4 trucos para reengancharse al gym

¿De vuelta a la vida normal, con unos kilos de más y la sensación de haber perdido toda la forma física que habías conseguido en el gimnasio? Pues no eres la única, ni siquiera eres muy original en tu planteamiento. Por esta época del año son legión las que miran la elíptica del gimnasio como a una máquina de tortura a la que nunca volverán a subirse.

Modelo de Victoria Secret en el gimnasio

Modelo Victoria Secret haciendo gimnasia. 

/ @victoriassecret

La buena noticia es que si superas la primera impresión y no abandonas, en pocas semanas volverás a ser esa chica ágil que se movía con gracia y soltura por la sala de máquinas, que hacía una clase de zumba y luego una sesión de Body Pump, y que defendía con dignidad las mallas del gimnasio sin que ningún michelín se saliera de su sitio. Sí, esa eras tú antes del verano y aquí te damos algunos trucos para que vuelvas a recuperar tu ser.

Date seis semanas

Circula una leyenda urbana que asegura que 21 días son suficientes para consolidar un hábito. Desde aquí te decimos que esto no funciona para el gimnasio. Necesitas un poco más de tiempo, concretamente seis semanas. A partir de ese momento comenzarás a notar en tu cuerpo los cambios estéticos y psicológicos de machacarte en el gym y empezarás a encontrarle sentido a tu esfuerzo. Una vez que te motives no querrás perder lo que has conseguido, y el asunto rodará solo.

Encuentra tu nicho

Si has olvidado lo que te gustaba hacer en el gimnasio –para muchas el verano produce lagunas espacio-temporales- vuelve a probar varias clases hasta que encuentras esa en la que encajas. Sabrás que la has encontrado cuando el tiempo se te pase volando y no te pases la clase mirando desesperada el reloj.

Contrata un entrenador personal

Si necesitas apoyo emocional y una mirada personal a tu entrenamiento y atu dieta, contrata a un entrenador personal. Verás resultados más rápido y seguramente te motivarás antes. No siempre es necesario hacer una gran inversión, a veces con una o dos sesiones se consiguen beneficios porque estos servicios se concentran en el refuerzo positivo y en la sensación de tener una persona disponible para ti cada vez que la necesites.

Póntelo fácil

Piensa en cómo, cuándo y dónde va a ser más fácil para ti entrenar, e intenta que todo el viento vaya a tu favor. Ir al gimnasio tiene que estar en tu camino del trabajo a casa, tiene que poderse integrar en tus rutinas y, sobre todo, no puede convertirse en un problema. También puedes alquilar una taquilla en el gimnasio para que dejes tu ropa allí y no tener que ir cargada de un sitio para otro. 

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