La coliflor será tu nueva aliada de belleza este otoño: Cómo incorporarla en tu cocina (y triunfar en el intento)

El mundo gastronómico ofrece infinitas posibilidades, y uno de los ingredientes más versátiles y subestimados es la coliflor. Aunque se ha posicionado como una simple verdura de acompañamiento, tiene un potencial culinario que hasta ahora ha sido poco explorado, pero la realidad es que puede llevar tus platos al siguiente nivel (y muchos de ellos puedes cocinarlos con tu freidora de aire).

Miembro de la familia de las crucíferas, es originaria de Asia y Europa, y se conoce por su forma similar a una cabeza de col blanca, aunque también se encuentra en variedades de colores, como el verde y el morado. Su sabor suave y su textura crujiente la convierten en un lienzo culinario en blanco que puede adoptar una amplia gama de sabores. 

Los beneficios de la coliflor en tu rutina de belleza

Pero la coliflor también es una verdura que ofrece múltiples beneficios nutricionales, y algunos de estos nutrientes pueden contribuir a mejorar la belleza de la piel y nuestro cabello. Lo primero que debes saber es que contiene antioxidantes, como la vitamina C y el betacaroteno, que ayudan a combatir el daño causado por los radicales libres; algo que puede contribuir a una piel más radiante y saludable. Además, es una buena fuente de vitamina K, que puede ayudar a reducir la aparición de ojeras y mejorar la salud de la piel.

También contiene colágeno, una proteína esencial para la salud de la piel, el cabello y las uñas. Consumir coliflor puede ayudar a mantener la firmeza de la piel y prevenir la formación de arrugas. La coliflor es, además, rica en agua, ayudando a mantener la hidratación de la piel (fundamental para lucir un aspecto saludable).

Pero además de todos los beneficios mencionados, proporciona otros nutrientes esenciales como el ácido fólico, el zinc y la biotina, que son importantes para la salud de la piel y el cabello. Los compuestos antiinflamatorios presentes en la coliflor pueden ayudar a reducir la inflamación en la piel, algo que puede ser muy beneficioso para personas con afecciones cutáneas inflamatorias, como el acné.

Cómo incorporar la coliflor en tu cocina (y triunfar en el intento)

Una de las formas más innovadoras de incorporar la coliflor en tu cocina es utilizarla como ingrediente principal. Sí, puedes hacer mucho más que hervirla o asarla como acompañamiento. Toma nota de estas recetas riquísimas y súper faciles de preparar:

• Pizza de coliflor: Transforma la coliflor en una base de pizza saludable y baja en carbohidratos. Simplemente ralla la coliflor y mézclala con huevo y queso para crear una masa que se hornea hasta obtener una base crujiente. Luego, agrega tus ingredientes favoritos.
• Arroz de coliflor: Sustituye el arroz tradicional por arroz de coliflor para reducir calorías y carbohidratos en tus platos. Sólo tienes que picar finamente la coliflor y saltearla en una sartén con tus condimentos favoritos.
• Buffalo Wings de coliflor: Reemplaza las alitas de pollo con floretes de coliflor empanizados y bañados en salsa buffalo. Son una opción deliciosa y picante para los amantes de los fritos.
• Coliflor a la parrilla con chimichurri: Corta la coliflor en rodajas gruesas y ásala a la parrilla hasta que esté dorada y con marcas de parrilla. Luego, cúbrela con una generosa porción de chimichurri fresco para darle sabor.
• Curry de coliflor: La coliflor es perfecta para absorber los sabores de un curry. Combínala con una variedad de especias, tomate y leche de coco para un plato vegetariano reconfortante.
• Coliflor al horno con queso y panko: Baña los floretes de coliflor en una mezcla de queso y panko, y hornéalos hasta que estén dorados y crujientes. Este plato es una deliciosa alternativa a la pasta con queso.

La coliflor también brilla como aperitivo o guarnición en tu mesa con estas opciones. Toma nota:

• Coliflor asada con especias: Corta la coliflor en trozos pequeños, mézclala con aceite de oliva y tus especias favoritas, y luego ásala en el horno hasta que esté dorada y crujiente. Puedes añadirle un toque de limón o hierbas frescas para realzar el sabor.
• Coliflor al gratén: Haz una versión saludable del clásico gratinado de coliflor, mezclando la coliflor cocida con una salsa de queso y horneándola hasta que esté dorada y burbujeante.
• Coliflor frita: Haz rebanadas gruesas de coliflor, sumérgelas en una masa ligera y fríelas hasta que estén crujientes. Sirve con una salsa de yogur y ajo para un aperitivo irresistible.