La despedida de Pablo Motos a Quique San Francisco: "Eligió vivir por el lado salvaje de la vida"

El presentador, que esta mañana ha acudido al tanatorio para darle el último adiós a su amigo, quiso homenajearle en 'El Hormiguero' la noche del lunes. 

Pablo Motos y Quique San Francisco en 'El Hormiguero'

Pablo Motos y Enrique San Francisco en 'El Hormiguero'.

/ D.R.

"Esta tarde se ha muerto mi amigo Enrique San Francisco y quiero hablar de él". Así comenzaba Pablo Motos su intervención en 'El Hormiguero' este lunes 1 de marzo, tan solo unas horas después de que se conociera la trágica noticia del fallecimiento del actor, a los 65 años, a consecuencia de una neumonía bilateral que le mantuvo hospitalizado durante más de 40 días.

"A mí Enrique me enseñó a estar en un escenario, me enseñó a sobrevivir en Madrid, me enseñó a entender a los artistas... y también me enseñó hasta qué extremo una persona puede ser libre. Tú puedes ir a trabajar, puedes tener un horario, puedes obedecer a tu jefe... o no. Si no te da la gana, no; y a Enrique no le daba la gana. Y como era libre, eligió vivir por el lado salvaje", recordó el presentador.

Además, en la mañana del martes Pablo Motos ha acudido al tanatorio de Madrid donde familiares y amigos se despiden por última vez de Quique San Francisco. Por allí han pasado numerosos rostros conocidos en las últimas horas, como la cantante Ana Belén, el periodista Pipi Estrada o Lolita quien, según sus propias palabras asiste "en representación de toda la familia", haciendo alusión a su hermana , el gran amor de Quique San FranciscoRosario Flores, el gran amor de Quique San Francisco y con quien mantuvo una relación de cuatro años.

"Los que estábamos cerca de él nunca nos aburríamos", reconocía Pablo durante su homenaje en 'El Hormiguero', en el que ha desvelado batallitas y hazañas de la vida de su amigo, repleta de vaivenes. "A veces no tenía dinero, a veces le cortaban la luz, a veces se metía en problemas... pero si le preguntabas cómo estaba siempre te decía "bien, yo siempre estoy bien". Enrique era un genio y un sabio", cuenta.

El presentador Pablo Motos acude al tanatorio para despedirse de su amigo Quique San Francisco

El presentador Pablo Motos acude al tanatorio para despedirse de su amigo Quique San Francisco.

/ Chema Clares

"Hubo una época en la que quedábamos en su casa para beber cerveza y jugar a la Xbox y, cuando se ponía gracioso, hacía unos chistes... infinitamente mejores que los que le escribíamos nosotros para 'El club de la comedia', aseguraba referencia al programa donde Enrique dio rienda suelta a su faceta humorística. "Y un día, después de un chiste de estos brutal, le dije: "Quique, si tú trabajases..." Y me contestó: "¡No digas barbaridades!" Era el mejor", comentaba con nostalgia.

Además, Pablo Motos ha rememorado en 'El Hormiguero' algunos momentos complicados del actor, relacionados con las deudas y la autodestrucción. "Enrique y yo nunca hablábamos en serio porque él lo evitaba. Pero un día, que la estaba liando muchísimo contra sí mismo, le pregunté si no se daba cuenta de que eso iba a acabar fatal. Y me contestó: "Eso no pasará, siempre que estás desesperado aparece una buena persona y te ayuda". Además, la casa de Enrique estaba siempre llena de gente, a veces muy dudosa y muy peligrosa. Pero él siempre me decía: "Tienes que conocer a gente de todas partes, Pablo. Yo no necesito tener un barco como tú, solo necesito tener un amigo que tenga un barco". Así era Enrique", sentencia el presentador.

"El dinero tampoco era su fuerte. Una vez le dieron una indemnización muy grande, por un accidente que tuvo en el que le atropellaron, le destrozaron la pierna y le tuvieron que poner 17 clavos. Y le dije: "Bueno Enrique, ahora por favor pagas las deudas, te organizas y guardas el dinero en el banco. Y me dijo: "Pablo, si hoy me pagan 100 millones, mañana me voy a gastar 110". Y su padre, que estaba al lado, dijo: "Muy bien dicho hijo".

Para terminar su discurso, el conductor del programa se ha referido a su faceta más personal: "Todos queríamos a Enrique porque te hacía sentir debilidad por él. Y por ahí te entraba y te robaba el corazón para siempre ya. Enrique era noble, era buena persona, era solidario y era muy valiente: delante de él jamás se cometía una injusticia; le daba igual perder el trabajo o meterse en una pelea. Jamás nadie cometió una injusticia en su presencia porque Enrique también era un héroe. Ser actor es difícil, pero ser una leyenda como él lleva toda la vida. Durante todos estos años no he conocido a nadie que se haya cruzado 5 minutos con Enrique que no te cuente después una historia alucinante. Hay otros actores a los que les dan premios, a Enrique la vida le dio libertad, aventura y un cuerpo y un espíritu indestructibles. Y ahora se ha marchado con esa elegancia que fue siempre su firma".

Por último, Pablo Motos ha cerrado su homenaje a Quique San Francisco mencionando uno de sus trabajos más virales y recientes en televisión: el anuncio de Campofrío de estas Navidades, en el que interpretaba, irónicamente, a la muerte. "Todos le recordaremos con la imagen más impresionante de esta Navidad: Enrique, con su capa y su guadaña riéndose de la muerte. Seguramente esa fue su última gamberrada".

D.E.P.

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