9 verdades sobre el arte de ligar que nadie nunca te dijo
¿Amor para toda la vida o una cita para esta misma noche? Busques lo que busques, estas claves te acercarán a tu propósito.
1. Las parejas también necesitan coquetear
Del mismo modo que Tinder y los gatos, el arte de flirtear suele se asociarse a los solteros. Sin embargo, las parejas también necesitan algo de coqueteo para sobrevivir. Después de estudiar a 164 personas casadas un estudio realizado en la Universidad de Kentucky en 2012 observó que aquellas parejas que mantenían el coqueteo activo también tenían una intimidad más sólida y profunda. Frecuentemente, dice el estudio, las personas casadas flirtean para crear un mundo privado con su pareja.
2. La gente flirtea por seis razones
Un estudio de 2004 de la Universidad de Nothern, Illinois, identificó las seis motivaciones que tiene la gente para coquetear:
Sexual: Tratar de llevarse a alguien a la cama
Diversión: Practican el coqueteo como un deporte
Experimental: Tratar de ver cómo sería tener una relación con el objeto del flirteo (pero sin ir a más)
Relacional: Tratar de aumentar la intimidad en una relación
Estima: Intentar elevar la autoestima
Utilitaria: Tratar de obtener algo de otra persona
Según el estudio, en los hombres es más frecuente la motivación sexual, mientras en las mujeres el coqueteo suele tener más que ver con los deseos de apuntalar una relación.
3. En el coqueteo algunas conversaciones funcionan mejor que otras, dice la ciencia
Un estudio de la Universidad de Alaska se dedicó a verificar la efectividad de tres tipos de acercamientos con evidentes propósitos de flirteo.
· Acoso y derribo: "Tu debes ser espía porque he visto que no me quitas el ojo de encima."
· Inocente, con preguntas simples como: "¿Qué opinas de este grupo de música?" "¿Cuál es tu equipo, el Madrid o el Barca?"
· Directo: “Eres muy guapa" o "¿Puedo invitarte a una copa?"
Según el estudio, los hombres prefieren usar el estilo directo, mientras las mujeres son más de entrar con preguntas inocentes. Muy pocos reconocieron practicar las técnicas de Acoso y Derribo en sus estrategias de coqueteo.
4. Los hombres sobrevaloran el interés de ellas, y las mujeres, todo lo contrario
Si alguna vez te habías preguntado porque es tan difícil que chicos y chicas lleguen a entenderse, quizás la respuesta está aquí. Múltiples estudios apoyan la idea de que entre las personas heterosexuales hay una falta de entendimiento que descansa en los hombres tienden a pensar que las mujeres están más interesadas en ellos de lo que lo están realmente, mientras que las mujeres tienden a creer lo contrario.
Es decir, que los hombres no están tan interesados cuando sí lo están. Este error de percepción de ambas partes se ha comprobado en más de 2000 estudios que fueron analizados por expertos de la Universidad de Texas. La explicación que dan los expertos es que los hombres han sido educados para percibir más señales de sexo en sus entornos que las mujeres. Aunque reconocen que hay que buscar un argumento más convincente.
5. Las características más atractivas dependen del género
Un estudio de 2011 de la Universidad British Columbia asegura que la felicidad es la expresión facial que resulta más atractiva en las mujeres, sin embargo de los hombres lo que resulta más atractivo es la expresión de orgullo y soberbia.
6. El coqueteo se reparte en dosis sutiles, pequeñas y espaciadas
Otro trabajo de la Universidad de Nuevo México expone que el coqueteo es un “proceso de negociación” en el que las partes no revelan todo lo que saben. “Es una negociación que empieza después de los primeros momentos en que salta la chispa”. Funciona mejor si se revela en dosis pequeñas.
7. El éxito no tiene nada que ver con ser la o el más guapo del lugar
Si no con dejar claro que estás libre y disponible. Una investigación de la Webster University que estudió a la gente que coqueteaba en bares, centros comerciales y otros lugares similares descubrió que las personas que sonreían y establecían contacto visual con otros tenían más posibilidades de ser abordadas que aquellas que eran simplemente guapas o guapos.
8. El contacto visual marca la diferencia
Sin exagerar demasiado para no asustar al otro, pero fijar la mirada en otra persona tiene sus efectos en el arte de flirtear.
En un estudio se les pidió a 48 parejas de desconocidos de sexo opuesto las siguientes tareas: pasar dos minutos mirándose mutuamente las manos, pasar dos minutos mirándose a los ojos y contra cuántas veces su pareja pestañeaba en dos minutos.
Al final del estudio, aquellos que habían estado dos minutos mirándose a los ojos decían sentir más afecto por la otra persona que el resto de las parejas que habían estado concentrados en otras tareas.
9. La gente se siente más cercana si se cuenta algunas intimidades
Ya sabemos que hacer preguntas a alguien que te gusta es una buena idea y un modo de conocerlo mejor. Pero es importante el tipo de preguntas que se hagan. De acuerdo con un amplio estudio clásico realizado en 1997 por el psicólogo Arthur Aron la gente se siente más estrechamente unida cuando se hace preguntas muy íntimas.
Por ejemplo: ¿Qué cosas consideras suficientemente serias para nunca bromear sobre ellas?
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