Los 10 mejores vinos finos y bodegas de Jerez con los que iniciarse

Coincidiendo con la Feria del Caballo de Jerez de la Frontera, seleccionamos bodegas de siempre y otras nuevas, grandes y pequeñas, de grandes grupos o familiares… que realizan vinos finos de un marcado carácter y personalidad, muy reconocibles e identitarios.

Mira nuestra ruta de bodegas y finos:

GONZÁLEZ BYASS

Si la Feria de Jerez tuviera un apellido este sería Tío Pepe y, en declinación, González Byass. Sin duda, la bodega más emblemática y visitada de la ciudad, protagoniza su Feria en su concurrida caseta. Su vino fino más emblemático se sirve en todo el Parque González Hontoria y acompaña perfectamente a sus menús. Servido muy frío, ya sea en el tradicional catavinos jerezano o en copa de vino, Tío Pepe acompaña a la perfección aperitivos, todo tipo de tapas, en especial las aceitunas, los frutos secos y el jamón ibérico tan propios de estas fechas. También es perfecto con mariscos y pescados.

SÁNCHEZ ROMATE

Dando un paso más allá del fino están los “vintage sherry” y este Fino Perdido, un buen ejemplo en segmento de vinos envejecidos o añejados (por resumirlo de manera cognoscible). Cada bota (barricas, barriles o toneles de vino) envejece de un modo diferente, según la cepa, la temperatura y las corrientes de aire (uno de los “ingredientes” definitivos del marco de Jerez). Su color es amarillo dorado, más intenso que un fino “al uso”. Es seco, con ligeros toques amargos y persistente en la boca. Una joyita de Romate que lleva elaborando vinos desde 1781.

LUSTAU

Lustau es una bodega que es apuesta segura y con la que es fácil acertar con cualquiera de sus productos. Por tanto, es perfecta para explorar este universo sin perderse y siempre de la mano de vinos que son garantía de calidad. Su Fino Jarana se cría en la histórica bodega Las Cruces y es perfecto para maridar con escabeches, pescado frito e incluso con ostras.

OSBORNE

Los “finos en rama” son sin duda la tendencia en el universo jerezano. Para “entendernos” son, de algún modo y salvando (mucho) las distancias, el equivalente a los crianzas, reservas y grandes reservas en el mundo del vino en general. En el caso de Osborne, por ejemplo, cuentan con dos, Coquinero (6,5 años) y La Honda (12 años). Al dúo, para completar la colección y en ascendente, le suman un amontillado de La Honda (22 años) como un viaje sensorial a través del tiempo y la evolución del vino. Todo con un continente y contenido cuidado al detalle. Disponibilidad muy limitada.

TRADICIÓN

Bodegas Tradición CZ es un proyecto iniciado en la última década del siglo XX por Joaquín M. Rivero, descendiente de la familia bodeguera dueños de la bodega más antigua de Jerez, fundada en 1650 y que ya en 1771 se convierte en proveedor de vinos de la Casa Real Británica. El nombre “Tradición” responde a la doble condición de continuidad de la tradición bodeguera familiar, y a recuperar los estilos y procedimientos tradicionales de elaboración de los vinos de Jerez. Su hija Helena, su actual CEO, es la perfecta anfitriona de una bodega deliciosa llena de rincones (incluyendo su colección de arte integrada prácticamente entre barricas y su fabuloso archivo documental) y vinos mágicos. Su Fino Tradición es sin duda el vino perfecto para iniciarse en su catálogo “de categoría”.

WILLIAMS HUMBERT

Cuenta con una completa gama de finos (incluyendo ecológicos), olorosos, amontillados y PX. Probablemente de ellos “finolis” es de los más fáciles de degustar y de los más “feriantes”. Pero sin duda la bodega Williams Humbert (1877) es conocida por su premiado bestseller Canasta. Su nombre hace referencia a las tradicionales cestas de mimbre utilizadas en la vendimia. Se trata de un vino oloroso dulce muy habitual como aperitivo o bien como sobremesa. Ahora es noticia porque acaba de renovar su imagen.

BARBADILLO

Nave Trinidad es una manzanilla en rama de edad media que tiene como target el consumidor moderno. Es una vía de entrada amable y comprensible al complejo mundo de la crianza sanluqueña. La Trinidad era uno de los cinco buques que partieron de Sanlúcar con Magallanes (para la expedición que luego resultó ser la primera vuelta al mundo de la historia) en 1519 y también es el nombre de una de las 4 naves que conforman la bodega fundacional de Barbadillo (1821).

MAR7

Mar7 ofrece una cuidadosa selección de los mejores vinos propios del marco de Jerez. Vinos a granel, sin tratamientos, manteniendo sus características organolépticas puras, en un entorno emblemático y con la mejor calidad. La gama está compuesta por manzanillas (en Sanlúcar de Barrameda, también marco de Jerez, no se elaboran finos sino manzanillas), olorosos, amontillados, Pedro Ximénez y vinos viejos, algunos de los cuales, nunca han sido comercializados. Su chic y moderna imagen de marca (branding, web, packaging…) ha sido elaborada por el estudio Habermas, uno de los más deseados a nivel nacional.

EQUIPO NAVAZOS

Equipo Navazos elabora vinos “distintos” en el marco de Jerez (D.O. Manzanilla Sanlúcar de Barrameda) que encuentran investigando botas en diferentes bodegas familiares y almacenistas. Es perfecto para probar cosas “nuevas” dentro de un mundo enológico marcado por la tradición. Su vino La Bota de Manzanilla Pasada 120 “Botas NO” es complejo y potente, fresco y aromático. Acompaña con gran versatilidad una variedad platos diferentes. Desde los más agradecidos (guisos y arroces marineros, cecina de vacuno) hasta los más complicados (huevos con boletus, los típicos revuelto de tagarninas o las tortas de queso extremeñas). Se recomienda servir a unos 12º C y siempre mejor en copa amplia.

HIDALGO

Hidalgo es una bodega familiar con una larga trayectoria en los vinos jerezanos. Fue fundada a mediados del siglo XIX partiendo de viejas soleras de vino y viñas de su propiedad. La bodega, construida a principios del siglo XIX, responde al canon arquitectónico bodeguero jerezano típico e idóneo para desarrollar el microclima óptimo de frescor, humedad y ventilación en cada una de las distintas naves y espacios (techos altos, amplios ventanales, muros grandes, patios interiores, albero en los suelos…). Un patrimonio enológico-cultural digno de visitarse. La Panesa es su “fino especial” de aroma y cuerpo muy distintos a los estándares del vino fino “habitual”.