Nos colamos en el armario de Bambi

El armario de Bambi

¿Es cosa nuestra o tu agenda ha temblado un poco? Nos gusta pensar que, gracias al tour que nos ha dado por su pisito neoyorquino sin ascensor de Chelsea, hemos conseguido echar un buen vistazo a la psique de Northwood-Blyth: desde el enorme lienzo de André Saraiva (su artista favorito) de su sala de estar hasta los adorables accesorios de su reciente boda (por ejemplo, unos muñequitos Lego como figuras del pastel), pasando por un par de guantes de boxeo de chica mala.

La modelo australiana se ha hecho un hueco en la moda a pesar de su estatura (1,70 m) y sus peculiares cejas. Acaba de casarse con el diseñador Dan Single.

Olvida todo lo que has oído sobre cómo el gel y los bálsamos garantizan unas cejas tupidas y definitivas. Tal como descubrimos una tarde con Bambi Northwood-Blyth, ni todos los productos del mundo bastan para superar un par de frondosas y perfectas cejas regaladas por la naturaleza... Ella se tomó sinceramente a broma nuestros cumplidos, afirmando que su rutina de belleza es una «explosión» (sus palabras, no las nuestras). Pero es que, mientras que a nosotras mantener nuestras cejas nos supone un trabajo casi de jornada completa, Northwood-Blyth cuenta con una lista de tareas que rivaliza incluso con los pluriempleados más desbordados. ¿Un ejemplo? Cuando no está ocupada protagonizando campañas para todo tipo de marcas, desde Topshop hasta Victoria’s Secret, y consiguiendo portadas internacionales, colabora en una línea de calcetines llamados Stance (stance.com) y organiza fiestas para presentar su nuevo vino rosado (sabíamos que esta chica nos gustaba con razón), Pour Les Amour.

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