Pon un coach en tu vida
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Identifica tus resistenciasAunque te resulte difícil asumirlo, las emociones dolorosas son las que, en realidad, nos permiten evolucionar. En lugar de ignorarlas o explotar descargándolas contra los demás, lo inteligente sería aceptarlas, para identificarlas y poder modificarlas. La sociedad en la que vivimos tiende a echar la culpa al otro (o a la mala suerte) cuando las cosas no salen bien. Pero somos responsables de todo lo que nos pasa y solo nosotros podemos cambiarlo.¿De dónde surgen?Los bloqueos y resistencias suelen estar provocados por tres necesidades:Necesidad de control. Surge de la falta de confianza en nuestras vidas. Queremos cambiar o controlar a las personas y situaciones que nos rodean. Conlleva querer manipular, forzar, llevar la razón, ser el mejor o hacer las cosas a la manera de uno.Necesidad de aprobación. Surge de la falta de amor por uno mismo, por lo que necesitamos el reconocimiento de los demás. Comportamientos que lo identifican: buscar que nos acepten, que nos den una palmadita en la espalda, que nos reconozcan, necesidad de gustar, de seducir…Necesidad de seguridad. Surge del miedo, del vacío interior. Comportamientos: ver la vida como un lugar peligroso en el que hay que luchar para sobrevivir, ver a los demás como enemigos, atacar, vengarse…¿Cuál es su origen? La infancia es la etapa de la vida en la que se adquieren más falsas creencias. Debes identificar de dónde viene ese pensamiento o emoción negativa. Generalmente, proviene de los adultos que participaron en nuestra educación. Por ejemplo, haber interiorizado que «el dinero cuesta mucho ganarlo» puede haberte convertido en una persona sacrificada. O afirmaciones más graves, como «no vales para nada», pueden haber minado tu autoestima. Reeduca tu mente.¿Qué hacer?Delante de un espejo, mírate a los ojos y pregúntate cuáles son tus miedos, en todos los aspectos de tu vida. Luego, escríbelos en un cuaderno. Una vez realizado el ejercicio, lee lo que has escrito y trata de identificar a cuál de tus padres o cuidadores de la infancia estás imitando en esos miedos. ¿A cuál de ellos te recuerda? Escribe una ‘P’ (padre) o una ‘M’ (madre) o lo que corresponda, al lado de cada miedo identificado. ‘Devuélveselo’ mentalmente a la persona que te lo ha inculcado y libérate de él.
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Clarifica tus ideasCuando hayas detectado todas las trabas que te impiden conectar con tu ‘yo’, puedes comenzar a atraer las cosas buenas. Pero, ¿sabes realmente lo que quieres? A menudo estamos convencidos de que deseamos una cosa cuando, en realidad, lo único que queremos es satisfacer a los otros. Para averiguar tus objetivos, lo primero es clarificar tus ideas. Coge un folio y divídelo en dos. En el lado izquierdo, haz una lista de lo que ya no quieres seguir experimentando. Después, en el lado derecho, escribe lo que sí quieres atraer. Para hacerlo, utiliza mensajes positivos:1. Usa el tiempo presente y evita los verbos futuros. Atraerás que las buenas cosas te sucedan aquí y ahora.2. Elimina la palabra ‘no’, pues anula tu petición. Formula enunciados positivos.3. Sé conciso. La afirmación tendrá más poder y fuerza.4. Especifica al máximo y visualiza exactamente lo que quieres.5. Utiliza el gerundio: denota acción.6. Incluye en tus frases, al menos, un sentimiento: disfrutar, alegrar, celebrar, encantado, amoroso, seguro…7. No se pueden hacer afirmaciones para otros. Solo desde ti y para ti.8. No te limites: en tus frases agrega siempre «o algo mejor». 9. No utilices la palabra «quiero» en primer lugar. Querer implica que hay una falta de algo.10. Focalízate en una única cosa en cada mensaje. De lo contrario, la energía se dispersa.Puedes utilizar este ejercicio para cualquier cosa concreta de la vida: trabajo, situación económica, tiempo de ocio, estado físico, relaciones afectivas, relación de pareja, salud, casa, propósitos en la vida. Y repetirlo tantas veces como te sea necesario.
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Vibración alta Una vez aclarados los objetivos que quieres conseguir en tu vida, mantente alerta y apoya tus deseos. Eso no significa que puedas tener un bajón pero, como ya tienes las herramientas para identificarlo, podrás elevar de nuevo tus buenas vibraciones. Para mantenerlas, haz estos ejercicios:1. Da las gracias todos los días por todo lo bueno que tienes en este momento. 2. Salta de alegría (atrae las buenas vibraciones).3. Rodéate de imágenes que te recuerdan tu objetivo al mirarlas.4. Visualiza que ya estás viviendo tu objetivo (escucha los ruidos, siente los olores, las texturas, las emociones…)
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ActúaCon la ley de la atracción no basta con pedir y esperar: el movimiento atrae al movimiento. Obsesionarte por algo y no hacer nada por conseguirlo crea el efecto contrario: te bloquea. Esperamos a que nos lleguen las cosas desde fuera. «Algún día mejorará mi economía…»; «algún día me separaré de mi pareja…»; «algún día me llamarán para darme otro trabajo…» No esperes al mañana. Coge la riendas de tu propia vida. Sigue tus corazonadas: estate atento a las señales y reconócelas. A veces, puede ser el impulso de comprar un libro, o de buscar algo en internet, o de iniciar una terapia, o de asistir a un curso, o una llamada. Las personas de éxito actúan.