Tamara Falcó, en 'El Hormiguero': "Mi madre no entiende por qué me gusta tanto la cocina"

La buena relación que hay entre Isabel Preysler y su hija Tamara Falcó tenía que materializarse de alguna forma. Si bien es cierto que estamos acostumbradas a ver la buena sintonía que existe entre ellas, ya que muchas veces la marquesa de Griñón suele mencionar a su madre en las distintas tertulias que tienen lugar los jueves en 'El Hormiguero'.

Sin embargo, a pesar de exclusivas e imágenes que lo confirmen, necesitábamos una nueva forma de conocer cómo comparten estas experiencias juntas y la mejor manera de hacerlo es a través de la cocina. Porque, desde su paso por 'MasterChef', la hija de Carlos Falcó entiende el arte culinario desde otro punto de vista y ha querido reflejarlo en un libro.

En este, ha unido su pasión por la cocina y su admiración por Isabel Preysler y lo ha titulado 'Las recetas de casa de mi madre'. La publicación, que incluye un prólogo escrito por su progenitora, reúne una serie de recetas que no han faltado nunca en su casa y que recuerda desde la niñez. En definitiva, que busca que permanezcan generación tras generación.

Para hablar de esto y más, Tamara Falcó acudió al plató del programa que dirige Pablo Motos y que tan bien conoce en calidad de invitada de honor. Lo hizo con un elegante conjunto 'made in Spain' de top y pantalón firmado por Apparentia. Se trata de dos piedas confeccionadas en crepé negro con bordados en rojo y morado que causaron sensación desde que hizo su aparición en escena.

El conjunto, que no se vende por separado, cuenta con un top corto de escote corazón con mangas 'jamón', es decir, abullonadas en la parte superior y más estrechas en la parte inferior del brazo. Está diseñado para que se vea un poco el abdomen o quede muy cerca del pantalón, que es ancho, de tiro alto y con raya cosida vertical. Su precio es de 310 euros.

Además de por el vestuario que eligió para una noche tan especial, su visita a 'El Hormiguero' generó mucha expectación debido a que no iba sola: le acompañó su novio, Íñigo Onieva, que se sentó en el público y siguió con mucha atención la intervención de su pareja. El gran momento del programa lo protagonizaron ambos cuando Trancas y Barrancas le hizo un cuestionario a la marquesa de Griñón.

Fue cuando la invitada se sometió a un cuestionario en el que debía elegir, entre dos cosas, con cuál se quedaría y cuál haría desaparecer. Si bien es cierto que al principio tuvo que tomar una decisión entre si eliminar el cepillo de dientes o los zapatos de tacón (esto fue lo que eligió entonces), las hormigas le pusieron entre la espada y la pared cuando le propusieron hacer lo mismo entre su teléfono móvil y su novio. Tamara se quedó con su novio, claro, generando el aplauso del público y el descanso de Íñigo, que le hizo un gesto con las manos en forma de corazón.

Entre otras de las citas destacadas de la noche se encuentran aquellas que tienen que ver con la gran protagonista del libro, Isabel Preysler. A pesar de que reconoció que su afición por la cocina le viene de su abuela, "porque mi madre no entiende por qué me gusta tanto, creo que es la adrenalina", según comentó, lo que sí le gusta es "organizar saraos".

"Hasta controla los frutos secos que se ponen para que no te manches", reveló antes de contar el detalle que no falta en su casa cuando organizan reuniones con invitados. "Mi madre se va a Londres a comprar un perfume de nardo que pone en las lámparas y huele mientras se consume. Sería la perfecta jefa de sala", añadió con gran entusiasmo.