Eugenia Osborne: "Me gustaría tener la seguridad de mi padre"

La segunda hija de Bertín Osborne se reinventa: estrena blog en woman.es, emprende negocio en el mundo de la moda y está mejor que nunca tres meses después de tener a su tercer hijo. 

Eugenia Osborne con chaqueta de Dior
Eugenia Osborne con chaqueta de Dior / Santiago Estebán

Exquisita. Eugenia sorprende. Es cariñosa, sin mostrarlo; inteligente, sin apabullar; elegantemente cercana y muy sincera. Es de esas personas que te hace la vida fácil, que te gusta tener siempre cerca. 

¿Por qué decides hacerlo en dos idiomas: español e inglés? 

Porque en RRSS tengo bastantes seguidores que son internacionales y en Madrid hay extranjeros que no dominan el español, así que se lo pongo fácil. Además, como hablo de sitios que pueden ir a visitar o ir a comer, estoy revitalizando la economía (risas).

¿Es un idioma que dominas?

Bueno, lo tengo un poco oxidado... Intento hablar a mis hijos en inglés todo lo que recuerdo. Estuve un año interna en un colegio en Inglaterra y mi madre siempre nos habló en ese idioma, desde pequeñas. Yo al cole entré hablando en inglés con tres años y nadie me entendía (risas). Fue un trauma y nunca más quise volver a hablar en inglés con mi madre, aunque para ella era su lengua materna, porque mi abuela era inglesa. 

¿Y te ha abierto muchas puertas? 

Muchas, de verdad. Aunque te confieso que hay veces que no entiendo la mitad de las cosas cuando veo series en versión original. Pero disfrutarlas así, oír la voz real de los personajes, te acerca mucho más a la verdad de la historia. Mi casa es una Torre de Babel, porque mi marido les habla en italiano a los peques.

Hablando de niños, ya tienes tres con solo treinta años... ¿No sientes que te has perdido algo?

Siento que me he perdido mucho (risas)... Pero también tengo la sensación de que he ganado. Tener los hijos joven, aparte de que te permite vivir una segunda juventud sin estar muy cascada, me dará la oportunidad de hacer cosas con ellos que de otra forma no hubiera podido, como salir con ellos de marcha (risas).

¿Fueron buscados?

Nooo. No había hecho ni tres meses desde mi boda con Juan cuando me quedé embarazada. Tengo la suerte de ser una mujer muy fértil y me deja en estado con solo mirarme. Fue sin querer. Las que sí que buscamos fueron las medianas, Sandra y Leticia [murió al poco de nacer], pero los chicos, Juan y Tristán, han venido sin avisar.

Eugenia Osborne con gafas de Cavalli

Nuestra bloguera, que se divirtió mucho al conocer al actor Gerard Butler («Como estaba embarazadísima, al verme me preguntó si era suyo», ríe), con vestido Emporio Armani y gafas de sol Just Cavalli.

/ Santiago Estebán

¿Y te queda alguno más?

No, ya he cerrado el chiringuito. Me ha costado hacerme a la idea de que ya no voy a tener más hijos pero es que me quiero centrar en ellos, en mis proyectos personales y en mi marido, que le echo de menos... 

Le tienes un poco abandonado...

Pues entre que los niños pequeños te demandan mucho tiempo –tienen 4 y 2 años y 3 meses el último– y que él trabaja mucho, lo veo muy poquito y necesito pasar tiempo con él.

¿Cuáles son los proyectos de los que hablabas?

Pues, estoy montando un negocio de moda con una socia, pero hasta que no esté más desarrollado, no quiero contarlo. Estamos en los inicios, que son lo más rollo, pero ilusionada. También tengo una clínica de psicooncología y luego está mi pasión por la pastelería [Heartbaking Eugenia, síguela en Instagram]. Siempre que tenga encargos, lo seguiré haciendo. Soy la reina de los cupcakes.

Pero si odias cocinar...

¡Sí! Y además se me da fatal, pero la repostería es un arte muy técnico y muy justo. Tienes que ajustarte a los ingredientes, sin pasarte. A mí me das una receta y te la clavo. Lo otro ya es más experimental y ahí soy pésima.

¿Tienes tiempo de todo esto con tu familia?

