Miriam González Durántez: "Tengo más que ver con Nick Clegg y la mayoría de hombres que conozco, que con las mujeres que han apoyado a Trump"

Brillante abogada, feminista y fundadora de la organización Inspiring Girls, que acerca a las escuelas testimonios de mueres para concienciar a las niñas de que no hay barreras y pueden alcanzar sus sueños profesionales. Miriam fue una de las galardonadas con el Premio Woman.

La abogada Miriam González Durántez
La abogada Miriam González Durántez / E.MORENO ESQUIBEL 606334142

Es la española más influyente de la City londinense. Brillante abogada, experta en comercio europeo y comentarista política. Una carrera profesional de éxito que Miriam (Olmedo, Valladolid, 1968), compagina con actividades como la de analista política y presidenta de Inspiring Girls, que fundó en 2013 con el objetivo de combatir la desigualdad desde la escuela, enseñando a las niñas que pueden llegar donde quieran. «Acercamos a las escuelas modelos de mujeres, de todos los sectores, que con sus testimonios ayudan a las jóvenes a entender que no hay barreras, que pueden conseguir sus sueños, que hay que ser ambiciosas, trabajar por lo que quieres y no ponerse límites.»

Detrás de todo ello está esta mujer a la que apodaron Huracán Miriam cuando irrumpió en la política británica en 2010, como esposa del recién nombrado viceprimer ministro Nick Clegg y revolucionó las costumbres establecidas para las “señoras de”: no asumiría su apellido, ni dejaría su trabajo para acompañarle y se repartirían la tarea de llevar a sus hijos al colegio. Prensa, radios y televisión compartían titular para dibujar su perfil: la mujer feminista de Clegg. Una condición que reivindicó –«Soy feminista, es lo normal»– cuando pocas abanderaban la causa. No se calla. Tampoco para reconocer que aprovechó su protagonismo mediático para que Inspiring Girls alcanzara cifras récords desde su primer año en Reino Unido e implantar el modelo en otros lugares. Hoy trabajan en ocho países, España entre ellos, y preparan la versión on line, «que nos permitirá llegar a chicas de cualquier rincón del mundo para que vean la cantidad de cosas interesantes que podemos hacer las mujeres».

Reino Unido, Singapur, España, Chile... En países tan distintos, ¿las circunstancias de las niñas son iguales?

Coges a una niña de un ambiente rural de Chile y la comparas con una de la City londinense, con influencias y aspiraciones tan distintas, y lo único que sale en común es la falta de autoestima y de confianza en sí mismas, que las lleva a “cortarse las alas” desde muy pequeñas. Siempre.

¿Qué es lo que provoca esta situación?

Fundamentalmente, los estereotipos de género. Llevamos a cabo un estudio con niños y niñas de seis años, mostrándoles paneles de hombres y mujeres en los que les preguntábamos qué tipo de trabajo pensaban que desarrollaban y ellos siempre eran médicos, abogados, en definitiva jefes y ellas, enfermeras, profesoras, si era guapa, modelo y hasta organizadoras de fiestas. Ese cúmulo de pequeños sexismos, que casi ni notamos porque la sociedad los ha normalizado –«no llores, que pareces una niña», que ellos sean héroes y ellas princesas–, son mensajes subliminales, un ruido de fondo en el que se educa a los pequeños y que al final, limita los sueños de las niñas. Por eso es importante que vean ejemplos de mujeres que los han alcanzado.

En los últimos tiempos se están denunciando sexismos, saliendo a la calle, hay movimientos como #MeToo haciendo ruido... Están cambiando las cosas.

Estos movimientos son positivos. Yo soy partidaria de que los abusos se denuncien en el momento; es fantástico hacerlo después, pero mejor cuando suceden y así proteges a las demás. El cambio fundamental es que los hombres se hayan unido a hablar de igualdad, porque a partir de ahí ya no puede presentarse como una guerra entre ellos y nosotras, sino de individuos de uno u otro sexo que compartimos un modelo de sociedad de igual a igual. Esto será lo que nos hará progresar.

Tú tienes marido y tres hijos, ¿comparten tu visión?

Mis hijos lo llevan en el ADN. Y tengo más que ver con Nick y la mayoría de hombres que conozco que con las mujeres que han apoyado a Trump.

Se ha conseguido la igualdad legal, ¿falta la real, no?

Sí. La de voto, derechos, incluso la del puesto de trabajo con todos sus problemas, están ahí; falta todavía la igualdad dentro de las casas. Tiene que haber un debate sobre la sociedad del cuidado, no solo de los niños, también de los mayores, comida... cuyo peso llevan aún las mujeres y que no puede seguir así, porque las está frenando. Esta sociedad, aunque solo fuera en términos económicos no se puede permitir que las mujeres no generen productividad económica: el estado del bienestar no se mantiene con un 51 % de la población sin trabajar fuera de casa. Esta discusión no puede ser un tabú. Empiezan a plantearse medidas, algunas de ellas, fiscales.

Paradójicamente, todos seguimos presentándote como la mujer de Clegg. ¿Te molesta?

No, porque está claro que tengo un perfil público por estar casada con él y es por lo que he podido lanzar Inspiring Girls con la fuerza que lo he hecho. Distingo perfectamente esto del que me llama Mrs. Clegg en tono peyorativo...

¿Te has sentido alguna vez víctima de las etiquetas?.

Por supuesto, y además en público, porque cosas como que no llevara su apellido o siguiera trabajando llegó a generar debates en medios serios como la radio 4 de la BBC, no solo en tabloides. Estas cosas que desde España no se entienden, aquí suceden.

¿Es más conservadora la sociedad británica?

Diferente, las españolas se morirían con el tipo de comentarios sexistas que se hacen aquí en público y a las inglesas les daría algo con lo que se hace sobre tu presencia física en reuniones de negocios en España.

¿Quién pierde más con el Brexit, Reino Unido o Europa?

En términos económicos, seguramente, Reino Unido, según el tipo de Brexit que se acabe haciendo; en lo político, los dos. Para Europa, me preocupa el golpe que ha sido en un momento de extrema fragilidad interna. Se subestima esto. En España se sigue hablando en términos de más Europa, menos Europa, federalismo o no, pero la realidad es complicada y frágil. Hay muchos riesgos y amenazas.

Miriam González Durántez

La abogada, premiada esta noche, se vistió de lentejuelas verdes.

/ Alberto Morelli

Has mostrado tu preocupación por los populismos.

De izquierdas y de derechas. Se valen del victimismo y de las soluciones fáciles, que no las hay. Tenemos estados de la UE que no respetan valores básicos, separación de poderes, que no entrarían ahora y es complejo porque hay países como China, Rusia y de manera distinta EE.UU. intentando aprovechar esta división que surge desde dentro.

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