Los Javis: "Ahora podemos decir que somos felices, pero no siempre fue así"

Son los nuevos Almodóvar: geniales, descarados, divertidos, frescos... Los creadores de “La llamada” y “Paquita Salas”. Los Javis (Javier Ambrossi & Javier Calvo) convierten en oro todo lo que tocan. Atentas a su próximo paso.

Javier Ambrossi y Javier Calvo han alcanzado el éxito con 'La llamada'

Javier Ambrossi, con traje amarillo Ana Locking, camisa azul Sandro y zapatos Jimmy Choo. Javier Calvo con traje verde Ana Locking y camisa azul Avellaneda.

/ Germán Sáiz

Javier Ambrossi y Javier Calvo: quédate con esos nombres, si es que no los has elevado ya al altar de los dioses... Estos dos madrileños, pareja creativa y sentimental, han conquistado en seis años a propios y extraños no solo con su trabajo (la nominada 'La llamada' o la serie 'Paquita Salas'), sino con su natural simpatía y su discurso reivindicativo (antibullying, antihomofóbico, woman power). Ellos, con los pies en el suelo, celebran el éxito y solo piden tiempo: para dormir, descansar... para vivir y poder contarlo.

¿En qué creéis que radica el éxito, en haberos aceptado o en que los demás lo hagan?

Javier Calvo: Lo segundo es consecuencia de lo primero. El éxito es estar a gusto con lo que haces... Hay gente a la que le va bien económica y laboralmente pero, en cambio, no es feliz. Nosotros sentimos pasión por nuestro trabajo.

Javier Ambrossi: Ahora podemos decir que somos felices, pero no siempre fue así. Vivimos un momento muy bueno; tenemos una casa bonita, una familia que nos apoya en todo, unos amigos maravillosos y no hay nada que nos perturbe. Eso es éxito.

Javier Calvo y Javier Ambrossi a punto de despegar

Javier Ambrossi lleva camiseta Guess y Javier Calvo, camisa estampada Levi’s.

/ Germán Sáiz

¿Y estar tan arriba no da miedo?

Calvo: Nooo, hay que disfrutarlo. Cuando atraviesas épocas malas, tampoco eres consciente, solo luchas por sobrevivir. Sé que cambiará mucho la cosa, esta es una profesión tan inestable... Por eso hay que portarse bien con la gente y no creerte la hostia.

Ambrossi: Porque no lo eres, básicamente (risas). Esto es algo momentáneo. Y pasar épocas de bajón es importante para tomar perspectiva, pensar y crear cosas nuevas. Si hubiera tenido éxito como actor, no sería director ni guionista. Así que bendito fracaso.

Calvo: Hay que vivir muchas vidas y para eso, tienes que caerte y levantarme muchas veces.

Sois exponentes de la generación “Do it yourself”...

Calvo: Es una generación que se ha abierto al exterior a raíz del auge de internet y del nacimiento de nuevas vías de comunicación, más democráticas. Ya no tienes que aguantar que una productora te diga qué debes hacer... con un móvil te puedes mostrar al mundo.

Ambrossi: La gente es más libre, tiene menos miedo a mostrarse como es porque sabe que va a poder conectar con otras personas. Si no les gusto para un canal, ya les gustaré para otro. Y cuanto más específicos sean los canales, más espacio habrá para todos. También es verdad que antes te cogían en una serie como actor y te comprabas tres casas... ahora ya no.

Calvo: Y al estar más formados e informados también somos más críticos; como todos tenemos voz, nace el mundo “hater” y los insultos... Pero es un momento de cambio, en cinco años todo se habrá ajustado.

¿Cómo lleváis las críticas y los insultos, relativizáis?

Ambrossi: A mí me encanta que todo el mundo opine, pero no entiendo que en Twitter un chiste sea objeto de boicot y una amenaza de muerte o un acoso quede impune. En las RRSS se vive una falsa realidad y tampoco tenemos que darle alas. Twitter es la simplificación de la opinión pública.

Calvo: Tenemos que aprender a distinguir lo que es momentáneo y lo que no, lo que es real y lo que no. Las críticas han pasado de ser ensayos a un simple like y no se puede simplificar tanto. Hay cosas complejas y contradictorias que no se pueden reducir.

Ambrossi: Estamos en un momento de opinión exprés, como la comida rápida o la telebasura. Pero no hay que condenar lo nuevo, sino aprender a escucharlo, entenderlo y ver hacia dónde nos lleva. Pero se espera que la gente famosa actúe como un zombie: que te insulten y pases, que te hagan una foto en un restaurante sin pedírtelo y pases... No puedes esperar que no te afecte.

Calvo: Tienes que relativizar, porque detrás de esa crítica o insulto puede haber un niño, una persona que está jugando a ser un personaje... vete a saber.

Habéis conseguido que la gente joven vaya al teatro a ver “La llamada”, que se llenen las salas de cine a pesar del auge del “streaming”, ¿hasta dónde queréis llegar?

Calvo: Me gustaría hacer un cine de autor accesible para todos... y seguir explorando, tenemos mucho que aprender todavía.