Muy poco, la verdad, pero mientras hagas lo que te gusta, aunque vayas con la lengua fuera, lo disfrutas. Con el blog estoy súper emocionada, me divierte todo. 

¿Te imaginabas tu vida así hace solo cinco años? 

La verdad es que no, me la imaginaba completamente distinta... De hecho, ni siquiera pensaba que fuera a vivir en el centro de Madrid. Creía que iba a vivir fuera de España. Pero creo que, a pesar de que han pasado varios años difíciles, con muchos problemas [como la muerte de su hija Leticia], no lo cambiaría. Estoy súper feliz donde estoy, con mi familia y, ahora, con este nuevo proyecto laboral. Estoy muy, muy feliz.

Tu padre te define como «una loca maravillosa». ¿Por qué? Pareces cabal, pausada, discreta...

Lo soy, pero de puertas adentro tengo mis historias. Soy espiritual, naturista... Bueno, también me llama «la hierbas».

¿Cómo te has sentido siendo la mediana entre tus hermanas? ¿Has logrado encontrar tu sitio?

Me siento muy querida y valorada por toda mi familia, pero sí es verdad que los del centro sufren más. A veces he tenido la sensación de no encajar, pero me habría pasado igual siendo la primogénita. La verdad es que mi madre lo supo llevar muy bien. Hizo hincapié en las cualidades de cada una, para que las potenciáramos, y pude sobrevivir. 

Ahora te toca hacerlo bien con tu hija...

Está siendo difícil, porque mediana y encima niña entre dos varones... Yo he sido, de entre mis hermanas, la que menos problemas ha dado, aunque mi mundo interior sí que es un poco más complejo (risas).

¿Qué has heredado de tu padre y qué de tu madre?

De mi padre me gustaría haber heredado más cosas... Es que, si lo pienso, no tengo mucho. Soy muy parecida a mi madre, cada vez más: en los valores, educando, soy más arisca... Mantengo siempre una distancia, aunque de trato sea agradable, pero no sobo. Mi padre, en cambio, soba mucho, igual que mi hermana Claudia, que es la más parecida. Los genes, al final, tienen muchísima fuerza. 

¿Qué te gustaría tener de tu padre?

Su seguridad, su desparpajo... ¡Aunque no su genio!

¿Tus hijos ya se van pareciendo a alguien? 

A Juan lo veo más pausado, como yo, y la niña es igual que mi hermana Claudia y su abuelo. Me da problemas, pero me divierte muchísimo...

¿Y ninguno ha salido a tu marido, Juanma Melgarejo? 

La niña, sí. Él es un serio que sabe divertirse, que hace reír a los demás y que tiene mucha seguridad en sí mismo. Él me aporta la calma. Y es buena persona, tanto que mi hermana Claudia dice que, cuando lo ve, le dan ganas de llorar.

Él es empresario, ¿de qué?

Empezó con clínicas dentales a los 26 años, ahora tiene una fábrica de plásticos internacional y está pensando en comprar una de contenedores... Es muy emprendedor. También tiene una sastrería en Madrid que se llama Fields (Jorge Juan, 39). Le va bien, a sus 33 años. Ha nacido para eso.

Eugenia Osborne se reinventa

Eugenia, que se declara una loca de los zapatos («¿Mi tesoro? Mi marido me regaló en Navidad los Manolos que salen en la película “Sexo en Nueva York”»), con camisa Sportmax y pendientes Dior Joaillerie.

/ Santiago Estebán

Solo le falta poner un restaurante...

¡Eso nunca! La hostelería es muy esclava... 

De toda la gente que conoces en fiestas, viajes, presentaciones o en el programa de tu padre, ¿quién te ha dejado huella?

Mariano Rajoy... No puede ser más gracioso. Y Antonio Banderas, por su cercanía. Pero la que más me impresionó fue su novia, Nicole Kimpel. Exquisita.

Eugenia Osborne con chaqueta de Dior
Eugenia Osborne con chaqueta de Dior / Santiago Estebán

If you keep the secret (si me guardas el secreto) es el sugerente título que Eugenia ha puesto a su primer blog, alojado en woman.es. En un principio lo iba a hacer con una amiga que quería mantenerse en el anonimato, de ahí el nombre del blog. ¡Síguela de cerca si te quieres divertir!

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