Así fueron las casas de los grandes artistas: el filón para entender sus obras
La casa azul de Frida, los jardines de Monet, los emblemáticos salones de Sorolla… los hogares de los artistas son la perfecta radiografía con la que entender sus obras. Y son una delicia.
Quién no disfruta viendo los impresionantes jardines de las obras del impresionista Claude Monet. O quién no se sorprende, una y otra vez, al revisitar los cuadros de Frida Kahlo. Si te gusta el arte, nunca es suficiente y la curiosidad siempre te lleva a dar un paso más.
Pues bien, entre tanto trend, baile, tutorial y parodia de redes sociales, también se pueden encontrar cosas maravillosas. Por ejemplo, investigaciones como la que te vamos a enseñar hoy.
Muchos perfiles dedicados a mostrar las obras de los artistas, clásicos o contemporáneos, están últimamente haciendo un trabajo fascinante de recopilación de imágenes de una de las claves con las que entender a todos estos nombres del arte: sus hogares.
Descubrir los detalles de la cocina o los salones de artistas como Barbara Hepworth, Monet, Dalí, Klimt o dar un paseo virtual por los jardines de Monet, te traslada inmediatamente a sus cuadros. Y entender su universo personal es la piedra angular para maravillarte aún más con sus obras.
Te invitamos a adentrarte en ellos, abriendo las puertas de sus lugares más personales.
La casa de Claude Monet, Giverny, Francia
Claude Monet, el célebre pintor impresionista, vivió en varios sitios a lo largo de su vida, pero si uno se hizo famoso por encima de todos fue su en Giverny, un pequeño pueblo en Normandía, en Francia.
Monet se mudó a Giverny en 1883 y vivió allí hasta su muerte en 1926. Su casa en Giverny se convirtió en un refugio para su arte y su inspiración.
La casa de Monet es una característica construcción en estilo normando, con las paredes pintadas en color rosa y techos de tejas verdes. Pero sin duda, uno de los aspectos más destacados de la casa es su jardín, el cual Monet diseñó meticulosamente. Dividido en dos partes, el jardín de flores situado en la parte delantera de la casa y el famoso estanque de lirios en la parte trasera, incluyendo el emblemático puente japonés que se convirtió en un icono de su obra.
La Casa Azul de Frida Kahlo, Coyoacán, México
Fue uno de los lugares donde la pintora mexicana vivió gran parte de su vida. Ubicada en Coyoacán, la casa, que perteneció a su familia y más tarde se convirtió en su hogar y estudio, es una parte fundamental de su historia y su obra.
La Casa Azul es un claro ejemplo de la arquitectura popular mexicana, con un diseño en el que destacan sus vibrantes colores azules, que le dan su nombre.
El jardín también clave. Con una gran variedad de plantas nativas y un pequeño estanque, fue el espacio donde Frida pasaba gran parte del tiempo y se inspiraba para sus obras.
Tras su muerte en 1954, se convirtió en museo, conocido como el Museo Frida Kahlo.
La casa de Juan O’Gorman, San Ángel, México
Juan O'Gorman fue un arquitecto y pintor mexicano que destacó por su trabajo en la arquitectura moderna y su contribución al muralismo en México. O'Gorman vivió en varias localidades, pero su casa más reconocida fue la que construyó en 1930 en la colonia San Ángel, en la Ciudad de México.
Su casa fue una clara muestra del estilo arquitectónico funcionalista. Diseñada con líneas simples y una forma geométrica que evoca un enfoque moderno y práctico de la arquitectura.
Uno de los aspectos más significativos de la casa es la presencia de los murales que O'Gorman pintó, que son un reflejo de su interés por temas como la identidad mexicana y la cultura.
La casa de Barbara Hepworth, Cornualles, Inglaterra
Hepworth vivió y trabajó en St. Ives. Su hogar, conocido como Trewyn Studio, era una casa de campo convertida en un espacio de trabajo. La casa tenía unos enormes ventanales que ofrecían vistas de los jardines que ella misma diseñó. Hepworth utilizó el espacio para crear muchas de sus esculturas, integrando su arte con el entorno natural.
La casa de Joaquín Sorolla, Madrid
La casa de Joaquín Sorolla la puedes encontrar (y visitar) en pleno centro de Madrid. Su casa-estudio, conocida actualmente como la Casa Museo Joaquín Sorolla, es un edificio de estilo neomudéjar con un precioso jardín con fuentes y azulejos, que sirvieron también como inspiración para sus trabajos. Visitarla es trasladarte de inmediato a su universo e imaginario. Súper recomendado.
‘Villa Klimt’, Viena
Gustav Klimt utilizó como estudio una Villa del distrito 13 de Viena desde 1911 hasta su muerte en 1918. El pintor utilizó como taller y estudio la casa del jardín en su último período de creación. Villa Klimt, como así se conoce hoy en día (y que también puedes visitar porque se ha convertido en un museo para conocer más del pintor), cuenta con un jardín de 6000 metros cuadrados de extensión.
La casa de Salvador Dalí, Port Lligat, Cataluña
Dalí vivió en varios lugares, pero si hay uno que se hizo famoso fue su hogar en Port Lligat, en la Costa Brava, convertida hoy en museo.
Se trata de un complejo de edificios de pescadores que él transformó en su hogar y estudio. Está decorada con una mezcla de surrealismo y elementos personales, y cuenta con habitaciones “temáticas”. La casa, con vistas al mar y rodeada de un paisaje natural, es un fiel reflejo de su estilo artístico y su visión vanguardista.
La casa de Georgia O’Keeffe, Abiquiú, Nuevo México
La casa de O'Keeffe en Abiquiú, Nuevo México, es otro de esos lugares con alma. Es una vivienda de adobe que refleja el estilo arquitectónico de la región.
Con un interior sencillo, está rodeada de un paisaje desértico impresionante que influyó considerablemente en su obra. La pintura personalizó el espacio con su propio arte y objetos, creando un ambiente de calma y creatividad único.
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