Ambrossi: ¿Te refieres a si queremos ir a Hollywood? Pues, no lo sé. De momento, estamos experimentando. Hemos dirigido una obra de teatro, una serie y una película muy pequeñas y todo, a nuestra manera. Lo que me gustaría a mí es rodar una segunda peli. Y que “Paquita Salas” tuviera muchas temporadas.

Los Javis en el túnel de viento

Los dos Javis, con cortavientos Colmar, bautizándose en el aire en el túnel de viento de Fly Madrid.

/ Germán Sáiz

¿Sois más exigentes como directores que como actores?

Calvo: Mucho más. Es tu historia, tu visión la que tienes que defender. Cuando actúas estás haciendo realidad la historia de otra persona, que además no suele apasionarte (algo terrible, pero no siempre puedes elegir). Nosotros creemos más en lo que hacemos ahora que cuando actuábamos.

¿Qué tipo de directores sois?

Ambrossi: Muy dialogantes, de trabajo en equipo… A veces nos pasamos.

Calvo: Intentamos rodearnos de artistas y no considerarlos unos meros ejecutantes. Ellos aportan, así que no intentamos imponer, sino que escuchamos. Al fin y al cabo, somos unos recién llegados...

¿Y cuando no estáis de acuerdo?

Ambrossi: Si veo algo muy claro... voy a muerte.

Calvo: Solemos tener claro el punto de cesión de cada uno, nos conocemos muy bien. Es un diálogo.

¿Os han llegado ofertas para actuar en estos años?

Ambrossi: No... alguna suelta, tres o cuatro.

Calvo: No muchas. La gente sabe que estamos en otra cosa y para actuar necesitas tiempo.

¿Cómo se fraguó la webserie de “Paquita Salas”?

Calvo: Estábamos con Brays Efe y Anna Castillo en casa y empezamos bromeando sobre cómo me llamaría si fuera un travesti. Como me llamo Francisco Javier, pues Francisca y mi abuela se apellidaba Salas. Pusimos a Brays de representante, jugando... Se ve en un vídeo de 15 minutos en Instagram.

Ambrossi: Cuando lo compartimos, tuvo un montón de comentarios y pensamos en hacer un corto antes de dirigir nuestra primera película. Eran unas prácticas de cine, pero como somos bastante ambiciosos, se nos fue de las manos. Entró Flooxer (plataforma de Atresmedia) y ahora Netflix... y se convirtió en una serie mundial. ¡Estamos en 192 países!

¿Con qué nos sorprenderéis esta segunda temporada?

Calvo: Es más profunda, Paquita se ha vuelto más humana, nos la creemos más. La hemos rodado más bonita, los actores entienden mejor sus papeles, es igual de divertida o más...

Ambrossi: Es más madura, tiene un punto más de película y muchas sorpresas. Esta temporada, los guiones son todos saltos al vacío.

¿Qué tiene ella de vosotros mismos?

Calvo: Pues, tiene mucho de mí; en encantan los torreznos, el gintónic, mi abuela era muy Paquita y yo tengo una señora mayor dentro de mí.

Ambrossi: Yo me identifico con la parte de descubridora de talentos y de cuidadora. Me involucro siempre con alguna actriz e intento ayudarla a triunfar.

¿Cómo os veis el uno al otro?

Ambrossi: Depende del día... Uno está coherente hoy y mañana enloquece y al revés (risas).

Calvo: Se supone que yo estoy más loco y tú eres más organizado, pero eso es porque no te conocen. Él es súper intuitivo y yo soy más terrenal.

Ambrossi: Él es muy detallista y súperdotado para la técnica y los chistes. A mí me interesa el conjunto, lo grande (como el marketing) y él va al detalle: que el color sea bonito, que el chiste funcione...

¿Sois atrevidos porque no tenéis nada que perder?

Ambrossi: Ahora ya perderíamos algo más. Nos tatuamos los dos el lema “Lo hacemos y ya vemos” para no perder frescura. No puedes pensar en el resultado, ni en caer bien, ni en ganar dinero, sino en disfrutar. Yo soy atrevido porque sé que si todo va mal, siempre puedo volver a poner copas en el Válgame Dios.

Calvo: Para ser atrevido no hay que ser ambicioso. Queremos ser libres, por eso nos aliamos con Enrique López Lavigne, nuestro productor, que es amigo, y con Netflix, que nos quiere tal como somos.

¿Y el convertiros en un icono?

Ambrossi: Si puedo defender mis ideas desde mi posición... Los iconos de nuestra adolescencia fueron un referente vital. A mí me soltaron en un cole del Opus y nadie me explicó la sexualidad, la vida, la diversidad... fue gracias a la literatura, las manifestaciones, Jesús Vázquez, la revista “Shangay”… que descubrí que existía otro mundo. Siento algo de responsabilidad porque cuando un niño nos ve en “OT” piensa: mira, existe una pareja gay, existe ser feliz, existe ganar premios.

Calvo: Son las protagonistas de nuestro universo y de nuestra vida. Es incongruente que en el cine no se cuenten historias de mujeres cuando son ellas las que mueven el mundo, nuestro mundo. Los personajes femeninos son complejos, interesantes y nos llenan.

''Los Javis'' desde otra perspectiva

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