle jamás. El ejemplo que se le está dando es el de alguien que quiere mejorar y está trabajando para conseguirlo. Bien pensado, ese es un gran modelo a seguir.

Otra de las claves es comprender que, cuando eres pequeño, tiendes a confundir comportamiento con identidad y aprendes según observas las reacciones de tus progenitores. Así, percibes si a estos les gusta tu comportamiento o no y cuando te portas mal y los padres se enfadan, piensas que ‘no mereces amor’. “Cuando les decimos a nuestro hijo, ‘eres un buen niño que está pasando por un momento difícil… Estoy aquí, contigo,’ es mucho más probable que sienta empatía hacia su propio conflicto, y esto le ayudará a regularse, y a ser capaz de tomar mejores decisiones en el futuro”, apunta.

Crianza a largo plazo

En el interesantísimo documental de Netflix ‘Tres idénticos desconocidos’, tres jóvenes se encuentran de casualidad a los 19 años y descubren que son trillizos, separados al nacer. La película muestra la importancia de la crianza en el desarrollo de las personas. Tanta, que puede vacunar contra futuros problemas de salud mental.

“Educar sin miedo es un manual para que los padres y madres se sientan empoderados, seguros y equipados”, explica Kennedy, “es un marco para reflexionar sobre la ‘crianza a largo plazo’, y unas directrices paso a paso para situaciones difíciles como pueden ser las rabietas, pegar, la rivalidad entre hermanos, las mentiras o la timidez”. En el libro, da herramientas que ayudan a reforzar la autoridad, mientras, a la vez, se alimenta una conexión progenitor-hijo más fuerte.

El libro ‘Educar sin miedo: conviértete en el padre o la madre que quieres ser’, de Becky Kennedy (Planeta).

El libro ‘Educar sin miedo: conviértete en el padre o la madre que quieres ser’, de Becky Kennedy (Planeta).

/ D.R.

La crianza no tiene que estar definida por nuestros momentos conflictivos, sino por si conectamos o no con nuestros hijos tras ellos, y exploramos cómo los han vivido, para así trabajar en reparar la fractura en la relación”, aclara la doctora. “Eso permite volver a conectar con nuestros hijos y, al hacerlo, eliminamos la soledad que han sentido durante su malestar. Así sentamos las bases para la curación y el crecimiento”, asegura.

Criar no es una tarea fácil

A veces, los progenitores viven episodios difíciles en los que se pierden los nervios. “La reparación no es fácil, pero es fundamental. Nos obliga a enfrentarnos a nuestra propia angustia y sentimiento de culpa”, explica Keneddy. El primer paso, anima, “es hacerlo contigo mismo. Hasta que no encontremos nuestro equilibrio y volvamos a conectar con nuestra bondad interna, escondida tras ese momento difícil, no tendremos nada que ofrecer a nuestros hijos”.

Una vez hecho, la terapeuta sugiere “mencionar qué ha pasado, pedir perdón por nuestro comportamiento, asumir la responsabilidad y diciéndole al niño que no ha sido su culpa, y explicar sobre qué quieres trabajar para hacer las cosas de manera distinta en el futuro”. En su consulta, la doctora Kenedy señala que lo que le pregunta con mayor frecuencia es, ¿cómo convertirte en el modelo de progenitor que quieres ser? “‘Educar sin miedo’ proporciona un cambio de enfoque y estrategias prácticas factibles para sentirte más conectado con tus hijos y más seguros de ti mismo”, dice Kennedy. Una manera de ayudar a que te conviertas en esa madre o padre que, de verdad, deseas ser.

Estrategias para una crianza ‘buena por dentro’

Pon en marcha el ‘RSM’. “Es la estrategia de crianza que recomiendo por encima de cualquier otra ya que es el mejor generador de capital de vínculo: ¡RSM o Rato Sin Móvil!”, subraya Kennedy. La terapeuta recomienda hacerlo unos 10-15 minutos, tú sin tu móvil y con plena conciencia en tu peque, así “le estarás llenando de atención y respeto, es sinónimo de construcción de vínculos ‘a lo grande’”.

El ‘capital de vínculo’. Sería el cemento con el que construimos nuestra relación con nuestro hijo. “A menudo, tenemos que pedirles a nuestros hijos que hagan cosas que no quieren, hacer así como respetar nuestras normas cuando preferirían no hacerlo.Por eso, más nos vale ser generadores de vínculos a una escala incluso mayor”, apunta Kennedy.

Limites, pero con amor. Hablar desde el amor, que entiendan que comprendes sus emociones aunque no les vas a permitir hacer algo, es fundamental para que aprendan que, pese a que les marcas límites, lo haces desde la validación y la empatía. “El trabajo más importante de los padres y madres es mantener a tu hijo/a a salvo, desde el punto de vista emocional y físico, empleando los límites, la validación y la empatía. Y nunca es demasiado tarde para empezar a hacerlo”, recalca.

Practica la terapia SFI. Frente a la teoría del apego, la doctora Becky propone los Sistemas de la Familia Interna (SFI), un modelo terapéutico que parte de que la mente está dividida en subpersonalidades. Eso permite a los niños evitar traducir la vivencia en identidad y da una mayor libertad para gestionar las emociones y experiencias difíciles, al comprender que aunque te veas reflejado en ellas, no son quién eres.

Decir (mucho) ‘te quiero’. ¿Cuál es ese pequeño detalle que puede marcar la mayor diferencia? Acércate hoy a tu hijo y susúrrale: ‘Te quiero tanto. Quiero estar seguro/a de que lo sabes’. “Un susurro representa una conexión íntima especial y una expresión inesperada de amor que ayuda al niño a sentirse seguro en el mundo – y ésta es la base para el desarrollo y el crecimiento saludable de cualquier niño”, explica la doctora.

Cambia tu lenguaje. Otra de las claves es mejorar la forma en que hablamos a los hijos. Por ejemplo, cuando estén sobrepasados por los sentimientos y se sienten muy solos, acompañarles en ese ‘banquillo emocional’, y mostrarles que estás a su lado, con palabras como ‘no parece nada fácil’, ‘te entiendo’ o ‘es un rollo, pero me alegra que me lo cuentes’. Así conseguirás darle confianza, esencial para el buen desarrollo. Y, por supuesto, acaba siempre con un ‘te quiero’.

Fomenta la resiliencia. Más importante incluso que la felicidad inmediata, que puede conducir a la evitación de problemas, la experta indica que es la resiliencia la que enseña a nuestros hijos que las personas pueden estar a tu lado también, sobretodo, cuando estés mal. Eso les hará ser más fuertes y estar seguros de que pueden superar los problemas. “La resiliencia nos permite tolerar las situaciones difíciles, los momentos oscuros, los resentimientos y, de forma paradójica, eso es lo que posibilita que aflore la felicidad”, destaca.

Autocuidados: tú, primero. En ‘Sin miedo a educar’, Kennedy aclara que no se es mejor progenitor por poner siempre primero a tu hijo en plan crianza abnegada, de hecho puede acabar dañando vuestras relaciones y su desarrollo adulto. Lo de verdad importante es que estés ahí para él cuando te necesite y le sirvas de modelo y ejemplo para aprender a autocuidarse. Y, para eso, explica, es crucial empezar por ti misma y aprender, también, a divertirte en esa ardua pero tan satisfactoria tarea que es educar.

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