Ana Peleteiro: "El atletismo es el deporte más igualitario. Las mujeres pueden ganar más que los hombres"

Es la sexta mejor atleta de triple salto del mundo y aspira a medalla en las Olimpiadas del próximo verano en Tokio. Parece mucho, pero sus éxitos solo son una pequeña parte de ella. Feminista declarada, modelo vocacional, futbolera, gallega empedernida… Ana Peleteiro (22 años) es todo eso y más, una mujer comprometida y sensible. Por eso se ha unido a la campaña 'Dedícate 1 minuto', patrocinada por Ausonia y la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), para la prevención del cáncer de mama.

Un minuto para cuidar la salud... No es mucho

No, no es mucho. Basta un minuto para hacer una cita con el ginecólogo, o para explorarse, o para programar una alimentación sana… Las mujeres tendemos a preocuparnos por los demás y a descuidarnos nosotras.

Es un buen consejo también para las jóvenes

Ese es el principal motivo por el que quise unirme a esta campaña, para intentar que las chicas que me siguen se den cuenta de que esto también va con ellas. Los jóvenes tendemos a despreocuparnos demasiado, pero hay que plantearse las visitas al ginecólogo desde muy pronto y pensar que a partir de los 20 o 21 años es aconsejable empezar con las mamografías.

Pocas mujeres se cuidan tanto como una atleta. ¿No es agotador ser una deportista de élite?

La vida de una atleta en realidad es muy simple, pero muy difícil de seguir. Quedan 10 meses para los Juegos Olímpicos de Tokio y los voy a pasar casi en clausura, con una rutina diaria muy exigente, siempre concentrada en mi cuerpo y en mi salud. Es cuestión de constancia, aunque yo tengo suerte porque me gusta. Además, los Juegos son la mejor motivación para afrontar mejor los sacrificios.

¿Y cuándo desconectas?

No desconecto apenas. Vivo y entreno en Guadalajara. Allí no tengo familia. Y en casa, mi pareja (el atleta portugués Nelson Évora) hace exactamente lo mismo que yo, así que terminamos hablando a menudo de nuestra preparación. Pienso en atletismo todo el tiempo.

¿No es un poco obsesivo?

Sí, sí que lo es (risa). Pero tanta concentración me parece positiva. Te ayuda a enfocar. En todo caso, yo no puedo dejar de seguir mi planificación, que consta de tres o cuatro semanas de entrenamiento intensivo y de una semana de descanso activo, que es cuando a veces aprovecho para irme a Galicia un par de días a ver a la familia. Quizá también pueda escaparme en Navidad o a principios de diciembre, cuando es mi cumpleaños, pero lo tengo que hablar con mi entrenador para no romper con la planificación.

¿Y qué haces cuando flaquea el ánimo?

A veces ocurre y es lo más difícil de afrontar. Es cuando echo más de menos a mis padres y a mis primas, que son como mis hermanas mayores. Tu pareja te apoya, claro, pero los consejos que más me influyen son los de las personas que no están a mi lado. Menos mal que la tecnología hace que en cualquier momento pueda verles y hablarles.

¿Cómo ves el futuro inmediato del atletismo femenino español?

Estamos en un proceso de crecimiento. Somos un grupo muy joven que ya estamos obteniendo éxitos. Hay que esperar y dar tiempo a las promesas que están a punto de explotar. Pero más allá de los resultados, me siento muy orgullosa del atletismo. El ambiente en las pistas es fantástico y, además, es el deporte donde existe una mayor igualdad entre hombres y mujeres. Todos ganamos lo mismo, de hecho, una mujer que sepa sacar partido a su imagen puede ganar mucho más que un hombre.