El mito sobre la reina Isabel II y la duquesa de Alba: ¿quién debía inclinarse en realidad y qué relación tenían?

Recordamos cómo fue el encuentro de la reina de Inglaterra y la duquesa de Alba en 1988 (y cuál de las dos hizo la genuflexión). 

El mito sobre la reina Isabel II y la duquesa de Alba: ¿quién debía inclinarse en realidad?

El mito sobre la reina Isabel II y la duquesa de Alba.

En nuestro país siempre circuló el rumor de que si la reina Isabel II y la duquesa de Alba se encontraran, sería la monarca quien debería hacer una reverencia. Pero, ¿es esto una leyenda urbana o una cuestión de protocolo?

El interés mediático que ha suscitado el fallecimiento de la soberana británica ha vuelto a poner de actualidad esta curiosa historia que une a dos de las figuras femeninas más interesantes del último siglo. Por una parte, la reina Isabel, una de las mandatarias más longevas de la historia y un auténtico icono de la cultura popular; y, por otra, Cayetana Fitz-James Stuart, XVIII duquesa de Alba y la aristócrata con más títulos del mundo.

Casualmente, ambas compartían año de nacimiento, el 1926, y de boda, el 1947. Además, la Casa de Alba y la corona británica están unidas por lazos familiares que se remontan hasta el reinado de Jacobo II de Inglaterra y VII de Escocia, perteneciente a la dinastía Estuardo (Stuart). Ellas eran primas en séptimo grado. Por si fuera poco, las dos se conocían desde niñas ya que durante la Guerra Civil española Cayetana vivió una temporada en Londres, donde su padre ejercía como embajador de España en Reino Unido y juntos visitaban de vez en cuando el palacio de Buckingham.

Su historia discurrió en paralelo: mientras que Isabel II asumió el trono con solo 25 años debido a la prematura muerte de su padre, Cayetana heredó el ducado de Alba con 27 tras el fallecimiento del suyo. A partir de ese momento comenzó a sumar títulos y condecoraciones, llegando a acumular más de 40 títulos nobiliarios: era varias veces duquesa, marquesa, condesa y, además, vizcondesa, condesa-duquesa y condestablesa.

Pero, ¿cuál de las dos debía inclinarse si se encontraban? Para responder tenemos que remontarnos hasta 1988, cuando los reyes de Inglaterra realizaron su única visita oficial a nuestro país y la duquesa de Alba fue invitada a la recepción que se celebró en el Palacio de El Pardo. Apenas existen documentos gráficos del reencuentro, pero las fotografías de aquel día captaron la genuflexión que Cayetana realizó, sonriente, al llegar frente a la monarca. La leyenda era falsa.

Cayetano Martínez de Irujo, hijo de la fallecida aristócrata, ha hablado recientemente al respecto en el programa 'Más Vale Tarde'. "Las dos veces que yo sepa que coincidió con ella, una vez la de la imagen y otra vez no recuerdo dónde, por supuesto [que le hizo la reverencia]. A mi madre hasta le molestaba que dijeran eso. Para ella una familia real es una familia real", explica. Asimismo, el jinete ha recalcado en diferentes ocasiones que nunca existió la rivalidad que se insinuó entre ellas.

Más allá de su consideración, lo cierto es que el protocolo no deja duda al respecto: no hay rango más alto que el de rey o reina, por lo que los monarcas no tienen que inclinarse ante otra figura, independientemente de su cantidad de títulos.

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