Paula Carrera conquista
En solo 12 años, Torres y Carrera ha logrado ser la Mejor Agencia del Año 2014. Junto a su marido y socio, se bate a diario con las mejores consultorías de comunicación.

Es una mujer perfeccionista, trabajadora, disciplinada, innovadora, tiene dos hijas y dirige una de las mejores agencias de comunicación de nuestro país. Clientes como Renfe, Iberia Express o PSA Peugeot-Citroën confían en ellos desde hace años. Pequeñitos, pero matones.
¿Cuál es su punto fuerte?
Yo hago realidad las cosas, mientras que Xurxo Torres, mi socio, es la parte más creativa y audaz.
Después de haber trabajado en grandes agencias internacionales como Llorente Cuenca o Burson-Masteller, montáis Torres y Carrera, ¿por qué?
Montamos nuestra empresa con la pretensión no de ser grandes ni de crecer muchísimo, sino de ser buenos. Queremos estar entre los mejores y demostrar que si no te rindes y haces las cosas de forma distinta, puedes lograrlo.
¿Alguna clave para el éxito?
Que tanto Xurxo como yo estamos siempre al pie del cañón; no somos muchos, pero estamos muy implicados. Te vas a casa con los problemas o las ilusiones del día.
¿Es más interesante trabajar para uno mismo que para los demás?
Claro, porque estás persiguiendo tu propio sueño. Eso es lo que más me gusta de ser empresaria, porque todo lo demás son desventajas.
Especialistas en comunicación corporativa...
Sí, mucho glamour no tiene, pero se aprende tanto… Nuestro primer cliente, PSA Peugeot-Citroën, nos enseñó a ser exigentes y a descubrir la comunicación desde otro ángulo.
¿Qué cliente estáis más orgullosos de haber conseguido?
Todos. No hay clientes pequeños, sino grandes ideas. Lo importante es el proyecto y la gente con la que trabajas. El nombre es algo secundario. La suma de todos ellos nos ha llevado hasta aquí. Y nos gusta.
¿El último proyecto siempre es el mejor?
No, pero sí el más exigente. Hemos ganado algún Premio Sol por una campaña de un club de rugby infantil con presupuesto mínimo, gracias a la creatividad.
¿Qué os ha dejado la crisis?
Ahora se exige más, con bastante menos. Pero si quieres calidad y excelencia, hay que pagarlas. A ver cómo encontramos el equilibrio...
¿Mujeres y hombres trabajan igual?
Nosotros pagamos por lo que vale la persona, indistintamente del sexo. Pero yo creo que las mujeres son buenas trabajadoras, maduras, responsables... y se reivindican todos los días. Yo misma me multiplico, pero si tengo que levantarme de una reunión para ir corriendo a buscar a mi hija, lo hago. Y no pasa nada. En nuestra vida y en nuestro entorno se nos valora. Seguro.
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