Por qué una noche de música con St. Vincent siempre pasa demasiado rápida

St. Vincent en un concierto en Nevada en 2023
St. Vincent en un concierto en Nevada en 2023 / Gtres

St. Vincent fue una de las artistas más versátiles del cartel del Mad Cool 2022. La estadounidense, subida al escenario de Región Of Madrid, demostró que no le temblaba el pulso para compartir horario con los, presuntamente, grandes artistas de la noche. The Killers, Imagine Dragons y Foals coincidieron sobre los escenarios más grandes aquella noche, en la que la creadora de 'Masseduction' recibió a sus fieles con peluca y botas altas en julio.

Me refiero a fieles porque quienes allí presenciaron el que podría ser uno de los conciertos de su vida eran seguidores que, desde el respeto, siguieron con deleite los movimientos de caderas de la cantante, que cuestionó aquello de que los mejores guitarristas son hombres. Ni lo son ni lo creeríamos viendo lo que es capaz Annie Clark, que ha pasado por tantos personajes como guitarras utiliza durante sus shows. Porque entre la St. Vincent de su álbum debut, 'Marry Me' y la St. Vincent de su último trabajo, 'Daddy's Home' no hay nada que ver y eso lo refleja en sus conciertos, donde hay tanto atrevimiento como timidez.

St. Vincent en su concierto en Primavera en la Ciudad Madrid 2023


/ Primavera Sound

Los asistentes a La Riviera este martes, donde tocó en el marco de Primavera en la ciudad, esperaban esa conjugación de personajes y la metamorfosis que la artista explota de manera natural, y así fu, porque suponía la continuación de aquel Mad Cool que le reservó parte de su madrugada un jueves cualquiera. La diferencia aquí reside en la hora (a partir de las 22.30, lo normal) como en el espacio, perfecto para quien evita polvo y aglomeraciones si es así como concibe los grandes festivales.

También dista de aquel concierto que quien fuese a verla, lo haría con la ilusión de ver a su artista, a su ídolo, y no como alguien a quien escuchar por descarte y eso se nota. Se nota porque hay silencio, porque hasta la más mínima nota se escucha, porque la emoción no se pierde entre un hit y un tema que no lo es. De ahí que la autora de 'Actor' sepa desfilar entre unas y otras sin rebajar dedicación ni intensidad. 

Una vez más, en su repertorio tuvieron cabida cortes como 'Los Ageless', 'Digital Witness', 'The Melting of the Sun', 'Marrow', 'New York, 'Your Lips are Red' y un largo etcétera que fue desarrollando arropada por una banda excelsa. No cabe duda de que la respuesta de la artista también estuvo a la altura, despidiendo su 'show' emocionada y agradecida, simplemente, por seguir ahí. Se entiende que expresara un cariño más intenso del habitual, teniendo en cuenta que es una artista que revienta el Coachella y que no ha logrado lo mismo en una sala como la que alberga Madrid Río. ¿Acaso los hubo que no supieron que actuaría en Madrid? Resulta raro, en la llamada era de la hiperconectividad. 

Para acceder se precisaba de dos aplicaciones. ¿Demasiado esfuerzo para disfrutar de una estrella como ella? Es posible, aunque no para los que se preocupan por el bolsillo (costaba menos de 20 euros). ¿Seguimos escasos de oído musical? Me inclino a pensar que sí, porque no se me ocurren más excusas por las que no dedicar 1 hora y media a la música en estado puro. Por suerte, quienes encontramos la motivación de revistas el repertorio de St. Vincent hoy podemos presumir de haber visto algo único y que se nos olvidó grabarlo en el dichoso móvil para la posteridad. Serán prioridades.

Tags _

Síguele la pista

  • Lo último