Encontrar el color de tinte perfecto es posible
¿Una tela va a decidir mi color de mechas?
Efectivamente. De eso va Couture Color de Wella, el sistema que utilizamos para descubrir que, ni neutro ni cálido, mi color iba a ser frío. Vaya, y yo que pensaba en el veranito, en hacerme unos toques dorados de sol como si viniese directa de California... Ah, pues no tiene nada que ver.Prepárate: sacan un burro (como los de las tiendas), con diferentes retales de tela colgados -¿hola? ¿qué está pasando?- y el estilista empieza a colocarte una en tono rosa claro (frío) y otra en melocotón (cálido). Te ponen la tela sobre los hombros, cerca del cuello y... ¡Magia! Es verdad, una de ellas te hace sombra y la otra no.
Tu tono de piel también cuenta
Pero no, no es magia, es que ese va a ser tu tono por lo menos de aquí hasta que te tiñas (o sea, en un ratito): por tu piel, por el color de tu pelo original y por el de tus venas (sí, sí, hasta eso tiene importancia)... Has encontrado tu tonalidad ideal (aunque no para siempre porque puede ocurrir que te pongas morena en algún momento de este verano y la cosa cambie).Ahora solo tienes que ver qué color vas a querer pero, claro, la cosas es mucho más fácil porque en realidad ya solo te quedan unos 5 ó 6 colores disponibles (quizá sea sugestión, pero todos te van a parecer bien).
Unas mechas naturales, perfectas
Existen, las he visto con mis propios ojos.Por convencimiento y porque ahí están, descubres, tras haber pasado por la coloración, lavabo y secador, los reflejos dorados naturales que buscabas. Que hacen buena cara y, muy especialmente, te hacen sentir guapa, que es como siempre debería salir una mujer de la peluquería. ¿Es esto de lo que hablaba Enrique Iglesias cuando mencionaba su experiencia religiosa? ¿Hemos dado con el Santo Grial de la coloración? ¿Por qué todas las referencias que se te ocurren al vivir algo así te hacen pensar en milagros y manos de santos?