Dani Martín se sincera: "¿Cómo voy a querer si no me quería a mí?"

Poco después de admitir que va al psiquiatra, el cantante ha publicado en su Instagram una reflexión en la que habla de sus sentimientos, del éxito y de cómo le ha cambiado la pandemia.

El cantante Dani Martín en el photocall de Los 40 Music Awards 2020

El cantante Dani Martín en el photocall de Los 40 Music Awards 2020.

Dani Martín ha vuelto a recurrir a las redes sociales para abrirse en canal, conectar con sus seguidores y reflexionar sobre su estado anímico, el éxito profesional y su vida sentimental. En apenas unas horas su publicación se ha llenado de mensajes de ánimo, tanto de fans anónimos como de nombres conocidos del panorama artístico de nuestro país, que señalan su valentía al escribir este texto.

"Vaya año de aprendizaje: se me rompió el motor, se me pincharon las ruedas, se me oxidó todo por querer ir en marcha todo el rato y no saber disfrutar de estar parado", comienza diciendo en alusión a la pandemia. "Sólo sabía rodar, no miraba las flores ni escuchaba el mar, no saboreaba el placer. Sólo sabía sobreponerme y seguir rodando. Qué agradecido estoy a la obligación que la vida me ha impuesto."

"Me rompiste el coche, me lo paraste en un desierto sin agua, sin sombra, sin nadie. Solo conmigo, con el que hacía 20 años que no estaba, ¿cómo iba a querer si no me quería a mí? Sólo quería rodar y rodar, el aplauso y más aplausos… ‘Jó***e y conócete’, me dijiste, y así fue", comenta el cantante en referencia al parón que supuso para él la cuarentena.

"Primero vas a estar 4 meses contigo, a la fuerza. Después te pondrán la cara colorada por tu cobardía en muchas cosas, por tus errores, por dejar al personaje mandar. Silencio largo, muy largo. Fundido a negro. ¿Tienes sed? ¿Quieres caminar? ¿Quieres sentir? ¿Quieres correr? ¿Quieres ser más que el personaje? El personaje también eres tú, pero el otro trozo, ¿dónde está? ¿Dónde ha estado este tiempo? ¿Te atreves a ir a por ello? ¿Tienes miedo?"

A continuación, Dani Martín se ha sincerado sobre sus sentimientos. "Tengo miedo, mucho miedo, tengo sed, quiero caminar, correr, enamorarme, querer de verdad, atreverme, olvidarme de gustar a todos, acariciarme a mí, al imperfecto, al real. Qué peligroso es el éxito y vivir sólo en él y no tener otra vida donde también resida tu autoestima. El éxito es una droga".

Para terminar, el que fuera líder de la formación musical El canto del loco ha explicado, mediante la metáfora del coche estropeado que empleaba al comienzo, que está trabajando para volver a tomar las riendas. "La vida es muy corta, quiero ser feliz abajo también, no solo en la nube. Estoy arreglando el coche, va a ser un coche artesanal que parará cuando vea el mar. Que servirá para compartirlo. Mi coche olerá a mi. Estarán todos mis trastos y mis verdades por el suelo. A veces se estropeará y volveré a parar para arreglarlo con amor, sin juicio por haberlo roto, sin exigencia. Tengo las manos llenas de grasa y me encanta".

Sus consultas con el psiquiatra: "A día de hoy es mi paraíso"

Esta no es la primera vez que Dani Martín utiliza su Instagram para hablar largo y tendido de cuestiones íntimas. Hace unos días, el artista confesaba que siempre había estado "lleno de complejos", y que nunca se había sentido cómodo con su cuerpo, especialmente con su pecho. "Me he juzgado y me he exigido al máximo. Soy imperfecto, soy esto y hoy me gusta", aseguraba junto a una foto en la que posa, sin camiseta, luciendo su torso (y con la que, además, aprovecha para denunciar la censura de Instagram hacia el pecho femenino).

Además, hace algunas semanas admitía con otra foto que actualmente está en tratamiento psiquiátrico, un gesto que aboga por normalizar los problemas de salud mental. El cantante se refería a sus visitas a la consulta como "un lugar maravilloso: el lugar donde en estos momentos de mi vida me siento mejor, más yo, más tranquilo, más feliz.

Es un lugar donde me encanta hablar y donde me abro en canal. Es silencioso, cómodo, a veces paso calor, me emociono, conecto con mi infancia, con mi tristeza, con mis carencias, mis errores: a día de hoy es mi paraíso".

"Se llama psiquiatra. Es un gimnasio donde la cabeza y las emociones se equilibran, se deshacen nudos, conoces de dónde vienen muchas cosas. Donde aprendes a ser quien eres o, al menos, lo intentas. Donde aceptas, donde asumes, donde soy feliz", explicaba antes de aclarar que no tiene "ninguna enfermedad mental diagnosticada" y que no se considera "un referente, ni alguien que intente influenciar ni contar qué debe hacer cada uno en su vida".

"Tampoco me he comido a Buda, ni he dejado de ser el ser errante que soy", comenta con gracia antes de admitir que se encuentra en su mejor momento, "o al menos en el camino". "Los psiquiatras no sólo medican a las personas, también hacen trabajos maravillosos para ordenar los trasteros que tenemos dentro cada uno, llenos de cosas desordenadas, mal ubicadas, descuidadas, con polvo, y te enseñan a deshacerte de otras que guardamos y que ya no necesitamos", concluye.

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