Alice Campello habla sobre su traumático último parto: "Habría muerto"
La empresaria ha contado en televisión cómo vivió lo que debería haber sido un momento extraordinario: "Me hicieron 17 transfusiones de sangre"
¿Algo más bonito que el nacimiento de un bebé? Dicen que nada, que no hay experiencia comparable a la de traer al mundo a un niño y es algo que ni siquiera los menos niñeros pueden rebatir. Porque, después de nueve meses con él dentro de ti, sintiéndole cada día, viendo cómo cambia tu cuerpo debido a su presencia, termina por ser extraordinario el momento en que se le ve por primera vez, el piel con piel. Así de bonito podría llegar a hablar Alice Campello si el alumbramiento de su hija Bella hubiese ido como lo esperado, pero no tiene la suerte de poder contarlo de esa manera.
Campello y Álvaro Morata dieron la bienvenida a su cuarta y única hija el pasado 9 de enero en la Clínica Universidad de Navarra. Fue el propio futbolista quien lo anunció a través de redes sociales, donde insistió en que, a pesar de que el parto fue muy bien, "la mamá empezó a tener complicaciones" que les asustó mucho. Entonces, también comentó que "se estaba recuperando muy bien" y que ella "es muy fuerte". En ese momento no esperábamos que, dos semanas después y tras su paso por la UCI, Alice Campello relatara el horror de un parto mucho más que difícil.
"Tuve una hemorragia fuerte y terrible. Los médicos no podían detenerla y permanecí 12 horas en el quirófano, donde me intubaron y me hicieron 17 transfusiones de sangre", ha contado la propietaria de la firma de cosmética MASQMAI en el programa de televisión italiano 'Verissimo'. En esta entrevista, ha reconocido también que, aunque fue al hospital "pensando que sería uno de los mejores días" de su vida, aquello no terminó ni mucho menos como esperaba y que hoy tiene un poso amargo.
"Tengo la imagen en mi cabeza de levantarme la sábana y ver la hemorragia", ha añadido. Poco después, perdió el conocimiento y no fue consciente de lo que había sucedido hasta que no pasaron 12 horas. Una vez volvió a su ser, supo de la gravedad del asunto al ver a su pareja, asustado, "pálido y destrozado" por todo lo que había sucedido. "La última esperanza era el globo que me pusieron. Si este no hubiera parado el sangrado, habrían tenido que extirparme el útero y, de lo contrario, habría muerto", ha insistido.
Finalmente, la empresaria ha matizado que lo más importante de este momento es siempre "pensar positivamente" y que no hay nada que se pueda comparar a estar ya rodeada de sus cuatro hijos. Además de la pequeña Bella, ha dado a luz a los mellizos Leonardo y Alessandro, de cuatro años, y a Edoardo, de dos. "Hoy lo veo todo con más amor, más especial... Incluso un solo abrazo", ha concluido.
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