Flores, anécdotas y una carta de amor en el último adiós a Nancy Reagan
La falllecida primera dama, Nancy Reagan, dejó instrucciones precisas de cómo quería que fuese su funeral. Hubo flores, anécdotas y una carta de amor de las muchas que le escribió su marido, Ronald Reagan.

El pasado 6 de Marzo, a los 94 años de edad falleció Nancy Reagan, la que fue primera dama durante el mandato de esposo, Ronald Reagan. Según muchos medios, ellos dos protagonizaron 'la gran historia de amor americana'. Una historia que duró más de 50 años en los que siempre se mantuvieron unidos hasta el final, cuando Nancy cuidó al que fue Presidente de los EEUU en su lucha contra el Alzehimer.

El funeral se celebró en la Reagan Presidential Library, en Simi Valley, California hasta donde se acercaron los familiares y multitud de ciudadanos anónimos que quisieron despedirse de la que fue Primera Dama.
Nancy dejó instrucciones precisas de cómo quería que fuese su funeral; rodeada de sus seres queridos, con peonías -su flor favorita- y el 'Himno de la Batalla de la República', un himno patriótico- sonando. Pero sin duda, el momento más emotivo fue cuando el ex primer ministro canadiense Brian Mulroney, quien forjó una estrecha y duradera amistad con los Reagan, leyó una de las cientos de cartas de amor que el ex presidente escribió a su mujer durante los 52 años de matrimonio que compartieron.
Aquí tienes la traducción de la carta de Ronald Reagan a Nancy:
"No me siento muy bien con la idea de que tengas que abrir un sobre en vez de un paquete de regalo. Hay varias mujeres a las que amo y en Navidad debería darles oro, piedras preciosas, perfumes, pieles y encajes. Pero sé que el mejor regalo es expresar lo que ellas significan para mi y decir cómo estaría mi vida de vacía sin ellas.
Está por supuesto la"primera dama." Ella tiene tanta gracia y encanto en todo lo que hace que incluso los momentos formales se transforman en momentos de diversión, Todo lo hace con clase.
Hay otra mujer en mi vida que hace cosas que no siempre se llegan a ver pero a veces veo fotos de ella. Con un niño abandonado en brazos en una visita al hospital. La expresión de su cara que sólo una Madonna podría igualar. La mirada en la cara del niño es pura adoración. Conozco esa cara, porque porque es la mía también. O como se inclina sobre una silla de ruedas para reconfortar a un inválido de edad avanzada con la misma ternura y compasión con la que llena mi vida de calor y amor.
Hay otra compañera a la que quiero y que construye nuestro nido. Si estuviera confinada tres días en una habitación de hotel haría de la habitación el “hogar dulce hogar”. Mueve una cosa, endereza otra y uno se pregunta al verlo terminado por qué no fue así desde el principio. También estoy loco por la chica que va al rancho conmigo. Ella es una persona fuerte y maravillosa. La mejor para compartir el fuego de la chimenea, para montar a caballo o para disfrutar de una puesta de sol y de un cielo estrellado. Si alguna vez dejara de acompañarme al rancho, yo dejaría de ir también, porque la vería en cada lugar donde existiese la belleza, y no podría soportarlo.
Y hay una dama muy sentimental cuyos ojos se llenan de lágrimas con facilidad. Pero también me hace reir y cuando ella ríe es como escuchar campanillas. Y cuando oigo esas campanas me siento feliz, incluso si le cuento una broma que ya ha escuchado antes. Afortunadamente, todas estas mujeres en mi vida son tú y puedo decir que no podría tener una vida sin ti Browning escribió "¿Cómo te amo? /Déjame contar las maneras" Para mí no hay manera de contar. Me encanta todo de ti; la madre, la primera dama, la sentimental, la que me hace reír. Y, oh sí, otra muy especial ; la niña que lleva una "nana" por si le entra hambre por la noche. Y yo no podría dormir bien si ella no estuviese allí. Así que, por favor, permanece siempre a mi lado.
Feliz Navidad a todos, con todo mi amor.
Soy afortunado"

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