La reina Letizia tiene muy claro cuál es el vestido rojo que mejor le sienta y ha vuelto a reinventarlo de la manera más elegante posible

El Teatro Real arranca su temporada 2020-2021 con la ópera de Verdi, 'Un ballo in maschera' y, como es tradición, los reyes han acudido junto con a otras autoridades y representantes políticos a la jornada de inauguración de la misma. Don Felipe y doña Letizia han querido apoyar una vez más la cultura, más ahora que son duros tiempos para la misma como consecuencia de la pandemia por la Covid-19.

En la semana de su 48º cumpleaños y tan solo 24 horas después de los monarcas acudieran a la exposición en homenaje a Miguel Delibes organizada por la Biblioteca Nacional de España, la reina ha vuelto a cumplir con su agenda de compromisos oficiales con esta noche de ópera.

Para esta ocasión tan especial, doña Letizia ha optado por un look a la altura de las circunstancias totalmente diferente al que lució hace justo un año en este mismo evento. Si entonces sorprendió con un impoluto diseño camisero de silueta wrap firmado por Lola Li que nos dejó a todos con la boca abierta, esta vez ha querido apostar sobre seguro con el color que mejor le sienta y con un vestido que es ya conocido por todos.

De rojo, el tono que nos favorece a todas y por el que siempre se decanta cuando se trata de un acto único, la reina ha recuperado el que es uno de sus vestidos favoritos, una pieza de encaje firmada por Carolina Herrera que se caracteriza por su original juego de jaretas y motivos florales así como por su silueta lady que queda ajustada a la cintura y con falda de vuelo.

Se trata de una singular pieza que estrenó hace dos años pero con la que ya le hemos visto en más de una ocasión, la última en julio del pasado 2019 en un evento organizado en Valencia, donde también lo combinó con los mismos zapatos de tacón destalonados en color rojo que ha lucido en esta cita madrileña.

Como complementos -además de la obligada mascarilla-, doña Letizia se ha decantado por un clutch rígido en dorado, un anillo y unos discretos pendientes en forma de aro que desaparecían bajo su melena suelta peinada lisa y con raya a un lado.