Cómo decorar tu cuarto para dormir mejor: los expertos responden

El dormitorio es el refugio por excelencia de cualquier casa, es el lugar donde recargamos las pilas, pero también una de las zonas más íntimas de cualquier hogar. Lo que quizás no sabías es que la forma en que decoramos y organizamos este espacio puede influir directamente en la calidad de nuestro sueño. Más allá de tener una cama cómoda y un edredón suave y confortable, detalles como la disposición de los muebles, los colores que elijamos para las paredes o, incluso, la forma en la que guardamos nuestras cosas –desde la ropa o nuestras lecturas nocturnas– pueden tener un impacto significativo en nuestra capacidad para conciliar el sueño. Sí, has leído bien. Así que, a continuación, te explicamos todo lo que debes tener en cuenta a la hora de organizar tu cuarto para poder dormir (mucho) mejor.

Organizar y decorar para dormir mejor

Hablar del "Feng Shui", hoy en día, no supone ninguna novedad, pero parece que aún nos queda mucho que aprender de esta filosofía china. Y es que, esta antigua tradición busca armonizar el flujo de energía (o "chi") dentro de un espacio. Por ejemplo, según esta disciplina, el lugar donde se ubica la cama es clave: lo ideal es que esté colocada en lo que se conoce como "posición de mando", es decir, que esté orientada hacia la puerta pero no directamente en línea con ella, lo que permite que la persona que duerme se sienta más segura y relajada. Además, es importante que evites tener espejos grandes frente a esta, ya que pueden atraer a las malas energías y perturbar el descanso. 

Otra de las grandes gurús en materia de la organización del hogar es Marie Kondo. La autora del "bestseller" mundial, "La magia del orden", destaca la importancia de mantener los espacios despejados para promover la calma mental. «Un dormitorio desordenado puede crear un ambiente de caos que dificulta el descanso», explica. Por eso, recomienda que, antes de dormir, nos aseguremos de que todo esté en su lugar, evitando acumulaciones de ropa o pilas de libros en las mesillas de noche, ya que esto puede generar una sensación de incomodidad que afecta la tranquilidad necesaria para dormir profundamente. El orden exterior, según Kondo, promueve un orden interior que resulta esencial para descansar bien.

Más allá de esto, también hay otros elementos que pueden influir en nuestro descanso. Así, no podemos pasar por alto algo tan básico como la elección de los colores para las paredes, ya que, para los expertos, tos tonos suaves y neutros son los más recomendados. Así, tonalidades como el azul claro, los tonos pastel o el beige crean una atmósfera de paz y relajación. De hecho, según un estudio publicado en "The National Sleep Foundation", el azul es especialmente beneficioso, ya que está asociado con la calma y la reducción del estrés. Además, los tonos oscuros o saturados, como el rojo o el negro, pueden resultar demasiado estimulantes para un entorno destinado al descanso.

De la misma forma, la iluminación también juega un papel importante. Los expertos recomiendan optar por luces cálidas y evitar las que sean blancas o demasiado brillantes, que pueden alterar el ritmo circadiano natural del cuerpo. Si es posible, incorpora lámparas con reguladores de intensidad para poder ajustar la intensidad según la hora del día, creando un ambiente más acogedor a la hora de acostarse.

Por último, no debemos olvidarnos de los aromas y texturas. Según diversos estudios, ciertos olores como la lavanda, el eucalipto o la manzanilla, aplicados mediante velas, aceites esenciales o difusores, pueden ayudar a reducir la ansiedad y preparar el cuerpo para descansar. Asimismo, elegir textiles suaves, como sábanas de algodón o lino, puede contribuir a un ambiente más cómodo y relajante.

¿En definitiva? La clave para crear un dormitorio que fomente un sueño profundo y reparador está en prestar atención a cada detalle.