El espíritu más chic de Chanel en la Semana de la Moda de París

La temporada pasada irrumpimos en un Grand Palais cubierto de nieve. El mítico edificio parisino, eterna localización de los desfiles de Chanel, acogía el show de despedida del recientemente finado Karl Lagerfeld. Como rezaba a modo de despedida la tarjeta que recibía a los entonces invitados, un carboncillo que representaba al kaiser con Coco Chanel.

El ritmo continua. Y lo hizo con su sucesora y colaboradora Virginie Viard en dos desfiles estupendos, el Crucero 2020 y el de Alta Costura. Y hoy lo ha hecho con su tercera colección en solitario. Las azoteas parisinas que nos dan la bienvenida son una declaración de intenciones del espíritu de las creaciones de Viard. Como gatas sobre el tejado de zinc, las modelos (espectacular el casting como siempre: Gigi Hadid, kaia Gerber, Grace Elizabeth...) Caminan en la nueva era Chanel calzadas con zapatos planos y sandalias de pulsera. Hay faldas largas de muselina, volúmenes modernos mezclados con las líneas clásicas de la enseña y mucho tweed, como manda la casa. También alguna nota de denim y sobre todo, se suceden los culottes, en lugar de los ciclistas del verano pasado. Los looks de noche en blanco y negro destilan una pulida elegancia, clásico eterno de la marca. En resumen: impecable.