Megan Fox dice que se anticipó al #MeToo: "Me ridiculizaron por ello"

La actriz cree que siempre ha sido "deshumanizada, criticada y constantemente juzgada"

Megan Fox asiste a la 70 edición de los Globos de Oro

Megan Fox, en la 70 edición de los Globos de Oro.

/ Jason Merritt/TERM

Hace unos meses, Megan Fox confesó que sufría dismorfia corporal, un trastorno obsesivo y patológico que afecta a personas de cualquier edad y/o género por el que una persona se obsesiona con ciertos rasgos físicos que cree que los demás aprecian pero que realmente no existen. En realidad, deriva de una serie de inseguridades y baja autoestima involuntaria, aunque también puede deberse al tipo de rol que esa persona pueda tener en la sociedad.

En el caso de Megan Fox, podríamos decir que esto último tiene mucha importancia en su enfermedad. Siendo una de las mujeres más hermosas del cine contemporáneo, la actriz siempre ha comentado lo mal que se siente con respecto a la imagen sexualizada que se tiene de ella por películas como la saga de Michael Bay 'Transformers' o 'Dos policías rebeldes II' y las críticas que ha recibido por su aspecto, así como su trabajo y sus acciones.

En una reciente entrevista con Glamour, la también actriz de 'Jennifer's Body' ha hablado sobre estos proyectos, que le lanzaron al estrellato pero cuyo éxito, a la larga, no le ha beneficiado tano como podía haber sido. En esta publicación, la actriz ha aprovechado para comentar el sexismo que sufrió entonces y del que hoy sigue siendo víctima. "Creo que me adelanté al movimiento #MeToo casi una década. Siempre me pronuncié en contra de las cosas abusivas, misóginas y patriarcales que ocurrían en Hollywood en 2008 y 2009, mucho antes de que la gente estuviera lista para entenderlo o tolerarlo", ha comentado.

A pesar de haber tenido ese valor para comentarlo, Megan cree que el público y la industria se burlaron de esta iniciativa. "Me ridiculizaron por hacerlo", ha dicho, insistiendo en que ha pasado tiempo necesario para que aquellos que bromearon con ello lo revisara "en retrospectiva". Asimismo, la intérprete cree que tuvo una "terrible experiencia en una industria despiadadamente misógina" y que, a pesar de ello, nunca se vio representada por el movimiento feminista.

"Nunca me he sentido completamente incluida en la comunidad feminista y todavía creo es complicado", ha puntualizado la actriz: "Lo que sea que provoco no es algo que puedan digerir muy bien. Y eso vuelve a mí, ya que me rechazan por esas razones. Y no creo que fuera una víctima muy cordial", ha subrayado, desvelando que por eso mismo se estuvo "escondiendo durante varios años" de su vida. Por todo ello, acabó derrumbándose por problemas de salud mental y un colapso psicológico grave,

"No sé si el colapso estuvo estrictamente ligado a que me trataran como a un objeto. Estuvo más relacionado con ser simplemente deshumanizada, criticada y constantemente juzgada", ha contado, insistiendo en que le costó mucho lidiar con algo tan injusto y que no parece ser considerado por el público. "No creo que la gente entienda que hemos llegado a este lugar en el que decimos: 'El bullying está mal. No se debería acosar a los niños. Lleva a odiarse a uno mismo. Y en algunos casos lleva incluso al suicidio'. Pero cuando se trata de una estrella, todo eso se tira por la ventana y la gente pasa gran parte de su tiempo acosando a los famosos", ha sostenido.

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