Ghesquière: homenaje a Mónaco
Monograma Louis Vuitton
Cuatro años después, George, hijo de Louis, asentó su relación con la Costa Azul abriendo tienda y apartamento personal en Niza.
Nicolas Ghesquière y Mónaco
Ha pasado más de un siglo desde el inicio de este idilio y ha sido ahora, el pasado mes de mayo, cuando la maison, con Nicolas Ghesquière al frente y con la princesa Charlène como anfitriona de excepción, ha rendido homenaje a este mix de lujo y viajes celebrando el primer desfile de la colección crucero de Louis Vuitton en Mónaco.
La transformación de Vuitton
Bajo una idea de transformación, pero siempre respetando e inspirándose en los códigos de la casa, el diseñador propone para los próximos meses mezcla de géneros, cacofonía de colores y estampados, superposiciones de prendas y un barrido de técnicas para crear una estética fluida, ligera y casual.
El desfile
Respaldado por una armada invencible, el diseñador confió en el artista Ange Leccia los vídeos que se proyectaron en el desfile, la música al celeb-DJ Michel Gaubert y el maquillaje a la gran Pat McGrath.
Instantáneas de un sueño
Como colofón, Juergen Teller inmortalizó el momento.
Dosis de modernidad
Desde el backstage hasta las fotos de inspiración, el fotógrafo alemán impregna su particular visión a la legendaria firma para aportar otra pequeña dosis de modernidad, esa que ha impuesto Ghesquière como nuevo mantra de renovación.
Deseo
Las nuevas colecciones de Ghesquière destilan deseo: hacia la mujer, hacia la ropa, hacia la marca.