Socias y (también) amigas
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Myriam y AliciaShowroom The Gallery RoomTrabajaron cuatro años juntas en una agencia de representación artística y decidieron montar su propio gabinete de moda. Dicen que los polos opuestos se atraen y, en el caso de Myriam Pintado y Alicia Hernández, la norma se ha cumplido: «No tenemos nada en común: Ali es súper lanzada, fresca, la que nos hace avanzar porque asume riesgos, una relaciones pública nata. Y yo soy la parte sensata, ordenada, la que controla la economía, porque si no, estaríamos arruinadas... Pero las dos nos respetamos. Lo que la otra diga, va a misa; sus motivos tendrá», dice Myriam. ¿Su punto fuerte? Aconsejan a las celebrities nacionales qué ponerse ante un estreno de forma 100% honesta. Comparten despacho, pero como hay días que no tienen tiempo ni para hablar, se llaman a casa por la noche. Viajan juntas, compran juntas, van a las bodas juntas. Tan solo se separan en vacaciones.
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Bárbara y SharonCreadoras de BaShEstas dos francesas se conocieron en el instituto y, mientras paseaban a sus hijos en carrito, comenzaron a soñar con vestir de forma ideal a todas las parisinas que pasaban por su lado. Barbara Boccara y Sharon Krief diseñaron primero para Maje, una de las marcas más trendys del prêt-à-porter internacional, pero hace ocho años decidieron emprender su aventura en solitario. Actrices como Virginie Ledoyen e iconos como Alexa Chung se mueren por sus vestidos: «Hacemos moda realista, para mujeres con familia, trabajo y un millón de intereses fuera de la moda. «Somos amigas antes que socias: quedamos para cenar los fines de semana, vamos juntas de vacaciones... hacemos todo juntas y nos turnamos para ir cediendo», dice Sharon.
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Lucía y Eva: artistas Momu No EsLucía Moreno y Eva Noguera estudiaban Bellas Artes, pero se hicieron íntimas bailando en la Sala Apolo de Barcelona. Su pasión por las nuevas tecnologías, por las propuestas multidisciplinares y por la ironía las llevó a montar Momu No Es: un dúo artístico, cuyo nombre surgió de la mezcla de los identificadores de sus tarjetas sanitarias. Vídeo, performance, instalación, fotografía y texto son los medios de los que se sirven para poner en entredicho la realidad, pero de forma positiva. A pesar de que Eva es impuntual (y divertida y trabajadora) y Lucía, desordenada (y lista y entusiasta) no podrían existir la una sin la otra: «Trabajar juntas es mejor y más divertido, ¿para qué cambiarlo? Eso sí, nos tendremos que embarazar al mismo tiempo», bromean las artistas, que sueñan con ver su obra expuesta algún día en el MoMA neoyorquino.