Kate Middleton luce en modo reina con un elegante vestido de terciopelo de Alexander McQueen

En principio, tardaremos todavía bastante tiempo en ver a Kate Middleton ejercer como reina de Inglaterra, pero la duquesa de Cambridge ya es toda una soberana en cuestión de estilo. Así lo demuestra en cada ocasión especial donde tiene que hacer gala de su buen gusto y de su diplomacia, como ha sido el caso de la última recepción celebrada en Buckingham Palace.

No ha sido un evento cualquiera, sino que se trata de la conocida como Recepción de la Reina, un día de homenaje al extenso cuerpo diplomático británico presidido por la reina Isabel II en persona.

Es habitual que acudan a ella, además de la reina de Inglaterra, el príncipe WIlliam y su esposa, y también el príncipe Carlos, heredero de la corona, que ha estado acompañado por la duquesa de Cornualles. Muchos protagonistas para dividirse la atención de los focos en el lujoso evento, pero ha sido inevitable que Kate Middleton se quedara con la mayor parte de la atención. Basta con ver la imagen del look que ha escogido para la ocasión para entenderlo.

Rodeada de un total de 1 000 invitados, como manda el protocolo y la tradición del evento, Middleton ha brillado con luz propia, nunca mejor dicho, gracias a las exquisitas joyas que ha portado junto con un elegante y delicado vestido largo de terciopelo oscuro de Alexander McQueen, quizá la firma que mejor entiende su estilo, de ahí que sea su casa de referencia desde hace tiempo para las grandes citas.

La duquesa de Cambridge ha querido homenajear de nuevo a su suegra, Lady Di, llevando en su honor un año más en esta prestigiosa recepción la tiara Cambridge Lover's Knot, una pieza única de belleza hipnótica que era la favorita de la madre de su marido y que ahora lo es de ella.

Además, también han destacado sobremanera los pendientes de plata y el collar con el que Middleton ha embellecido el original escote en V del exclusivo vestido creado por Sarah Burton. El collar, también de plata como principal material, es una de las piezas de la colección personal de la Reina, que estará orgullosa de ver que su legado de elegancia y saber estar queda en buenas manos, las de la esposa de su nieto.