Peinados de estreno

«El color marca la diferencia, llega un cóctel vibrante con mechas cobrizas, chocolate puro, con leche o ligeros velos marrón glacé. Los degradados suaves dan vivacidad y movimiento al peinado», aclara Yolanda Aberasturi (yolandaaberasturi.com).

La fiebre del desteñido californiano convive con tonos más osados y alternativos. «Estos colores transmiten ingenuidad y optimismo. Simbolizan un mundo sin reglas donde el futuro es brillante, nuevo, atractivo y emocionante. Parecen peinados de amateur. En el desfile de Yamamoto daba la impresión de que las modelos se habían cortado bruscamente el cabello en la parte superior. El glamour grunge está presente en estas colecciones repletas de libertad», explica Eugene Souleiman, director creativo de Cuidado y Estilo de Wella Professionals.

Las diademas han dejado de ser exclusivas de niñas. «Los complementos son esenciales para definir el look. Las cintas con lazo, las bandanas, los pañuelos de seda y los turbantes con aire retro causan furor», nos adelanta Michel Meyer, de Meyer Estudio (tel. 914 353 220).

Truco de experto: «Para dar volumen al recogido se seca con la cabeza hacia abajo y se sube de un golpe para ahuecar la raíz. Se carda el cabello con la ayuda de un peine, se retiran los mechones hacia atrás y se hace un moño bajo», aclara Meyer.

«El movimiento estático es símbolo de juventud y rebeldía, esta temporada los flequillos se llevan de todas las formas posibles: rectos, mordidos, desfilados a navaja, redondos, descolgados por los lados y ladeados», comenta Cristina Cebado.

Según la forma del rostro: «Para que favorezca debe adaptarse a los trazos faciales. Una cara pequeña no puede llevarlo largo y espeso; un corte despuntado por encima de las cejas va mejor con sus facciones. Por el contrario, una cara redonda se afinará si descolgamos algunas puntas por los laterales», apunta Cristina.

El corte a lo garçon y los flequillos de quita y pon están en boga. «Lo hemos visto en los desfiles. Para un falso flequillo (como el de las modelos del desfile de Lanvin): hacer un efecto cortina, peinando la melena de lado por encima de la frente y recogiéndola detrás de la oreja.

Y una opción fácil y sencilla de disfrutar de un look corto sin recurrir a las tijeras (Prada): hacer un original recogido que acabe con las puntas en la frente», explica Cristina.

La pasarela apuesta por el cabello planchado de finales de los 80. Pero con matices, «ahora jugamos con diferentes texturas. La parte de arriba queda pulida y conforme vamos bajando hacia las puntas el efecto es más encrespado», asegura Pablo Robledo, estilista de Pantene.

Cómo hacerlo: «En la raíz marcamos bien la raya con un peine y fijamos con laca. En el resto del cabello las ondas se consiguen con unas planchas especiales y después, se carda un poco para conseguir el frizz perfecto. También se pueden hacer trencitas muy pequeñas y pasar una plancha de calor por encima. Al deshacerlas quedan miniondas impresionantes», dice Robledo.

«La elegancia del cabello ultrabrillante en la zona superior contrasta con la naturalidad en medios y puntas. Con la mezcla de texturas, de vinilo a mate, se consigue un cabello vibrante», aclara Eugene Souleiman.

Para amantes de la city: Una tendencia en boga porque «el efecto mojado en las raíces da un toque urbano de lo más atrevido», dice Antonio Corral, director artístico de Moroccanoil. En el desfile de Alberta Ferretti el efecto wet se alarga hasta las puntas con una sorprendente textura dry en todo el cabello.

«Los recogidos bajos se llevan compactos o con acabado despeinado. Todos parten de una coleta a la altura de la nuca que se retuerce en forma de nudo y se dibuja con horquillas invisibles. Para conseguir el pelo tirante fijamos bien con laca suave y aplicamos un sérum que aporte brillo. Para un look casual jugamos con dos texturas: la parte superior se trabaja con ondas y las puntas quedan más lisas», afirma María Baras, estilista de Pantene.

Trenza de espiga: Es el peinado más sexy del verano. Para hacerla, el cabello se divide en dos mitades y se van pasando mechones finos de una mitad a la otra: uno de la izquierda pasa a la derecha, y el siguiente por encima. El resultado impacta.