Mónica Naranjo: "Siempre he escogido el camino que he sentido, no el establecido"

Mónica Naranjo nos habla de 'Lvbna', de justicia, y de la satisfacción de sentirte libre para ser dueña de tu carrera.

Portada de 'Lvbna' Mónica Naranjo
Portada de 'Lvbna' Mónica Naranjo / D.R

Si algo sorprende de Mónica Naranjo es la tranquilidad que transmite. A diferencia de la fuerza con la que se sube al escenario, cuando baja de él su forma de hablar es pausada y acompasada, y aun así consigue ser intensa. La cantante presenta ‘Lvbna’ el 29 de enero, un disco tras el que se esconden muchos secretos.

Llevas 7 años trabajando en este nuevo disco, ¿qué le hace tan especial?

De especial tiene mucho, pero sobre todo ha sido un disco con muchísimo trabajo que he tenido que alternar con otros proyectos como las cinco giras o el trabajo en televisión.

¿Cómo surge la idea de crear este disco?

‘Lvbna’ es una historia, una novela. El escritor es amigo mío y un día me dejó el libro. Fue una sorpresa porque no sabía que escribía tan bien, y me enamoré de los personajes, de sus historias. Me di cuenta que nunca había musicalizado un libro y nos lanzamos a intentarlo. Hubiera podido ser un desastre pero todo fluyó. 

¿A qué se debe el título de ‘Lvbna’?

Lo escogió el autor de la novela por el significado que tiene. Es un nombre de origen árabe y significa ‘pura como la leche’.

En la portada te vemos resurgir del mar como si de una diosa se tratase. ¿Con qué injusticias terminarías si tuvieras ese don?

Para terminar con todo tipo de injusticias tendríamos que acabar con los malos. Lo complicado es decidir de qué manera hacerlo, ¿cuál es la cívica?

La manera en la que lo haría ‘Lvbna’ es imperando la justicia divina. Yo tengo muy claro cual sería para mi esa justicia, pero no todos lo verían bien.

¿Y cuál sería esa justicia divina?

Dependiendo del caso, pero yo soy madre, y si alguna persona le hubiera hecho daño a mi hijo no podría estar esperando a que un juez dictará una sentencia. Para mi una justicia divina sería decir: “usted ha hecho eso, le corresponde a la familia hacer o deshacer lo que quiera con usted”.

Cada canción es un capítulo de la novela, una pequeña historia, ¿con cuál te has sentido identificada?

Considero que el disco hay que sentirlo en su totalidad, no extraer una historia u otra. Y más que de historias yo hablaría de personajes. Hay algunos que me han aportado más que otros, por su fuerza, por su entereza, por su sabiduría emocional, por su fe. Me enamoré de Leonard, uno de los protagonistas, desde la primera vez que leí la historia, me encantaría ser como él, tener su fe ciega, el amor incondicional a todo lo que le rodea.

Este disco es una ópera rock, es fuerte, es complejo y vibrante. ¿Te define?

Más bien define a la obra, ¡es intensa!

¿Qué se esconde tras la Mónica Naranjo que se sube al escenario?

La del escenario es un personaje, no tiene nada que ver con la persona que soy. Cuando canto soy una persona altiva, distante, dramática, nunca intento mezclar a Mónica Naranjo con la madre de familia que soy, más sencilla de lo que parece.

“Sobreviviré” se convirtió en un himno a la libertad para muchas personas. ¿Qué te animó a ser tan transgresora?

Eso no se decide, son cosas que al final pasan. La vida es un camino que parece recto pero tiene varios senderos y tu escoges el que crees que es correcto. No me sirve que tú me digas que debo ir por uno porque es el mejor y es lo establecido, si yo he tenido la certeza de que para mi ese no era el mío, he tomado otro. Así ha sido toda mi carrera, quizá hubiera sido más sencillo hacer lo que se llevaba en la época, no lo sé, pero no sería yo.

Es un lujo que te den la libertad de poder decidir tu camino.

Sí, pero uno debe ganársela y trabajar duro. Es una lucha, estás sola y no es fácil.

Si pudieras volver atrás, ¿cambiarías algo de tu carrera?

No, laboralmente no. Ha estado bien, el viaje ha estado muy bien y lleno de experiencias.

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