Nuria Gago: "El amor es el motor que mueve el mundo"

Hablamos con la actriz Nuria Gago, por la publicación de su primera novela, 'Cuando volvamos a casa'. Tras una larga trayectoria en cine y televisión, Nuria se lanza al mundo literario con un libro que habla del amor, las relaciones personales y las situaciones con las que nos encontramos en la vida, desde un punto muy realista.

Nuria Gago

¿Cómo tomaste la decisión de adentrarte en el mundo de la literatura?

No fue una decisión de hacer de repente literatura, yo escribía para mí y lo que pasó fue que, al acabarlo, pensé que por probarlo no perdía nada… Pero todo el proceso de creación fue como algo que hacía yo en mi tiempo libre, en mis tiempos sin trabajo como actriz, para no enloquecer en eso que supone 24h para ti sola. Había una necesidad de seguir creando y llegó un día que acabé la historia, la cerré y pensé: voy a intentarlo. Pero durante el proceso, el objetivo nunca fue mostrarlo.

¿Alguno de tus papeles en cine o televisión te ha inspirado a la hora de escribir el libro?

No, es inevitable que todas las historias que conoces, ya sean fictícias, que hayas interpretado o de amigos que conoces o de gente con la que te cruzas a lo largo de la vida, se queden dentro de ti, pero no está inspirado en nada ni en nadie en concreto.

¿Qué te te aporta la literatura que no te aporte el cine, y viceversa?

En la literatura tú eres la directora de arte, la directora de casting… Eres todo. Tú te lo imaginas todo: imaginas los espacios, imaginas las caras de los personajes, les pones el cuerpo, la voz, el movimiento… Le pones todo. Y, en el cine, es como que alguien lo ha soñado por ti y te lo muestra. Pero las dos son dos formas maravillosas de contar historias.

¿Es difícil sacar tiempo para la inspiración en un trabajo tan duro como el de una actriz?

En mi caso, el proceso de escritura ha sido siempre en momentos que no tenía trabajo de actriz, con lo cual, tenía todo el tiempo para mí, para organizarme. Hasta hoy nada se ha comido el tiempo de lo otro.

Tu novela habla del amor y las relaciones desde un punto muy realista... ¿hay parte de realidad en esas historias?

No, lo que creo es que el amor es el motor del mundo, creo que en algún momento alguien te acaba contando su historia o tú se la acabas contando a alguien, las películas, las series, los libros… Casi siempre hay una parte en la que se toca esa parte, porque es inevitable. Todos nos vamos a enamorar mil veces en la vida, no digo profundamete, pero vas a tener mil encontronazos con gente que te va a fascinar, a los demás les va a pasar lo mismo contigo... es lo que tiene estar relacionándote sin parar. Pero no está basado en ninguna historia en concreto. Es un popurrí, como ha nacido.

Y, ¿no es difícil deshacerse de todo lo personal y de todo lo que te rodea para crear ficción?

El punto de partida sí que es algo mío: yo perdí a mi madre con apenas 12 años, al igual que la protagonista de la novela. A partir de ahí es todo ficción, no hay nada más que tenga que ver conmigo, pero claro, es algo que marca tanto que por más que quiera no me puedo distanciar de esa realidad. Mi vida siempre va a estar marcada por eso, no como una tragedia sino como algo que obligó a crecer antes o que te obligó a obtener otras habilidades… Pero, es como trabajar de actriz. Uno no puede estar vinculándose contínuamente con todo lo que pasa al personaje, porque acabarías loca. Creo que a través de mi trabajo como actriz aprendí a desvincularme de la realidad para trabajarla, con lo cual no me ha costado en esto para nada.

La novela es una mezcla de muchas historias, ¿qué querías transmitir con el mix de todas ellas?

Lo que intentaba transmitir es que estamos rodeados de gente, en el libro hay muchos personajes que no saben que viven cerca y tú como lector lo descubres de repente. Yo creo que en este mundo de las tecnologías en el que vas paseando por la calle y ni te enteras de con quién te cruzas porque estás leyendo o viendo Instagram, o hablando por Whats App con 7 personas en un grupo pero no te estás viendo con nadie… Cada vez es más difícil de enterarnos de qué pasa a nuestro alrededor, a lo tangible, a lo que está cerca. Qué le pasa a la vecina de al lado, a la señora con la que compras el pan por las mañanas, al señor que deja las cartas en tu buzón… Todos estamos con la máscara de “todo bien”, pero detrás de cada persona no paran de pasar cosas. Y eso era lo que yo intentaba con tanta gente contantas cosas a la vez.

En esa estructura de historias mezcladas, ¿no ha influido ningún referente que tú tengas en literatura?

No, pero sí es verdad que a mí me encanta Ana Gabalda, que es una escritoria francesa, y ella siempre tiene dos o tres historias a la vez. Hay mucho cine franceés y argentino que se divide en vez de en capítulos, en nombres de personas o personajes… Y llevo viendo de eso mucho tiempo, entonces de una forma natural ha salido así. Pero no es que yo lo haya planeado así, a veces es inevitable, te empapas de algo y lo asumes como forma de hacer.

¿Cómo ha sido este primer encuentro con la literatura? ¿alguna vez te imaginaste escribiendo un libro?

No me lo imaginaba hasta que empecé a escribirlo… Pero no me imaginaba publicándolo, me imaginaba escribiéndolo. Lo único que te puedo decir es que está siendo un viaje maravilloso, que está siendo de pellizcarme todavía, porque salió a la venta hace solo una semana…

¿Has pensado en escribir algo que luego pueda llevarse a escena?

Claro, eso sería maravilloso. Hay ideas en la cabeza pero tengo que tener el tiempo y tomar la decisión firme.

¿Nos podrías desvelar algunos de tus proyectos próximos?

Tengo pendiente de estreno la película de Leticia Dolera, “Requisitos para ser una persona normal”; y la película “Incidencias” de José Corbacho y Juan Cruz, que es una comedia muy disparatada y que tengo muchas ganas de ver cómo ha quedado.

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