Lalachus y las Campanadas de fin de año: qué se esconde detrás de los mensajes de odio en redes sociales
La humorista y colaboradora de 'La Revuelta' está sufriendo críticas y actitudes intolerables tras conocerse que se comerá las uvas junto a David Broncano.
Las lágrimas de Lalachus al confirmarse que dará las Campanadas en TVE junto a David Broncano
La semana pasada saltaba la noticia: en las Campanadas de TVE de este año no estarán ni Ramón García (que el año pasado lo hizo con Ana Mena y Jenni Hermoso) ni Anne Igartiburu. Las uvas nos las tomaremos en compañía de David Broncano y Lalachus. Detrás de esta elección estaría la apuesta del ente público por hacer un guiño a esos espectadores más jóvenes que han vuelto a conectar con la televisión gracias al aterrizaje de 'La Revuelta' en La 1.
Lalachus, la cómica de 34 años y cuyo verdadero nombre es Laura Yustres Vélez, suma un nuevo éxito a su meteórica carrera y que ha ganado notoriedad en los últimos años gracias a su estilo fresco, sarcástico y auténtico. En sus redes sociales, combina el humor con una crítica social incisiva, lo que le ha valido una amplia comunidad de fans y seguidores. Conocida por su capacidad para conectar con el público joven y por su enfoque inclusivo, Lalachus se ha convertido en una figura referente en el ámbito digital. Sin embargo, esta popularidad también la ha situado en el punto de mira de quienes no toleran su estilo, sus opiniones o simplemente el hecho de que represente una nueva forma de comunicar.
Los mensajes de odio a Lalachus tienen una explicación
Tras el anuncio de que Lalachus presentará las Campanadas, las redes sociales se llenaron de mensajes de odio hacia la humorista. La gordofobia hacía acto de presencia una vez más, sobre todo por el hecho de que una mujer que brilla por sí misma sin depender del look que lleve o de cómo vaya maquillada sea la protagonista de una noche tan especial. Por eso duele y molesta leer comentarios criticando el físico de la cómica, gente diciendo que será la primera vez que Lalachus comerá fruta, que si el presupuesto de la televisión pública irá directo al cátering o que, en lugar de comer uvas, la presentadora comerá torreznos. También les sienta mal que Lalachus sea una mujer sin complejos, que se siente guapa, atractiva, poderosa, y que no necesita llevar un súper vestido para triunfar.
Tampoco nadie se preguntó en su momento cómo le quedaba a Ramón García, uno de los clásicos en las Campanadas de la 1, su famosa capa negra. O a Alberto Chicote su esmoquin acompañado de una pajarita. Quizá por eso lo que se esconde detrás de ello no es tanto la gordofobia, sino la misoginia, el juzgar a las mujeres solo por su físico, y no por su talento. Solo hay que recordar cómo a Cristina Pedroche, que lleva años presentando las Campanadas en Antena 3, se le ha dicho de todo, desde que cosifica a la mujer hasta que hace un flaco favor al feminismo.
El acoso a la cómica ha llegado hasta tal punto que el nuevo presidente de Radio Televisión Española, José Pablo López, se ha visto obligado a pronunciarse al respecto para poner fin a esta situación. "Las críticas que estoy leyendo contra @lalachus2 nada tienen que ver con que sea gorda sino con que es mujer. ¿Alguien recuerda alguna crítica por su peso contra Alberto Chicote o contra Ibai Llanos cuando presentan las campanadas? Tanto por avanzar. Puro machismo".
También Jordi Cruz decía en X: "Centrar la comparación entre las Campanadas de TVE y Antena 3 en las mujeres que van a estar en la Puerta del Sol, Lalachus y Pedroche, es muy rancio y muy antiguo".
La controversia en torno a Lalachus y las Campanadas no solo refleja las resistencias al cambio en algunos sectores, sino también la necesidad de abordar el problema del odio en redes sociales de forma contundente. Es fundamental que, como sociedad, avancemos hacia un entorno digital más seguro y respetuoso, donde la diversidad no sea motivo de ataques, sino de celebración.
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