Hugh Jackman

Es australiano, Scarlett Johansson americana, y los dos coinciden en “Scoop” (On Pictures), la segunda película de Woody Allen rodada en Londres. El cóctel está servido. La trama recuerda un poco a “Misterioso asesinato en Manhattan”, pues se trata de una comedia a la que no le falta sus momentos de suspense. Hugh aquí va de cordero, es el hijo de un lord, y ofrece una versión de sí mismo mucho más atildada que la que nos mostró con Lobezno, el papel en “X-Men” que le lanzó a la fama. Ya tocaba verle afeitado y sonriendo un poco, la verdad. Al fin y al cabo, la vida le va sobre ruedas. Seguro que canta (y muy bien) en la ducha para celebrarlo, porque el actor ha dado la talla en el teatro musical con títulos como “La Bella y la Bestia”, “Sunset Boulevard” y “Oklahoma”. Woody Allen ha dicho de él que es «un tipo simpático, encantador, que sabe bailar y moverse con gracia, además de ser apuesto y saber cantar.» ¿Y quiénes somos nosotras para contradecirlo? Ya nos gustaría que nos susurrara a la oreja algún temita pero, de momento, la que se lo encontrará cara a cara es Nicole Kidman, que rueda con él la última película de Baz Luhrmann (“Romeo Julieta”, “Moulin Rouge”). ¿Alguna vez bailará con la más fea?